Comenzaron las tareas de exploración de cobre en el Cerro Amarillo en Malargüe

Tras dos décadas sin actividad de perforación de cobre en el lugar, comenzó la exploración de este mineral clave.

martes, 27 de febrero de 2024 · 20:45

Mendoza continúa explorando su enorme potencial de cobre en el Cerro Amarillo, la formación ubicada en Malargüe, luego de los trabajos previos de la reparación y apertura de caminos y de la puesta a punto de las plataformas en las que se ubicará el equipo perforador.

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El proyecto contempla la exploración del terreno para evaluar sus características geofísicas y el potencial geológico de una zona que comparte formación con Chile, rico en pórfidos de cobre. Fue aprobado por la Legislatura provincial y prioriza la contratación de recursos y mano de obra locales.

Para presenciar los trabajos, a cargo de la minera de capitales nacionales Wincul SA, las autoridades del Ministerio de Energía y Ambiente, de la Dirección de Minería y del municipio, junto con inspectores de Policía Minera y la Dirección de Protección Ambiental, viajaron hasta el yacimiento, ubicado a 60 kilómetros de la ciudad cabecera de Malargüe.

Un proyecto central para Mendoza

Ubicado a 60 kilómetros de la ciudad de Malargüe, Cerro Amarillo se encuentra a 3.100 metros sobre el nivel del mar, con frecuentes tormentas níveas en invierno y temperaturas bajas. Esto hace que la exploración pueda realizarse durante los meses de verano.

Los trabajos se realizan en el marco de la Ley 7722, ya que se usa el sistema de perforación de diamantina, ya utilizada con éxito en Hierro Indio. La metodología de perforación prevé la recirculación del 100% de efluentes líquidos, compuestos de agua y aditivos de perforación.

El yacimiento se encuentra ubicado a 60 kilómetros de la ciudad cabecera de Malargüe.

Una vez concluida la perforación, se procederá al sellado del pozo, que incluye el entubado en caso de detectarse agua subterránea y el cegado con estériles de la zona, además de una tapa de cemento con una identificación en la superficie.

Cada pozo quedará marcado en el terreno con un caño de PVC con tapa, que no sobresalga más de 30 centímetros del terreno. La zona quedará restaurada y los pozos serán detectables por técnicas de búsqueda mediante GPS.

Previamente, se realizaron tareas de reconocimiento, de reacondicionamiento de caminos, de recopilación de datos bibliográficos, trabajos geofísicos y muestreo geoquímico de superficie. A su vez, las coordenadas de los pozos optimizan la realización de caminos entre sus plataformas, minimizando el impacto por movimiento de suelo. Los sondajes tendrán una profundidad promedio de 350 metros y se enviarán muestras al laboratorio para conocer la potencialidad exacta de la formación.

Mendoza llevaba 20 años sin perforar en búsqueda de pórfidos de cobre, pese a que es una de las provincias con mayor potencial para trabajar con este mineral, clave en la transición energética

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