Ushuaia, donde el mundo comienza

El otoño pinta de dorados y rojos los bosques de los Parques Nacionales Tierra del Fuego y Lapataia.

El otoño. Todavía permite hacer una caminata por la playa del canal de Beagle y recoger caracoles. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Apenas mil kilómetros antes de la Antártida, Ushuaia se levanta al pie del monte Olivia y el glaciar Martial, junto al canal Beagle. Aquí la cordillera de los Andes, que en toda América del Sur corre paralela al océano Pacífico, se junta con el Atlántico indicándonos que el continente llegó a su fin.

Ushuaia nació como ciudad alrededor de un presidio construido en 1902. Fue una estrategia para poblar esta zona alejada. Hoy en la cárcel funciona el Museo del Presidio, donde pueden verse los pabellones y celdas originales y escuchar las escalofriantes historias de célebres villanos. El presidio está a pocas cuadras del centro, donde puede apreciarse la típica arquitectura fueguina con sus paredes de madera revestidas en chapas de zinc y los techos, también de chapa, con ángulos agudos para evitar la acumulación de grandes cantidades de nieve. Basta ir hasta el puerto y caminar 20 metros por el muelle que se adentra en el mar, para tener una de las mejores vistas de la ciudad con la montaña atrás. La actividad principal de los presos era ir a buscar leña a los bosques cercanos en un tren de trocha angosta. Hoy, el Tren del Fin del Mundo.

“El Petiso Orejudo”. Algunos presos alcanzaron gran notoriedad, como Cayetano Santos Godino, el múltiple homicida tristemente conocido con ese apodo. (Gentileza: Mario Cherrutti)
“El Petiso Orejudo”. Algunos presos alcanzaron gran notoriedad, como Cayetano Santos Godino, el múltiple homicida tristemente conocido con ese apodo. (Gentileza: Mario Cherrutti)

EXPERIENCIAS EN EL FIN DEL MUNDO

El Tren del Fin del Mundo, parte de una pintoresca estación ubicada a ocho kilómetros de la ciudad, a la vera del río Pipo, y se interna en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Ambientado como en el siglo pasado e impulsado por una locomotora a vapor, el tren atraviesa el Cañadón del Toro y va parando en cuatro estaciones hasta llegar al Parque Nacional Lapataia. Desde la ventana se ven bosques, ríos, valles, turberas y un gran cementerio de árboles dejados por los presos. Las turberas o turbales, son una capa esponjosa de musgo y materia orgánica característica de Tierra del Fuego.

La porción más austral de los bosques. El Parque Nacional Lapataia fue creado en 1960. No está permitido caminar por fuera de las pasarelas que cuentan con varios miradores. (Gentileza: Mario Cherrutti)
La porción más austral de los bosques. El Parque Nacional Lapataia fue creado en 1960. No está permitido caminar por fuera de las pasarelas que cuentan con varios miradores. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Después de 45 minutos llega a la Estación Parque, desde donde se puede seguir el paseo a pie por senderos que bordean la Laguna Negra hasta llegar a la bahía de Lapataia donde termina –o empieza– la ruta panamericana que une el punto más austral del continente con Alaska, a 17.848 kilómetros.

La porción más austral de los bosques. El Parque Nacional Lapataia fue creado en 1960. No está permitido caminar por fuera de las pasarelas que cuentan con varios miradores. (Gentileza: Mario Cherrutti)
La porción más austral de los bosques. El Parque Nacional Lapataia fue creado en 1960. No está permitido caminar por fuera de las pasarelas que cuentan con varios miradores. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Los bosques junto al lago Fagnano y el canal de Beagle, verdes en verano, se vuelven rojos, naranjas y dorados en otoño. El clima todavía permite bajar a la playa sobre el Beagle y hacer una caminata crujiente, ya que todo allí son caracoles.

La gastronomía fueguina tiene sus platos estrella a base de merluza negra y la centolla. Si el filet no alcanza los cinco centímetros de alto, no es merluza negra. La centolla pescada artesanalmente en el canal de Beagle, suele pesar hasta dos kilogramos. Estuvo al borde de la extinción por sobrepesca hasta que, en 1994, se impuso una veda total. Hace pocos años se permitió pescarla nuevamente con una veda de noviembre a enero.

Desde el muelle. Se aprecia el centro de la ciudad y el particular edificio del casino, ya cerrado, con forma de cola de ballena. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Desde el muelle. Se aprecia el centro de la ciudad y el particular edificio del casino, ya cerrado, con forma de cola de ballena. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Desde el agua se aprecia otra silueta de la ciudad. Las embarcaciones parten del Muelle Turístico Eduardo Brisighelli. Algunas navegan por el canal de Beagle; pasan por la isla Alicia habitada por una colonia de leones marinos; rumbea a la isla de los Pájaros, donde pueden verse cormoranes reales e imperiales; para llegar después al Faro Les Éclaireurs, más conocido como el faro del Fin del Mundo, construido en 1919 y símbolo de la ciudad.

El faro del fin del mundo. Llamado Les Éclaireurs ha desafiado las tempestades del sur desde 1920. (Gentileza: Mario Cherrutti)
El faro del fin del mundo. Llamado Les Éclaireurs ha desafiado las tempestades del sur desde 1920. (Gentileza: Mario Cherrutti)

De regreso, otras embarcaciones paran en la Isla Bridges, que permite conocer la historia de los indios Yámanas. En esta isla se encuentran los concheros antropogénicos yámanas más grandes de la región, cúmulos de restos orgánicos: huesos y dientes de mamíferos marinos, y valvas de mejillones de los que se alimentaban, que encendían para calentarse. Esto fue lo que vieron los españoles e inspiró el nombre Tierra del Fuego.

Cerca del Puerto. Un parque paralelo al canal de Beagle, invita a sentarse a ver el movimiento de los barcos. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Cerca del Puerto. Un parque paralelo al canal de Beagle, invita a sentarse a ver el movimiento de los barcos. (Gentileza: Mario Cherrutti)

Más adrenalínico son los vuelos en helicóptero que parten desde el antiguo aeropuerto local. Desde el aire, la ciudad se entiende con un giro de cabeza. Al oeste, vemos el Canal Beagle y el Monte Susana, y hacia el este tenemos una vista completa de la ciudad: la cordillera de los Andes, el Glaciar Martial, los montes Cinco Hermanos y el Monte Olivia.

El Glaciar Martial se ve a simple vista desde cualquier punto de la ciudad. Se puede subir con una aerosilla y tomar un chocolate caliente en la Confitería Miralejos.

En las noches largas del invierno o los interminables días del verano, Ushuaia ejerce el encanto de ser el comienzo del mundo.

Los lupines. Son las flores características de la zona, hay de varios colores y pueden alcanzar los dos metros de altura. (Gentileza: Mario Cherrutti)
Los lupines. Son las flores características de la zona, hay de varios colores y pueden alcanzar los dos metros de altura. (Gentileza: Mario Cherrutti)

DATOS ÚTILES

Cómo llegar

Aerolíneas Argentinas vuela sin escalas a Ushuaia los jueves, desde $69.947. Tel. 0810-222-86527. Sitio web: https://www.aerolineas.com.ar/

Dónde dormir

Los Cauquenes. De la Ermita 3462, Barrio Bahía Cauquén. Tel. (02901) 44-1300

https://www.loscauquenes.com. Desde 360 dólares, la habitación doble con desayuno. Acceso al spa, transfer in/out al aeropuerto, shuttle al centro varias veces al día.

Más información

Sitio web: https://findelmundo.tur.ar/es

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