El conflicto latente que inquieta y buscan evitar por la retirada de YPF

El plan de retirada de YPF inquieta y genera repercusiones. Hubo un paro y el Gobierno asegura que controlarán la transición para amenguar los impactos.

 
YPF dejará de lado áreas petroleras maduras en Mendoza, entre ellas algunas que insumen una gran cantidad de personal. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

En principio YPF busca desprenderse de 14 áreas. Entre ellas algunas emblemáticas, como Barrancas, que tiene un volumen de producción, inversión y recursos humanos importantes. La transición es lo más complejo. Desde el Gobierno explican que el traspaso no será automático, sino que habrá exigencias a la propia petrolera estatal y a quien la reemplace. Pero aún no tienen detalles de cómo, cuándo a quién le traspasarán los activos.

En Mendoza buscan que no haya reversión de áreas, sino traspaso y amenguar los impactos. En otras provincias, como Chubut, ya hubo acuerdos previos: pen el período de transición YPF pagará el 80% de los salarios de los trabajadores que tendrán afectada su fuente de trabajo por un tiempo. También se evalúan otros mecanismos, como jubilaciones anticipadas (a negociar con ANSES) y reconversiones.

Jimena Latorre aseguró que controlarán que YPF no deje pasivos y que quien venga tenga un plan de inversión sólido.

«Como autoridad de aplicación nosotros tenemos la obligación que el que entra cumpla los mismos requisitos del que se va, que estén saldados los pasivos, que tengan la misma solvencia, respaldo y un plan de inversión. En ese sentido, la necesidad de ver y evitar los pasivos y las consecuencias ambientales y sociales es nuestra función. Pero YPF no nos ha dicho todavía qué va a hacer o quiénes van a venir. Nos ha dicho que se van de las áreas que no son rentables, cosa que no se puede evitar. Pero si van a transferir el derecho a otro privado, no puedo elegir yo; pero sí puedo exigirle un plan sustentable y no liberarlos (a YPF) de responsabilidades», dijo a MDZ la ministra de energía Jimena Latorre.

Reclamos

YPF está en proceso de análisis de la cartera de activos a desprenderse. Una consultora internacional realiza ese trabajo para evaluar los caminos a seguir en cada caso. En las próximas semanas se conocerá el detalle. El compromiso de la petrolera es informar primero a los gobernadores y a los gremios y luego hacerlo público.

Las quejas del gremio ocal tienen como destinatario al Gobierno de Mendoza, al menos en los mensajes. Incluso, desde el Ejecutivo acusan que hubo presiones desde el gremio. En los comunicados oficiales hablan de la «complicidad del Gobierno» por la entrega de áreas petroleras. YPF anunció oficialmente que dejaría de invertir en áreas maduras para concentrarse en sectores rentables, particularmente la explotación no convencional en la formación Vaca Muerta. En paralelo, el Gobierno de Cornejo tenía entre sus planes que la petrolera estatal deje o hasta quitarle áreas en las que ya no invertía. «YPF se había retirado de hecho en varias áreas», aseguran en el cuarto piso de Casa de Gobierno.

Por eso hay alguna coincidencia entre el plan de YPF y el del Ejecutivo, pues creen que el cambio de manos puede generar más inversión. Igual, hay un tope: las reservas petroleras de Mendoza están en decadencia. El cálculo que hacen es que maximizando el potencia, se puede mantener la meseta de producción y crecer hasta un máximo del 20%. Si el proyecto piloto de exploración no convencional que ejecutar YPF resulta positivo, todo puede cambiar.

«Estamos yendo a una estructura de empresas más livianas, más eficientes. Hay que adaptarse a una nueva realidad, que no significa una disminución del personal, sino un reordenamiento. La misma oferta laboral es distinta. Estamos atravesando una transición. No creo que sea para tener miedo, es para ser eficientes en la adaptación», aseguró Latorre.  «Una vez que YPF plantee formalmente de qué áreas se va a ir y a qué comprador trae. Como autoridad de aplicación nosotros tenemos la obligación que el que entra cumpla los mismos requisitos del que se va, que estén saldados los pasivos, que tengan la misma solvencia, respaldo y un plan de inversión», agregó la ministra. En ese sentido, desde el Ministerio de Energía aseguran que elaborarán un esquema estandarizado de requisitos para exigirle a YPF y a quien «herede» las áreas. La intención es que haya traspaso y no reversión o quita de concesiones, pues, creen, ese mecanismo generaría más impacto.

Mendoza tiene toda la cadena de valor de la industria petrolera en su territorio y también se construyó una alta dependencia de YPF, que es la única empresa grande con presencia. La transición y el traspaso implica, según explican en el sector, que los nuevos operadores ejecuten los trabajos con estructuras más chicas. La preocupación es para los trabajadores directos de la petrolera, pero también para todas las empresas asociadas y prestadoras de servicios

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