Las ciclovías son vitales para la seguridad vial y para el ambiente

Necesitamos ciudades modernas, accesibles para las personas con movilidad reducida, seguras para los transeúntes y con un sistema de transporte adecuado a las exigencias urbanas y ambientales del mundo contemporáneo.

Carla Arévalo

Todos opinamos, todos somos DT en materia de seguridad vial. El tema es que hay vidas en juego. Que si falta un semáforo, que si tienen que colocar un lomo de burro, no deben ser decisiones arbitrarias.

Como el diseño de cualquier política, las que son de movilidad ciudadana deben basarse en datos, en información, lejos de la intuición y las promesas de campaña que suele orientar las acciones de los funcionarios de turno. Las intervenciones viales deben diseñarse sobre datos previos que permitan, luego, conocer el impacto y la eficacia de las medidas implementadas, principalmente, porque se invierten recursos públicos. Por caso, cuántas muertes evitó la colocación de un semáforo, o de una ruta exclusiva para ciclistas.

Necesitamos que las ciudades se piensen y rediseñen para ser transitadas y disfrutadas por toda la ciudadanía. Cuando pensamos en esto, generalmente imaginamos ciudades accesibles para las personas con movilidad reducida, en la necesidad de que cada esquina cuente con rampas. Veremos que hay muchos otros ciudadanos cuyo derecho a ser parte de la ciudad no siempre está garantizado.

Una encuesta de movilidad realizada por el Ministerio de Transporte de la Nación indica que en el área metropolitana de Salta se realizan por día más de 1.3 millones de viajes; 40% de los viajes se realizan en colectivo, 30% a pie, 6% en moto, 2% en taxi o remis, 18% en auto particular y 3% en bicicleta.

Así como necesitamos rampas para personas con dificultad en la movilidad, necesitamos ciclovías y espacios peatonales para la circulación de ciclistas y peatones, los usuarios de vías más vulnerables (33% de los viajes); mejorar el principal modo de viajar, que es el colectivo (40%), y notar que los autos y camionetas no son de uso extendido (solo 18% de los viajes).

Muertes que no deben ser

Principalmente vidas jóvenes. Los siniestros viales son la principal causa de muerte de los varones jóvenes (según datos de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud, DEIS). No mueren por enfermedades cardíacas, respiratorias, o cancerígenas, sino protagonizando siniestros que son hechos absolutamente evitables.

Gracias a un estudio de OPS de 2023, donde se integraron bases de datos del Ministerio de Salud y de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, sabemos que en la ciudad de Salta: 2 de cada 3 víctimas fatales son hombres, que el 50% son motociclistas, que el segundo grupo de víctimas son los más vulnerables: ciclistas y peatones, y, por último, los automovilistas. Además, que entre 2022 y 2023 los ciclistas que participaron en siniestros viales se redujeron en 57% (pasó de 86 a 37), y que los corredores críticos donde cada año ocurren siniestros fatales son Av. Tavella y Av. Paraguay. Un dato más que relevante y orientador, en una ciudad tan extensa como Salta.

Gestión, velocidad y seguridad

Creemos que la educación es el remedio para todos los problemas de la sociedad, pero la educación no es suficiente. Especialmente en materia de siniestralidad ¿Quién no sabe lo que significa un semáforo en rojo?, aun así muchos lo cruzan. El enfoque más moderno, sobre el cual ya se basan políticas de muchos países y ciudades, es el de «Sistema Seguro». Este reconoce que los conductores vamos a cometer errores, y que la responsabilidad de garantizar una circulación segura es de los gobiernos. Entonces, las intervenciones deben apuntar a adecuar las vías, en su diseño, trazado y velocidad permitida, para reducir al mínimo la posibilidad del error humano e impedir, cuando se produce, que tenga consecuencias fatales.

El sistema seguro es un engranaje donde la educación vial es solo un eslabón; se le agrega infraestructura, cuerpo normativo, fiscalización y tecnología que deben implementarse con la eficacia suficiente como para cambiar el comportamiento de los conductores. Hoy, en Salta, por ejemplo, es imposible controlar los excesos de velocidad, cuando es la velocidad una de las principales causas de siniestros. Y cuando todos sabemos lo que significa la señal con el número 40.

El costo de los siniestros

Alrededor del 70% del shock room del hospital San Bernardo es ocupado por víctimas de siniestros viales. Los traumatismos causados en el tránsito son un importante problema mundial de salud pública. No es responsabilidad exclusiva de quienes tienen bajo su competencia el ordenamiento del tránsito, en nuestra ciudad, la municipalidad. Sino que los poderes legislativos y judiciales también tienen competencia en otras aristas relevantes, por ejemplo, para evitar la reincidencia, definir velocidades seguras, y poner penas ejemplificadoras a quienes incumplen con la norma.

Es competencia de los ministerios de salud, porque en la Argentina 38% de las víctimas en siniestros hospitalizadas recibe un procedimiento quirúrgico, y más de la mitad necesitó prótesis o implantes. El costo de cada paciente con cirugía y prótesis asciende a unos USD 376.717 (según Agencia Nacional de Seguridad Vial). Se puede sumar a estos, los costos de procesos judiciales, del lucro cesante, de las pérdidas irreparables de un padre, hijo, nieto o amigo. Es competencia del Ministerio de Educación, ¡por ley 23.348! Y así, podríamos continuar, con el afán de que la sociedad toda se involucre, y no solo se conmueva con las muertes injustas que miran por televisión, hasta que la noticia termina y después, a otra cosa.

Menos del 20% de quienes usan la bicicleta son mujeres. Dado que el 51% de la población de la Ciudad de Salta son mujeres, es obvio que estamos sub-representadas como usuarias. El bajo uso de la bici por parte de las mujeres es una característica típica de ciudades sin una cultura ciclista sólida y puede estar relacionada también a la deficiencia en infraestructura. Es por eso, que la inversión en infraestructura promueve el uso de la bici, en general, pero particularmente el uso de la bici por parte de las mujeres.

Efecto invernadero

Un año de sequía, un año de 39,5° en Salta. Los titulares con cada vez más frecuencia dicen «Se registró la temperatura más alta de los últimos 40 años»… el cambio climático no significa que habrá más lluvias o sequías, o que hará calor, sino que todos esos fenómenos serán mucho más intensos cada vez. El inventario de Gases de Efecto Invernadero de la ciudad de Salta muestra que 44,5% de los gases de efecto invernadero (en criollo, de la contaminación) de la ciudad de Salta proviene del transporte, producto del uso de combustible. El transporte emite 634.700,69 toneladas equivalente de CO2, siendo los autos particulares los más contaminantes: son responsables de 72,5% del sector transporte.

La bici y el transporte público son aliados estratégicos de la sociedad para reducir la presión sobre el ambiente; y, afortunadamente, el uso de la bici aumentó en la ciudad alrededor de 21,8% entre 2021 y 2023 (según datos oficiales complementados con los de activistas).

Supuesto estudio

A veces se bromea, tirando una afirmación cualquiera seguida de la frase «según un estudio de la Universidad de …». Citar un estudio da cierta validez a lo que se dice o se hace. El problema radica en banalizar la palabra estudio, y lamentablemente es eso lo que se ha presentado como argumento para quitar 3,5 km de ciclovías en la ciudad. Esta medida se tomó sobre un supuesto estudio, digo supuesto porque se basa en datos sesgados y argumentos tendenciosos y contradictorios, porque no recupera información de ciclistas, automovilistas, ni la percepción de las personas usuarias de las vías o residentes en la zona. En Salta, prácticamente nada se hace sobre estudios, ni la colocación de semáforos. Entonces ¿sacaríamos todos los semáforos?

Es necesario pacificar las vías. La reducción de la velocidad es clave para reducir la violencia, siniestralidad y muertes. Promover el uso de la bici contribuye fuertemente en esta dirección, las bicis no matan. Matan los vehículos motorizados y la velocidad.

Incorporar estudios serios y monitoreables. Los Estados deben Incorporar herramientas mínimas como comparar la situación de la arteria en el tiempo, de unas con otras, y profundizar en la identificación de las causas de los siniestros.

Participar a la ciudadanía. La democracia no sólo nos involucra durante las elecciones, la transparencia y capacidad de ajustar las políticas a la necesidad de la ciudadanía; se consigue escuchando y planificando con la ciudadanía, quienes son al final del día quienes disfrutan o padecen las decisiones que se toman desde un escritorio.

El Tribuno

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