En las 10 hectáreas había hasta hace un tiempo un enorme basura. Se tuvieron que sacar más de 500 camiones repletos con todo tipo de desechos.

En el paseo se destaca un gran paseo de arbustivas serpenteado por senderos terminan en una imponente estatua ecuestre de Juan Bautista Bustos, que se eleva a más de siete metros del suelo. Son más de 70.000 plantas que generan un sistema ecológico que es aprovechado por distintos tipos de insectos.

Mauro Leone, de la empresa que diseñó y ejecuta el parque, explicó que el 30% son especies nativas, y que para que prosperen hubo que hacer un importante trabajo con los suelos. “En el recorrido vas a ver desde carquejas, romero, tomillo y salvia hasta plantas ornamentales. El cantero genera dos cosas: que germinen las semillas de los quebrachos y algarrobos, que se estaban muriendo. Y ya hay unos gusanos amarillos, que son larvas de mariposa monarca”, agregó.

Llama la atención la cantidad de insectos polinizadores que hay en los canteros: abejas, cascarudos y muchísimas mariposas. “En 20 días, todos los gusanitos que hay van convertir este lugar en un mariposario gigante. Y eso es porque la asociación de las plantas que se pusieron está pensada para que pase eso”, detalló.

Todos los canteros cuentan con riego por goteo, y el césped tiene riego por aspersión. Pero se trata de agua que proviene de una perforación a 50 metros, de la misma napa que se alimenta del agua que cae en superficie.

Hay viejos talas, algarrobos, chañares y quebrachos, que se complementarán con un bosque de 50 lapachos rosados que se acaban de plantar.

JUEGOS Y RUINAS

En el paseo hay 14 plazas de juegos infantiles de diferente tipología con pisos de caucho antigolpes, mobiliario urbano y una amplia batería de baños.

El río Suquía se integra de dos formas. Primero, con los balcones que se generaron que permiten una importante visual del curso de agua y de las barrancas naturales.

En segundo lugar, por los restos del antiguo Molino de Roqué, ubicado a metros de la costa del río. “Luego de las excavaciones arqueológicas y la recuperación de los que fueron objeto, permiten una visión impactante de este patrimonio que data de 1830 y se encontraba enterrado en las márgenes del río Suquía”, dice Mauro.

También se procedió con la recuperación de otro espacio histórico; el ingreso al Antiguo Túnel excavado a mano sobre la barranca del río para conducir agua al molino. Su recorrido interior es de 180 metros y los visitantes podrán llegar hasta el ingreso.

Volviendo al parque, los senderos tienen 1,5 kilómetros de extensión y cuentan con un sistema de iluminación que incluye más de 400 luminarias que no está pensado como alumbrado público. Por eso son artefactos de baja altura que destaca tanto los recorridos peatonales como los principales ejemplares de árboles nativos que se distribuyen en las zonas de bosque, praderas y barrancas.

Sobre la colectora Cárcano se está finalizando la construcción de un bar de más de 400 metros cuadrados que funcionará asociado al parque y cuyo salón y amplia galería tiene vistas privilegias del Jardín de Bustos, el monumento y del entorno.

Cuenta con dos ingresos principales; uno sobre colectora y otro frente al ingreso del parque del Kempes, sobre la calle Puente 15. En esos mismos puntos están distribuidos sus 8.000 metros cuadrados de estacionamiento, con capacidad para más de 220 vehículos.