Las veredas, ese peligro al caminar

La justicia falló a favor de una mujer que sufrió una caída como consecuencia del mal estado de la vereda por la que transitaba.

Cada propietario es responsable de garantizar el buen estado de su vereda. Lo particular de la situación es que la normativa indica que de no haber respuesta del propietario, la municipalidad debe adoptar “los recaudos tendientes a mitigar, evitar o anular el riesgo creado a partir de tal contingencia”, y luego poner los mismos a cargo del frentista», cerraron.

Por Redacción de La Nueva. Editorial.

Como resultado del percance, golpeó su cabeza contra el piso, recibió golpes en las piernas, en la cadera y en el torso.

Inició luego una demanda contra los responsables de no tener la acera en buen estado –los propietarios del inmueble— y contra el municipio, encargado en última instancia de exigir que se cumpla con esa tarea.

El Código de Edificación obliga a todo propietario de bien inmueble a construir y mantener en buen estado la acera y le impone a la comuna la fijación de «plazos de iniciación y terminación de los trabajos, cursando la pertinente intimación”.

Lo particular de la situación es que la normativa indica que de no haber respuesta del propietario, la municipalidad debe adoptar “los recaudos tendientes a mitigar, evitar o anular el riesgo creado a partir de tal contingencia”, y luego poner los mismos a cargo del frentista», cerraron.

Luego de consideraciones a favor y en contra de la damnificada, la justicia determinó que la comuna deberá pagarle los gastos que tuvo por las heridas así como una compensación por daño moral, debido a los «dolores que soportó por largo tiempo» y «las heridas en el rostro que afectaron su aspecto».

No es la primera vez que la comuna pierde un juicio por percances sufridos por vecinos debido al mal estado de las veredas. De hecho no se necesita caminar mucho la ciudad para advertir el mal estado de las mismas en cientos de lugares.

Sin dudas el municipio debería instrumentar un área específica para realizar los controles pertinentes, hacer las correspondientes intimaciones y tener la disposición de intervenir de inmediato en caso de no tener respuesta. La posibilidad de caídas y daños para más personas es algo previsible y evidente.

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