Litio: el oro blanco que cambia la economía del norte del país

Jujuy está cambiando su economía a partir del litio. Los números de las exportaciones y el futuro del llamado «oro blanco» que promete potenciar el norte del país.

Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, uno de los impulsores del desarrollo del litio en el norte del país. (Foto: Télam.)

El descubrimiento de importantes reservas de litio en la provincia de Jujuy modificó de raíz el paisaje económico de la provincia norteña, históricamente postergada, y la transforma en una de las de mayor potencial del país.
La necesidad de varias industrias por tener litio, en especial la automotriz, generó que más de 40 empresas nacionales e internacionales estén operando o tengan pensado desembarcar en la provincia gobernada por Gerardo Morales, que se transforma así en la mayor productora y exportadora del llamado “oro blanco”. Tan es así que el litio ya representa la principal actividad económica en cuanto a ingreso de divisas para la provincia, según datos oficiales, y la producción ya trepa a las 80.000 toneladas.
En estos momentos, tanto Jujuy, como Salta y Catamarca tienen una producción con la cual planifican exportar 10 mil millones de dólares en litio en los próximos cuatros años, el triple de lo que exporta toda la Argentina en minerales.
Actualmente Argentina es el cuarto productor mundial de litio, y las proyecciones indican que dentro de tres años trepe al segundo lugar a nivel internacional, gracias a los yacimientos y proyectos en el triángulo de Salta, Jujuy y Catamarca.
La mayor demanda mundial de litio se explica por el cambio en la matriz energética de los países más desarrollados.
Europa gasta 10.000 millones de dólares por mes en importación de gas licuado desde Estados Unidos, pero el cambio de la matriz energética en el hemisferio norte se está acelerando con una demanda creciente que empuja la producción de litio.
En este sentido, hay operaciones de compra que se cierran en 70.000 dólares la tonelada de litio, lo que da la dimensión de la oportunidad que ya está aprovechando el norte del país.
En el año que acaba de empezar, Jujuy, Salta y Catamarca tienen previstas exportaciones por 12.000 millones de dólares, y de este total, sólo Jujuy exportará 3.000 millones de dólares en litio.
Las tres provincias en conjunto, en tanto, producirán 300.000 toneladas de litio en los próximos años.
Consciente de la importancia estratégica del mineral, Gerardo Morales lanzará el próximo 28 de febrero, en Capital Federal, la iniciativa “Jujuy, Polo de Desarrollo” para seguir atrayendo inversores nacionales e internacionales.
Otra cifra explica la dimensión del fenómeno: la tonelada de litio, que ahora cuesta entre 60 y 70 mil dólares, hace cuatro años costaba 5 mil dólares.
Los inversores internacionales mantienen reuniones desde los últimos años de manera creciente con el Gobierno provincial, a la vez que la provincia participa de forma permanente de congresos y ferias internacionales en la materia.
Más datos que dan dimensión del boom del litio en Jujuy: la provincia norteña pasará de producir 17.000 toneladas de carbonato de litio a 82.000 toneladas dentro de doce meses.
Algunos de los proyectos involucrados son la explotación de Allkem, que duplicará sus volúmenes hasta las 25.000 toneladas, mientras que Exar se pondrá en marcha durante el primer trimestre con un volumen de 40.000 toneladas en una primera etapa y otros 20.000 en una segunda fase. Las extracciones del mineral están sujetas a un protocolo ambiental, que los interesados en su producción deben presentar antes de comenzar el proceso.
En este sentido, mientras que entre 2012 y 2015 se aprobaron sólo 12 informes de impacto ambiental, en 2022 hubo 40 informes presentados que se prevé autorizar este año.
En Argentina hay 2 minas de litio en operación, 8 en construcción y 28 proyectos en un estado avanzado.
Los recursos totales de litio alcanzan casi las 100 millones de toneladas, con una capacidad de extracción anual de unas 400 mil toneladas.

La historia del mineral del que todos hablan

Haciendo un poco de historia, el litio se descubrió en 1817. Le dicen el oro blanco por su color, que es blanco “plateado”, siendo el menos denso entre los metales. Es liviano y blando, pero su principal característica es su capacidad de almacenamiento de energía.
En el siglo pasado, la industria japonesa de la electrónica lo puso en el radar al comenzar la elaboración de las baterías de iones de litio, cuando el mineral vivió su primera etapa de expansión al reemplazar a las baterías hechas a base de níquel.
En la actualidad, en tanto, su demanda está impulsada por el cambio en la industria automotriz, donde en los últimos años se multiplicó por diez la cantidad de vehículos eléctricos, sobre todo en los países desarrollados, siendo el litio el principal elemento de la batería de estos vehículos.
En 2020, la demanda del “oro blanco” fue de 330.000 toneladas métricas y las predicciones para los próximos años indican un crecimiento del orden del 25%.

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