Es de suma importancia potenciar la articulación entre el sector público y el privado, de la mano de las comunidades y los diversos públicos de interés.
Por LLYC
Países como Chile o Perú, con características geológicas similares a Argentina, tomaron la decisión de impulsar la minería logrando una participación varias veces mayor al PIB de Argentina. Para tener de referencia, según el Consejo Minero de Chile, el sector tuvo un participación en 2022 del 13,6 % del PBI chileno (solo la minería de cobre generó más de U$S 55.000 millones corrientes). En Argentina, en cambio, tuvo una participación en el 0,57% de la economía nacional, generando un valor bruto de producción de poco más de $ 778.000 millones corrientes, de acuerdo a datos publicados por el Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre la Actividad Minera en Argentina (SIACAM). Compartiendo la misma cordillera, Chile exportó en 2022 unas 15 veces más que nuestro país, indican desde la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM).
Hoy, esta industria es el sexto complejo exportador de Argentina. El año pasado aportó divisas a partir de exportaciones mineras por U$S 3.858 millones mientras que en los primeros 10 meses de 2023 estas acumularon U$S 3.198 millones. Asimismo, en 2022, la minería creó unos 10.000 empleos directos e indirectos. De hecho, la mitad de los municipios que más trabajo generaron en los últimos dos años son mineros: Iglesia y Calingasta (San Juan), Magallanes (Santa Cruz), Andalgalá (Catamarca) y Lago Buenos Aires (Santa Cruz).
Luego del petróleo y del gas, la minería es el sector mejor remunerado del país. Además, contribuye al desarrollo de la cadena de valor, ya que al menos el 80% de los productos y servicios que requiere son de proveedores locales. A nivel impositivo, también hace un importante aporte al país: la carga tributaria es la más alta de la región ya que existen impuestos nacionales como ganancias, derechos de exportación e IVA, entre otros; y también provinciales como regalías, cánones e ingresos brutos, por enumerar algunos.
Compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible
La actividad minera cumple con altos estándares para el cuidado del medio ambiente. Para desarrollar un proyecto, además de presentar un exhaustivo informe de impacto ambiental, se cumplen con certificaciones, marcos normativos y protocolos provinciales, nacionales e internacionales muy estrictos y pormenorizados.
En particular, las empresas mineras en Argentina tienen un sólido compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y es por eso que este fue el primer país latinoamericano en sumarse al programa desarrollado por la Asociación Minera de Canadá, HMS (Hacia una Minería Sustentable) de la mano de CAEM. El país también forma parte de EITI, un estándar global para la implementación de una gestión abierta y responsable de los recursos.
La industria minera beneficia a las economías regionales con empleo genuino y bien remunerado y promueve la educación especializada. Y, de igual modo, se ocupa de generar las condiciones para priorizar el cuidado de las personas, la comunidad y el medio ambiente.
En este sentido, es fundamental para la transición energética, la conversión del mundo hacia energías limpias y la descarbonización. De hecho, el crecimiento de la población y el desarrollo económico impulsan la demanda del cobre, entre otros minerales, el cual se duplicaría para 2050.
Posicionarse en el mundo
La minería, un sector que está cada vez más abierto al diálogo con las comunidades alrededor de sus proyectos, es también un motor para el desarrollo de la infraestructura del interior del país. Además, trabaja en la inclusión y la reducción de la brecha de género y acompaña a las personas para propiciar una mejor calidad de vida. Por la alta innovación de esta industria, además, logra la máxima eficiencia en la utilización de recursos esenciales como el hídrico.
Por ello es de suma importancia potenciar la articulación entre el sector público y el privado, de la mano de las comunidades y los diversos públicos de interés, para ayudar a concretar los proyectos mineros de relevancia. Al hacerlo de un modo responsable, colaborativo y acorde a las directrices y normas internacionales, Argentina puede transformarse y aportar a los objetivos globales de cara al 2050.
No se trata sólo de ser un país con enorme potencial a propósito de sus recursos naturales, su geografía, su clima y su gente. Se trata de proteger a la vez que aprovechar ese potencial para subirse definitivamente al podio de los que cuentan con una minería metalífera sostenible.
El Economista