Los municipios han sido históricamente los encargados de proporcionar a la comunidad los servicios básicos que los vecinos necesitan para acceder a una calidad de vida que los distinga como miembros de una sociedad organizada. Las tareas de recolección de residuos; barrido y limpieza de calles y predios de uso común; y el mantenimiento de calles y alumbrado público, son algunas de las tareas específicas que en ningún momento pueden quedar postergadas, ya que si no se cumplen, el concepto de municipio queda desvirtuado.

Esto no quiere decir que las comunas no puedan encargarse también de otras tantas tareas culturales, deportivas, de acción social y de vinculación con la comunidad, que si bien son importantes, en la escala de valores de los vecinos se ubican unos peldaños más atrás de los servicios mencionados inicialmente, que nunca deben fallar y que en esta nueva etapa de gobierno, que se inicia el 10 de diciembre próximo, deberían optimizarse en búsqueda de ser más eficientes.

Hay comunas que tienen bien entendido este concepto y que, seguramente, continuarán desarrollándolo en beneficio de la comunidad y para mantener el prestigio alcanzado hasta ahora. Tal es el caso de la Municipalidad de Rivadavia, que a pesar del inminente reemplazo de autoridades (Fabián Martín, actual intendente, pasará a ser el vicegobernador de la provincia, mientras que Sergio Miodowsky asumirá la intendencia) no ha dejado en estos últimos días de cumplir con sus campañas de limpieza urbana en distintas zonas del departamento. Este mismo comportamiento es propio de los municipios que no han tenido cambio de signo político, entre los que se encuentran Santa Lucía, San Martín, Chimbas, 25 de Mayo, Caucete, Pocito y Valle Fértil. En las otros departamentos, donde habrá cambios de administración, como en Capital, Sarmiento, Iglesia y Calingasta, se ha producido una especie de impasse que se ve reflejado en una disminución de la labor de limpieza y mantenimiento que los vecinos ya están advirtiendo.

De todas manera es necesario que en todos los departamentos, las comunas replanteen sus políticas de prestación de servicios y ante posibles reducciones presupuestarias que, se cree que se producirán próximamente, se de prioridad a los servicios básicos que son los que motiva a la comunidad a pagar sus contribuciones municipales.

En términos generales es mucho lo que hay que mejorar en materia de servicios básicos de limpieza y mantenimiento, ya que los municipios no sólo deben estar atentos a las necesidades de los centros urbanos. También deben tener en cuenta las zonas semirrurales y rurales donde ahora, más que nunca, se debe mantener la limpieza de los canales que llevan el agua de riego y sus orillas donde se acumulan malezas que son muy peligrosas cuando ocurren incendios u otros siniestros.

Es un hecho que muchos municipios van a tener que reducir sus plantas de personal contratado, pero es de esperar que ese ajuste no se efectúe en las áreas más importantes de las comunas, es decir las áreas de obras y servicios públicos, y pase por aquellas dependencias en las que el mismo trabajo se puede hacer con menos gente