Municipios con deuda, pobladores endeudados

Editorial El Ancasti

La transición en varios municipios de Catamarca tuvo más complicaciones de las esperadas. Las controversias no solo se dieron en los municipios en los que se produjo un cambio en el signo político sino también donde el recambio fue con intendentes del mismo color político, tal el caso de Saujil, donde el flamante intendente, Enzo Carrizo, tuvo que declarar la emergencia económica tras 20 años de gestión de Lucas Carrazana. Santa María es otro caso similar, el exintendente Juan Pablo Sánchez cumplió los dos mandatos que establece la Carta Orgánica y asumió la exsenadora Érika Inga.

En el Concejo Deliberante, la oposición denunció que el exjefe comunal dejó a la Municipalidad de Santa María con deudas que superan los $447 millones.

A partir de determinados informes que revelan la “pesada herencia” recibida se comprueban situaciones paradójicas que ponen en evidencia que hay gobiernos municipales que no están “ceñidos” por los indicadores para evitar el déficit fiscal, aquellos que el Poder Ejecutivo aplica para los otros poderes del Estado. Es cierto que los municipios gozan de autonomía administrativa, económica y financiera, según la Constitución provincial. Sin embargo, ésta tiene ciertos límites en función de los recursos que tiene como presupuesto.

El nuevo intendente de Saujil asumió el pasado sábado 9 de diciembre, luego de unos días de gestión y por la grave situación económica – financiera, declaró la Emergencia. “La situación económica financiera del municipio se encuentra comprometida por la deuda heredada del ejercicio 2019 – 2023, superando los 100 millones de pesos» explicó en un párrafo del instrumento y además agregó que «se encuentra comprometida la coparticipación municipal en un ciento por ciento debido a las designaciones masivas de nuevos empleados durante los últimos cinco (5) meses», responsabilizando a la anterior gestión por el estado actual del municipio.

En un cálculo rápido se obtiene que si la deuda es de $ 100 millones de pesos, cada habitante de Saujil (2.400) debe unos $42.300 por bienes y servicios adquiridos por la gestión anterior y como la coparticipación que recibe el municipio ya está comprometida en un 100% para el pago de sueldos, el panorama es complicado para Carrizo, que viene de administrar ANSES donde no padecía el problema de tener que gestionar fondos.

En el caso de Santa María, cada habitante adeuda $26.300 si se considera que tiene una población promedio de 17 mil habitantes. Según se denunció, el incremento de la deuda pública se produjo en el último año de gestión de Sánchez. “¿Saben los santamarianos cuál es la herencia que nos deja el que decía ser el mejor gobierno de los últimos 20 años? Quedan 447 millones de pesos de deuda pública en la Municipalidad de Santa María. La verdad que hasta me solidarizaría con la intendenta Érika Inga, porque ha recibido una bomba de tiempo”, definió el concejal Lagoria.

Hay otros municipios complicados con la transición como Fiambalá y Santa Rosa en los que también se denunciaron deudas millonarias y que complica la gestión de los que asumieron. Estas situaciones confirman la necesidad de contar con una normativa consensuada entre los distintos bloques políticos para regular las transiciones y evitar los desequilibrios que luego se convierten en la reiterada “pesada herencia”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *