Energía y desarrollo a futuro del NOA

Hace pocos días, el Sr. Alberto Kozicki, del Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico, un organismo nacional, se refirió a la ejecución inmediata de un par de obras concretas de interconexión en la zona Tucumán-Catamarca con el fin de mejorar y elevar la eficiencia del suministro de energía al oeste de nuestra provincia. Pero, lo más llamativo quizás haya sido el segundo anuncio, el de que está en estudio una conexión directa al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) en 500.000 voltios, lo cual representaría un salto cualitativo en el suministro al oeste provincial porque lo pondría en conexión directa a la red nacional, sin pasar por intermediarios en el servicio en la zona de Tucumán.

Por Rodolfo Schweizer-El Ancasti

Esta nueva situación merece una consideración aparte por lo que puede representar en el desarrollo de todo el NOA, dependiendo de la visión que se aplique a la obra en cuestión. Insistimos en esta perspectiva porque es imposible pensar en un país en progreso si no se tiene una base energética confiable, redes apropiadas de comunicación vial y ferroviaria y sistemas digitales de comunicación que nos acerquen y den protagonismo en el comercio mundial. Las obras energéticas anunciadas, por pequeñas y aisladas que parezcan, ayudan, pero si se piensa en interactuar con el mundo en una industria como la del litio y sus aplicaciones industriales, por ejemplo, una línea troncal de 500.000 voltios conectada al sistema nacional, es imprescindible. Sin ir más lejos, Albemarle, la principal productora de litio en Chile y el mundo, acaba de anunciar que se alimentará de la red nacional de Chile porque, obviamente, a su nivel no se pueden admitir sistemas precarios de alimentación energética de baja confiabilidad. En nuestra región, que La Alumbrera en sus comienzos se haya construido su propia línea de alta tensión para poder funcionar, ilustra y demuestra este punto.

La realidad es que hoy por hoy, el carácter radial de las líneas que alimentan el oeste provincial las hace poco confiables al no ofrecer alternativas en caso de accidentes o fallas y, por lo tanto, cualquier aspiración productiva en el campo industrial minero, es una utopía. Los cambios a introducir ahora aumentan sin duda la confiabilidad del sistema, pero si de desarrollar industrialmente el NOA se trata, una línea en 500.000 voltios es imprescindible por razones eléctricas, no políticas. Para entender de que se trata todo esto, empecemos por el principio.

La infraestructura actual y nueva hacia el oeste

El sistema actual de alimentación eléctrica al oeste comprende dos líneas separadas de alta tensión. Una en 132.000 voltios que arrancando en Tucumán pasa por Agua Blanca, Villa Quinteros, Aconquija y llega a Andalgalá, para seguir desde ahí a Belén, Tinogasta, Saujil y pueblos aledaños. La otra es la que arranca en El Bracho en 220.000 voltios y termina en La Alumbrera, pasando por Ampajango (trazo en amarillo).

La nuevas obras anunciadas por el Sr. Kozicki, marcadas en trazo negro solido con flecha, comprenden lo siguiente. La primera prolonga la línea El Bracho-Alumbrera hacia Belén pasando por la localidad de El Eje, donde se rebajará la tensión de 220.000 a 132.000 voltios. La segunda comprende una interconexión que une Villa Quinteros directamente a El Bracho en 132.000 voltios, que es por donde pasa la línea de SADI en 500.000 voltios (en trazo rojo sólido desde Recreo hacia Cobos en Salta). De esta forma, Villa Quinteros tendrá doble alimentación, ya sea la existente desde Tucumán y/o la nueva desde El Bracho. Una vez que estas obras se pongan en servicio, todas las ciudades y pueblos del oeste de nuestra provincia se incorporarán a un anillo eléctrico que les asegurará el servicio a través de cualquiera de esas alternativas.

La opción a futuro: linea en 500.000 voltios

Ahora bien, volviendo al principio, la idea propuesta por el señor Kozicki de una conexión en 500.000 Voltios desde Salta hacia el oeste del NOA no es nueva, como lo dijimos en Enero 2022 en este medio (https://www.elancasti.com.ar/opinion/la-crisis-energetica-y-el-desarrollo-del-noa-n489115), pero es limitada al no pasar de Belén, según entendemos por su declaración. Lo que nosotros sugerimos entonces era un corredor energético de 500.000 voltios entre Cobos (Salta) y Mendoza siguiendo la Ruta 40, el cual puede servir para potenciar no solamente el suministro a Catamarca como el funcionario pretende, sino también para potenciar todo el oeste de nuestro país. Esta visión energética debería también considerar una posible interconexión con Chile, si es que se quiere llevar adelante un proyecto integrador de todos los países de esta región, lo cual va incluso más allá de lo energético.

Nuestra propuesta de largo alcance proponía una conexión en 500.000 que, arrancando en Cobos, cruzaría Salta, Tucumán, Catamarca La Rioja y San Juan por el oeste y en Mendoza se conectaría para cerrar un anillo energético con las líneas que vienen del Chocón y van hacia la Central Atómica en Rio Tercero y al sistema Centro-Litoral (Atucha, Salto Grande, etc). A su vez, más cerca de nosotros, esa red troncal energética por la Ruta 40 debería unirse a la línea de 500.000 voltios que llega a La Rioja desde Recreo. Catamarca capital y todo el oeste quedarían así dentro de un anillo que le aseguraría un suministro energético seguro y confiable desde esa línea hipotética Salta-Mendoza y desde la existente que pasa por Recreo.

Recordemos también que al corredor energético en 500.000 voltios del cual hablamos, no lo limitábamos en su alcance a lo inmediato, como es el aprovechamiento del litio, sino que lo integramos al concepto de desarrollar un nuevo eje de desarrollo nacional Este-Oeste, donde la construcción de un Corredor Bioceánico sería el eje de una franja de desarrollo territorial que incluiría al sur del Brasil, a nuestro país desde Paso de los Libres (Corrientes)hasta el Paso de San Francisco o Pircas Negras y a la región centro norte de Chile para salir hacia el Pacifico por Puerto Caldera, Antofagasta o Iquique, un puerto internacional con un PBI superior a la suma de todo los PBI sumados de las provincias de nuestro NOA. Una obra de esa magnitud se pagaría a sí misma y generaría un desarrollo económico que cambiaría para siempre el mapa económico del Cono Sur en Sudamérica.

A esta altura cabe preguntarse cómo se puede implementar este tipo de obras. Las respuestas son varias, pero todas demandan una visión futura de desarrollo completamente diferente al actual. Debemos entender y comprender que obras de esta magnitud solo pueden llevarse a cabo sobre la base de una colaboración entre nación y provincia, a la que hay que agregar la participación del capital privado, nacional e internacional, dado el carácter del tema. El ser socio, no solamente proveedor de materia prima, le puede abrir a nuestro país y a nuestra región las puertas para una participación comercial en esto de tratar de agregarle valor a nuestra materia prima, en vez de seguir atados al cobro de un royalty miserable por extracción en boca de mina y a fondos fiduciarios de alcance limitado. Obviamente, todos sabemos que navegar en este terreno tiene sus problemas en un país como el nuestro, pero no podemos seguir atados a modelos obsoletos de desarrollo frente a un mundo que senos escapa a bordo del desarrollo tecnológico y científico, entre otras cosas. Va siendo hora de superar la idea colonial de confiar en la extracción y exportación de recursos naturales como medio de prosperidad. Hasta hoy, esa conducta económica solo sirvió para mantener un estatus quo social cuyo fracaso está a la vista de todos

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