En los últimos siete años, se ha registrado una notable pérdida de hielo generando resultados marcadamente negativos.
Luego de décadas de permanecer estable, en los últimos años una comunidad científica especializada que se dedica al estudio del Glaciar Perito Moreno ha logrado evidenciar un notable retroceso en su masa glaciar, siendo uno de los más afectados a nivel global a razón de 1.5 m. de agua equivalente al año, casi el doble que el promedio usual. Según pudo saberse, dicho fenómeno podría deberse a las altas temperaturas, las cuales impiden la acumulación de nieve en invierno al igual que acelera su derretimiento con la llegada del verano.
El científico e investigador del IANGLA, Lucas Ruiz, quien pertenece a un grupo de investigadores que -desde hace dos años y medio- realizan campañas periódicas del Glaciar Perito Moreno para medir la acumulación de nieve al finalizar el invierno y de ablación o pérdida de hielo al comienzo del otoño, expresó que “llama poderosamente la atención cómo está el Perito Moreno con respecto a cómo ha estado siempre” ya que tras una serie de estudios han logrado evidenciar que el Glaciar ha comenzado a experimentar un marcado retroceso el cual se cree que es producto de la disminución en la acumulación de nieve en el invierno asociado a los veranos calurosos como los últimos que hubo en la región lo cual, según explica Ruiz, “ha favorecido una caída en el balance de masa”.
La aceleración en la pérdida de masa se vio pronunciada en los últimos tres años: “Es probable que el Glaciar Perito Moreno haya comenzado una fase de retroceso típica de los glaciares que terminan en cuerpos de agua” detalló y señaló que dicho comportamiento se pudo observar tanto en el glaciar Upsala como en el Viedma los cuales, en el último tiempo, han retrocedido varios kilómetros.
En la actualidad, el frente del Glaciar se encuenta siendo “sostenido” por un lecho rocoso el cual, en el caso de romperse, podría producir una dinámica más acelerada del retroceso cuya magnitud y en qué lapso puede ocurrir son impredecibles. Se espera que dichos estudios continúen con el aval del Gobierno Nacional, debido a que los trabajos de investigación son financiados por la empresa estatal ENARSA en el marco de la construcción de las represas en el Río Santa Cruz.
Fuente: Ahora Calafate.