El caso más emblemático fue el enfrentamiento entre un limpiviadrio y un conductor en enero, una situación que terminó en la Justicia provincial. El primero terminó agrediendo al segundo y lo dejó con fractura en el maxilar y hundimiento de pómulo en enero. Todo comenzó cuando la víctima se negó a que le limpiaran el parabrisas.

A lo largo de la transitada arteria que costea el canal y que divide a Ciudad de Guaymallén se pueden ver a varios hombres jóvenes con una botella que contiene detergente, agua y el cepillo para que, una vez que el semáforo frene los vehículos, puedan hacer su trabajo y recoger unos billetes al paso.

Algunos se quedan en un costado y preguntan mediante señas si quieren el servicio exprés, pero otros directamente sin consultar realizan la tarea y exigen que les paguen, a pesar de la negativa de los conductores.Mario Campos, secretario de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Mendoza señaló a El Sol que, a diario, la policía detiene a cerca de siete jóvenes, que son detectados realizando esta actividad prohibida a través de las cámaras de videovigilancia.

 La multa por realizar esta actividad tiene un valor de $7.830. Aun así, la mayoría son ejecutadas porque no fueron pagadas y quedan en apremio. Es decir, quedarán en el olvido.

“Algunos son muy pesados y por eso se los lleva la Policía, pero si preguntas con respeto no te pasa nada y  te dejan trabajar tranquilo”, explicó un joven de 23 años que buscó tomar distancia de otros limpiavidrios. El muchacho señaló que son los mismos conductores los que llaman al 911 para denunciarlos por agresiones.

Sin embargo, hay estrategias básicas para evitar la ley. Una vez que se acerca el móvil policial, los jóvenes cruzan hacía el lado de Guaymallén y simulan estar en una parada o esperando a alguien.

Jorge Carrizo, director de Servicios Comunitarios, Seguridad Vial y Defensa Civil de Guaymallén sostiene que es un problema que tienen en la Costanera y en los alrededores del municipio. Sin embargo, la comuna los sanciona siguiendo el Código de Contravenciones de la provincia, ya que no tienen ninguna ordenanza que los multe.

“No es diario, pero si es algo que ocurre que provocan  a la gente o les rayan el auto, sino les pagan. Es por eso que trabajamos con la Policía que se los llevan”, sostuvo Carrizo, quien señaló que no es la solución sancionarlos.

El director de Servicios Comunitarios sostuvo que no pueden tener un móvil apostado en los lugares que están los limpiavidrios y señaló que  “las multas quedan en la nada”. Es por eso que desde el municipio decidieron ayudarlos para evitar que hagan esa actividad.

En esa misma línea, explicó que la comuna ha trabajado con ONGs y les han otorgado subsidio de alquileres, ya que sostiene que muchos están en situación de calle.

“Debemos ver cómo podemos ayudarlos porque muchos tienen problemas y sobre exceden  lo municipal”, sostuvo.

El día a día de los limpiavidrios

Las edades de los limpiavidrios rondan desde los 20  a los 40 años. La mayoría decidió realizar esa labor porque no consiguió trabajo y asgeguran que lo hacen porque deben alimentar a su familia.

En ese sentido, varios señalan que ganan más dinero de esa forma que en otros trabajos, a pesar de que esté prohibido realizarla, deciden de igual manera estar ahí. “Todos los días me llevan a la comisaría, pero vuelvo porque necesito la plata“, comentó un limpiavidrios.

La escasa oferta laboral y los estudios incompletos son algunos de los aspectos que los complica a la hora de buscar un trabajo. Pero también los conflictos con la ley.

Tengo seis hijos y no consigo trabajo porque tengo antecedentes penales”, comentó un hombre de 39 años, que trabaja desde hace tres años limpiando vidrios.

La mayoría asegura que no perciben planes sociales ni ningún tipo de ayuda del Gobierno y sólo viven de lo que puedan sacar de la calle.

Por día saco cuatro mil pesos y como leñero me querían pagar menos, entonces no me conviene. Cuando consiga algo mejor lo haré, pero hasta el momento no lo he encontrado”, sostuvo uno de los jóvenes que estaba en la Costanera.

El Sol