La comunidad Ragilew Cárdenas convive con los aerogeneradores del parque Vientos Neuquinos. El ruido espanta los animales y adelanta pariciones de cabras.
En la provincia de Neuquén nace un nuevo conflicto mapuche, durante esta nueva gestión del gobernador Rolando Figueroa, y no es en Vaca Muerta sino alrededor de las energías renovables, que es el camino futuro del mundo.
Se trata de una comunidad Ragilew Cárdenas que reclama sentirse afectada por la instalación de un parque eólico, que comenzó a construirse hace cinco años y a funcionar hace dos, en el centro de la provincia de Neuquén, donde predominan los fuertes vientos en la meseta.
Las 10 familias que viven en el lof desde hace un centenar de años y que son conocida también como crianceros, están instaladas en el paraje Bajada Colorada, precisamente donde se instaló el parque eólico Vientos Neuquinos, con 29 gigantes de acero de 120 metros de altura, que parecen vigilar la estepa patagónica.
La Confederación Mapuche del Neuquén se refirió al reclamo de esa comunidad, que dice que ya no puede vivir con el funcionamiento de un aerogenerador, a metros de la vivienda principal que tiene esa comunidad mapuche.
Es más, desde la comunidad revelaron que el funcionamiento del parque eólico les ha traído un fuerte perjuicio a la cría de animales, con pariciones tempranas y “abortos” vacunos y la expulsión del ganado hacia un lugar donde no haya ruidos.
“Hay pariciones antes de tiempo generando abortos en cabríos y vacuno; desaparición de la fauna nativa y aves que son expulsados de la zona; ruido constante que aumenta en casos de viento; perdida de las pariciones de los últimos cuatro años”, reveló el lonco Nelson Cárdenas Rañileo, a través de la Confederación Mapuche del Neuquén.
Mapuches contra la norteamericana AES
La concesión del parque eólico la tiene la norteamericana AES que tiene dos instalaciones en el país, además de explotar la concesión de la represa Alicurá.
Según reveló la confederación Mapuche, el territorio que ocupa esa comunidad es de alrededor de 3.000 hectáreas (de las 20.000 hectáreas donde está emplazado el proyecto Vientos Neuquinos) y quedó reducido por el funcionamiento de los molinos de viento.
“Hay territorios reducidos en la zona clave que es el lugar de invernada y parición, estamos impedidos de llegar al histórico arroyo que nos proveía del agua, son 3 mil hectáreas de pastoreo perdidas”, indicó Cárdenas Rañileo.
Sostuvo además que algunos miembros de la comunidad padecen “problemas de salud física y psicológica por tanta impunidad de parte de los extraños llegados”.
Según contó el lonco de la comunidad Ragilew Cárdenas desde que comenzó el desarrollo del parque eólico se vieron “impedidos de circular en nuestro propio territorio perseguidos por el servicio de seguridad de la empresa”.
“Eso ya no se puede tolerar. Se ha convocado a las autoridades de la empresa AES pero éstas ignoran el llamado y se comprometen en fechas que luego no cumplen, mostrando una falta de respeto total a las autoridades mapuches. ¿Será necesario una acción que saque a la luz lo que ocurre aquí en las profundidades de esta región rural?”, concluyó el lonco de la comunidad