Neuquén. El IPC maldito, la alarma de Gutiérrez y el decreto disciplinador de Gaido

El 8,9% de inflación en Neuquén puso en alerta naranja al Gobierno provincial. Gaido pasó a los hechos y firmó un decreto para enfrentar el «desmadre» económico nacional. La Justicia neuquina y su agonía financiera no tienen fin.

La inversión programada, inicial, será de 10 mil millones de pesos; pero a la luz de los acontecimientos económicos el rendimiento de esa cifra multimillonaria será relativo en la medida que la inflación siga en aumento.

La tijera del “Lord Mayor”

El intendente de la ciudad de Neuquén, Mariano Gaido, fue el primero en definir acciones concretas de modo de que la inflación futura afecte, lo menos posible, a las finanzas de la comuna capitalina. Lo hizo a través de la firma de un decreto en el que establece medidas de austeridad en todo lo atinente al funcionamiento de la administración municipal.

Suspendió el ingreso de personal, la concreción de nuevos contratos de servicios y la readecuación de costos de contratos vigentes. Todo en el marco de emergencia económica a raíz de la falta de respuestas concretas del gobierno nacional para apaciguar la espiral inflacionaria.

La decisión del “lord mayor” capitalino muestra el daño que la espiral inflacionaria ocasiona en las administraciones públicas.

La situación también era analizada con máxima preocupación en el gabinete provincial y en el Tribunal Superior de Justicia.

Alerta naranja en provincia

El gobernador de la provincia, Omar Gutiérrez, desde la tarde noche del viernes mantiene conversaciones constantes con el ministro de Hacienda provincial, Guillermo Pons; quien le acerca informes sobre la marcha de las distintas variables económicas nacionales e internacionales y las consecuencias que podrían recaer sobre las finanzas públicas provinciales.

“Estamos en alerta naranja”, respondió uno de los ministros neuquinos cuando este cronista pidió precisiones sobre el impacto del 8,9 por ciento de inflación en la provincia.

Como ya lo adelantáramos algunos domingos atrás, el gobierno de la provincia está siendo rehén del acuerdo salarial que firmó con los gremios que representan a la totalidad de los empleados provinciales. Pons, observa la evolución del IPC y realiza simulaciones futuras de los incrementos salariales que habrá que enfrentar durante el próximo semestre.

“Si todo sigue así de descontrolado, los incrementos salariales se van a llevar casi el 90 por ciento del presupuesto provincial de 800 mil millones de pesos estimado para este año”, agregó el funcionario provincial.

Gutiérrez y Pons, analizan los pasos a seguir y durante los primeros días de la semana sería muy posible que se anuncien medidas específicas para contener el gasto.

TSJ y los números que no cierran

En la Corte neuquina, los vocales no encuentran palabras para graficar el estado de situación de las finanzas del Poder Judicial. Al igual que el Poder Ejecutivo Provincial, más del 95 por ciento del presupuesto de funcionamiento de este año estará financiando la masa salarial de empleados y funcionarios judiciales. Recordemos que el presupuesto aprobado orilla los 41 mil millones de pesos.

“En un escenario de recalentamiento de la economía se hace muy difícil planificar y mucho menos tomar decisiones a futuro”, comentó uno de los vocales del tribunal.

Se asume que todo lo planificado está parado y que se cuentan las monedas para poder asegurar los salarios de los empleados.

También confirman que el presente es muy difícil y que sin medidas “sanadoras” a la vista, el corto y mediano plazo estarán mucho más complicados. Incluso no descartan que el Ejecutivo Provincial tenga que realizar giros extraordinarios para reforzar las alicaídas arcas de la justicia neuquina.

“Con los números a la vista y el escenario a futuro, lo más posible es que ingresemos al próximo semestre casi desfinanciados”, indicaron desde el TSJ.

¿Declaración de emergencia económica?

Salud, Seguridad y Educación; son las áreas más comprometidas en la demanda de servicios más eficientes de parte de la comunidad. Distintas versiones indican que, de profundizarse la crisis económica nacional, el gobierno neuquino podría llegar a declarar la emergencia económica de modo de readecuar partidas presupuestarias privilegiando las urgencias del momento.

En el ámbito legislativo, el vicegobernador, Marcos Koopmann, de bajísimo perfil después de la elección provincial del 16 de abril, realizó los deberes una semana antes de que se conociera el “maldito” IPC de abril.

Descartó muchas acciones comunitarias, dejando las de mayor envergadura, compartidas junto a la Municipalidad de Neuquén. No obstante, allegados al vicegobernador, indicaron que “el momento económico es preocupante y que de acuerdo a las ultimas correcciones realizadas vamos a llegar a diciembre sin sobresaltos”.

Intendencias con escasos recursos

Un capítulo aparte son las administraciones municipales de segunda y tercera categoría, que junto a las Comisiones de Fomento, tienen sus finanzas atadas al “humor” del gobierno provincial.

Sin recursos propios, asumen los compromisos de aumentos salariales de sus empleados que están “atados” al acuerdo salarial que provincia pactó con los sindicatos estatales. Allí también se esperan grandes urgencias. Sin fondos propias y ante la demora, ya hasta disminución, de las remesas enviadas por el ministerio de economía provincial; es muy posible que el cuadro social en el interior de la provincia comience a deteriorarse cada vez más.

Desde el ámbito gremial se acepta que la situación es preocupante y que todo se origina con la política económica errática que lleva adelante el gobierno nacional. Descartan cualquier revisión de los acuerdos salariales firmados oportunamente y se desentienden sobre el desfinanciamiento de los Poderes del Estado al indicar “son ellos los que tienen que agudizar el ingenio y campear el temporal, para eso han sido elegidos”.

El debate sobre las causas

Analistas económicos coincidieron en que el recalentamiento de la economía neuquina está atado a la actividad petrolera, pero que en el ultimo tiempo el mayor poder adquisitivo y quienes sostienen los niveles de consumo son los empleados públicos.

Quizás sea un nuevo frente en el debate que se abre a nivel local sobre el juego de las responsabilidades con respecto al 8,9 por ciento de inflación que, en el mes de abril, perforó el bolsillo de todos los neuquinos.

Para junio se especula con un nivel inflacionario de dos dígitos. Las luces de alarma están sobre los despachos del gobernador, Omar Gutiérrez y el ministro de Hacienda, Guillermo Pons. La preocupación es elevada, la esperanza escasea y la transición hacia el 10 de diciembre, recién comienza.

La Mañana de Neuquén

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