Podemos recordar el Día de la Minería reflexionado sobre diferentes aspectos que la involucran. Existe una parte de la sociedad que considera beneficioso más que desfavorable a la minería. Porque existe el empleo genuino, beneficio para las comunidades originarias aledañas, impuestos que ingresan a los municipios, a la provincia y a Nación, sueldos muy superiores a empresa de otras actividades. El famoso «derrame» que beneficia económicamente a pymes, empresarios de diferentes rubros. Y comunidades originarias que además del empleo, participan como proveedores de servicios. Por lo tanto en esta compleja actividad se benefician miles de personas. La minería se desarrolla con técnicas modernas y controles ambientales estrictos en relación a otras actividades industriales. La minería se desarrolla en regiones inhóspitas, donde no es posible otra actividad similar. Según algunas estimaciones, por ejemplo, si una empresa minera genera cien pesos, aproximadamente 70 pesos queda en el país y 30 pesos se lleva la empresa que aporta las inversiones y asume los riesgos económicos.
Otra parte de la sociedad exige más controles y obtener mayores beneficios para el Estado, por ejemplo, en el caso del litio, generar un impacto positivo en la economía del país a través de la producción y exportación, potenciar el crecimiento y permitir su inserción en cadenas de valor agregado y además estatizar el recurso minero. El Gobierno nacional tiene problemas para avanzar con estas estrategias, porque debe acordar con las provincias, considerando que son dueñas de los recursos mineros según la Constitución Nacional.
Existen varios temas no resueltos o no revisados, por lo tanto genera desconfianza en algunos sectores de la sociedad. Pongamos algunos ejemplos, en los años 90 se emitieron leyes de Promoción minera, se habla de revisarlas considerando el tiempo transcurrido, finalmente todo sigue igual. El Código de Minería no acompaña los cambios en la minería moderna, también se habla de revisar. La Ley de Humedales no termina de definirse. En la Ley de glaciares continúan las discusiones. El litio no tiene precio de referencia y genera desconfianza. Las regalías están en discusión hace mucho tiempo. En Argentina, todo parece difícil de resolver. Mientras se piensa y discute, algunas empresas finalizaron la explotación minera y siempre estará la duda de, cuanto perdemos o cuanto ganamos.
Desde el origen del Estado argentino, tenemos la tradición de pensar mientras pasa el tiempo. Con el primer gobierno patrio en 1810, se dictaron algunas normativas mineras y continuaron otras según las necesidades. En la Asamblea del año 1813 se dicta la primera Ley de Fomento Minero, a partir de entonces se instituye el Día de la Minería. Después de transcurrir aproximadamente 70 años, se aprobó el Código de Minería, mientras tanto las cuestiones no contempladas por las Normativas, se regían según las «Ordenanzas Reales de la Minería» de la Colonia Española emitidas en 1784.