La empresa decidió paralizar las instalaciones de San Lorenzo y Ricardone; la falta de granos de soja complicó la operatoria
Vicentin comunicó que paralizó las plantas de San Lorenzo y Ricardone. La empresa comunicó que la medida se tomó por falta de soja para procesar.
A pesar de este escenario, los trabajadores mantendrán el total del sueldo, pero realizarán guardias pasivas. La sequía generó que la industria se quede sin granos para procesar.
La capacidad ociosa de estas empresas creció, a pesar de que importan materia prima para no dejar de trabajar. Esta realidad que vive la industria aceitera impacta más fuerte en Vicentin porque tras el default de 2019 no trabaja con granos propios. La empresa trabaja a fasón.
Según informó el Sindicato de Obreros Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) esta decisión afecta a 1100 personas, entre trabajadores directos e indirectos. “Es una situación similar a la que ocurrió allá por 2020, la empresa frena la actividad por falta de materia prima para procesar y los trabajadores realizan guardias pasivas, es decir se quedan en sus casas salvo en los casos en los que están afectados a tareas de mantenimiento”, señaló a La Capital el secretario general del SOEA, Daniel Succi.
Al mismo tiempo, el director independiente de la empresa, Estanislao Bougain, comentó que las plantas van a estar operativas hasta volver a tener disponibilidad de soja. “Puede ser febrero del año que viene”, detalló a La Nación.
El directivo explicó que es un cierre programado muy importante, ya que el personal ingresa en guardias pasivas. “Esto implica que cobran el 100% del salario, pero se quedan en sus casas”, puntualizó.
El sector explicó que las plantas trabajan a muy poco nivel de capacidad instalada. Vicentin no es la única, otras plantas ya pararon o desaceleraron su actividad.
Los directivos de Vicentin plantearon que la imposibilidad de avanzar en el concurso, no les permite comprar materia prima. Otras plantas importan granos. Una de las medidas que anunció el Gobierno tiene que ver con darle mayor posibilidad de compra a las exportadoras para traer granos y exportar subproductos.
Por otra parte, se informó que esta decisión no afecta a las plantas de biocombustible, ni a Renova. “Comenzarán a entrar en vacaciones, pero el que más tiene llega a 35 días y acá podría pararse hasta por seis meses”, explicó el dirigente gremial.
“La capacidad instalada de la industria ya excede a la producción cuando hay buena cosecha, con la mitad de volumen no hay números que le cierren”, agregó