
TGS, ha anunciado que está evaluando nuevos proyectos en Vaca Muerta, una formación de hidrocarburos no convencionales, y planea utilizar parte de sus activos financieros para financiar estas iniciativas. La empresa tiene una caja de 112.000 millones de pesos (US$ 491 millones) y ha estado acumulando y reinvirtiendo activos en pesos debido a los controles de capital que restringen el pago de dividendos en el exterior.
TGS también ha contratado ingenieros para que realicen los estudios económicos de una planta de GNL modular. La empresa ha anunciado planes para construir una planta de licuefacción modular en Bahía Blanca, en la costa de la provincia de Buenos Aires, en asociación con la empresa de logística estadounidense Excelerate Energy. Sin embargo, para destrabar la inversión probablemente se necesitará un marco regulatorio asociado y garantías de flujo constante de gas.
En cuanto a otros importantes proyectos midstream de gas que Argentina tiene en carpeta, la estatal Energía Argentina está preparando las bases de licitación para los trabajos de inversión de flujo y construcción de tuberías para el Gasoducto Norte. Las autoridades también están planificando una licitación para la segunda fase del gasoducto de Vaca Muerta, obra que probablemente requerirá inyección de efectivo del sector privado.
TGS ha registrado una utilidad neta de 5.663 millones de pesos en el primer trimestre de 2023, inferior a los 16.748 millones de pesos del 1T22, lo que obedeció principalmente a una caída en los precios de referencia internacionales del GLP y la gasolina natural, así como por el efecto de la inflación, que creció a un ritmo mayor que las alzas de tarifas de transporte de gas.