Realismo mágico: el consumidor paga casi $ 4 por cada $ 1 que recibe el productor

Las dos puntas de la cadena continúan siendo las más perjudicadas de un sistema que no logra achicar la brecha.

El vaivén de los precios de los productos de la canasta básica. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva y Archivo LN.

Se trata del incremento más importante desde octubre último del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), que elabora todos los meses —con una canasta de 20 productos— el área de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

La secuencia se inicia en septiembre último, con $ 3,4 por cada peso recibido por el productor y se extendió por octubre, con $ 3,7; noviembre, con $ 3,6 y diciembre, con $ 3,4. En este enero fue de $ 3,5; en febrero, de $ 3,1; en marzo, de $ 3,7 y en abril, de $ 3,8.

En el reciente abril, y más allá de las obvias cuestiones estacionales, los productos de mayor brecha entre origen y destino fueron limón, 16,9 veces; cebolla, 15; naranja, 10,1; mandarina, 6,9 y zanahoria, 6,7 veces.

En la cebolla se apreció un aumento de precios tanto al productor (9,4 %), como al consumidor (5,5 %). En cítricos dulces, si bien los precios de la naranja subieron el 11 % en góndola y los de la mandarina bajaron 10,5 %, registraron bajas mensuales en origen (—28,4 y —12,8, respectivamente), al iniciarse la temporada —con exceso de oferta— en la provincia de Entre Ríos.

En la zanahoria se observó una caída del 10,7 % en origen y una suba del 14,5 % en destino, aumento que responde a una mejora de calidad de la producción.

Para el mismo período, los de menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor están los huevos, con 1,9 veces y el pollo, con 2,3. Así, los primeros se incrementaron 22,4 % en origen y 19 % en destino; y el precio del pollo subió el 37 % al consumidor y disminuyó el 11,3 % al productor. El tema es puntual: la detección de un caso de gripe aviar obligó al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) a interrumpir las exportaciones y, por ende, la demanda se redujo.

Brecha IPOD de abril 2023: Diferencia entre el precio de origen y el precio del destino. / Fuente: Economías Regionales CAME

En el caso del IPOD frutihortícola, los precios de los 19 productos que integran la canasta se multiplicaron por 6,7 veces en abril; es decir, un 13 % más con respecto a marzo último.

Del denominado IPOD ganadero, que aporta 5 productos y subproductos, el consumidor abonó 3 veces más de lo que recibió el productor.

Más allá de la coyuntura, la problemática excede la escalada inflacionaria de los meses recientes en nuestro país, ya que deviene de cuestiones estructurales que aquí no abordaremos, pero la exacerba por la recurrente exposición de las dos puntas de la cadena que sostienen el sistema.

Por un lado está el productor, que pone su tierra (si no alquila) y corre con todos los riesgos de una inversión millonaria a cielo abierto, más las particularidades de hacerlo en la Argentina (ayer, hoy y, eventualmente, mañana).

En el otro extremo, el consumidor acuerda (sin acuerdo) pagar un alimento hasta cuatro veces más (en el mejor de los casos) respecto del valor referenciado a quien lo produjo.

Para decirlo de una vez, la cuestión se resuelve en los costos de comercialización; en la intermediación, desde el transporte hasta la logística y, especialmente, por los impuestos que, en algunos casos, superan la consideración de distorsivos. Y que siempre se terminan pagando en góndola de supermercados o en comercios de barrio.

La propia CAME ha expuesto, no pocas veces, la difícil trama de incrementos que, en ocasiones, se alejan de las cuestiones naturales de la comercialización.

En este abril, entre los de menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor están los huevos (1,9 veces), como se aprecia en una imagen de esta semana en la ciudad.

“Las razones están en los altos costos de logística y fletes; la elevada carga fiscal; los abusos de muchos intermediarios y hasta las especulaciones y oligopolios en la oferta en el eslabón comercial generan abultados márgenes que explican la evolución irracional de los precios”, se indicó desde la Cámara.

En este sentido, y seguramente para hacer frente al flagelo, el ministerio de Economía de la Nación, encabezado por el Dr. Sergio Tomás Massa, lanzó esta semana la propuesta para convertir al Mercado Central en importador directo de productos básicos de la canasta de consumo. El objetivo es, según se indicó, justamente, lograr el ahorro de aranceles, impuestos e intermediarios.

Se explicó así: “Ante la detección de distorsiones en los precios de los alimentos por parte de la secretaría de Comercio por el abuso de empresas con posición dominante de mercado, se podrán importar productos en forma directa con arancel cero”.

El planteo aportó, incluso, la solución: “Se creará mayor oferta de productos sin costo de intermediación, porque serán ofrecidos al público y a comercios minoristas de manera directa. (…) Cada comercio de cercanía puede ser un cuotapartista aportando fondos para la compra centralizada, generándose mejores precios y eliminando la intermediación en la venta de dichos productos y los abusos de los distribuidores y las grandes empresas”.

Como siempre la teoría difiere de la práctica, aquí sólo hay que esperar los resultados. Mientras tanto, el productor seguirá trabajando y el consumidor no podrá dejar de alimentarse. Al costo de los precios de góndola.

La Nueva Provincia

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