Se trata de uno de los polos mineros con mayor potencial a nivel mundial. Está conformado por tres proyectos al norte de la provincia cuyana y otros dos en territorio chileno.
Ahora bien, Filo del Sol, el segundo descubrimiento del Distrito Vicuña en suelo sanjuanino ubicado a 11 km de Josemaría, tiene una ley de cobre del 8%. Y Lunahuasi, el más reciente a sólo 6 kilómetros de Filo, acapara un impresionante 23%.
A partir de estas cifras es que Filo y Lunahuasi están catalogados como dos de los tres proyectos de cobre más importantes en todo el mundo y el Distrito Vicuña ya empieza a ser nombrado como uno de los grandes players a futuro a escala de otros tanques internacionales como La Escondida en Chile que exporta unos 8.700 millones de dólares anuales.
En parte por eso es que el Grupo Lundin recibió el Premio Thayer Lindsley en la PDAC 2024por sus descubrimientos en el Distrito Vicuña. “Sus hazañas no abarcan sólo la identificación de tres depósitos de pórfido de cobre y oro, sino también el establecimiento de un nuevo distrito mineral a lo largo de la frontera entre Argentina y Chile. Este éxito, el primero en la provincia cuprífera de los Andes Centrales en varias décadas, se atribuye a un enfoque basado en la ciencia, la excelencia técnica, el espíritu emprendedor y la perseverancia”, indicó el comité.
La magnitud de cada uno de estos proyectos es inmensa. Solamente con Josemaría, San Juan pasaría a convertirse en la cuarta provincia argentina con mayores exportaciones, solamente detrás de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, distritos beneficiados por la producción agropecuaria y un histórico complejo industrial.
Cada proyecto de cobre requiere alrededor de unos 4.000 millones de dólares de inversión, unas seis veces más que el promedio del litio. Solamente con los seis proyectos con mayor grado de avance (tres de ellos ubicados en San Juan), que no contemplan ni a Filo ni a Lunahuasi, está previsto que la Argentina exporte unos 8.500 millones de dólares por cobre en 2031.
Otro de los datos relevantes es efecto a nivel infraestructura que acarrea cada desarrollo cupífero. Josemaría, por ejemplo, tiene previsto construir 275 km en rutas nuevas, una línea de alta tensión de 300 km y la rehabilitación de 214 km de tendido ferroviario.
Estas obras demandarán una inversión de más de 550 millones de dólares y liberarán capacidad de transporte eléctrico para instalar unos 600 MW de potencia en energías renovables.
Es una pata vital para el desarrollo de los proyectos en estos tiempos de tanta exigencia a la hora de buscar financiamiento internacional, que suele poner bajo la lupa la huella de carbono de cada iniciativa.
Como Josemaría tiene un concentrado de sulfuro de cobre, el método de explotación demanda una gran intensidad energética. El proyecto consumiría unos 220 MW, es decir, poco menos de la mitad del consumo de toda la provincia sanjuanina. De ahí que está contemplada la articulación de acuerdos con contratos Mater para abastecerse de la nueva capacidad solar que podrá instalarse en tierras sanjuaninas.