Rosario. Menos tiempo de viaje y mayor seguridad, los beneficios de un sistema de metro

Especialistas en movilidad analizan los pros y los contras del nuevo medio de transporte que se proyecta en Rosario

La iniciativa volvió a escucharse la semana pasada, después de la reunión que mantuvieron el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, y representantes de la empresa China Railway, que se haría cargo de plantear el proyecto y llevarlo adelante. De la comitiva formó parte el concejal de Ciudad Futura Juan Monteverde, quien destacó la voluntad del gobierno nacional de impulsar la propuesta.

De acuerdo al documento base entregado a la firma asiática, se plantea un un metro con cinco corredores. Uno en el norte, que iría desde el puente Rosario-Victoria, por Rondeau, avenida Alberdi hasta el Cruce Alberdi. Un tramo sur, por toda avenida San Martín; dos tramos hacia el oeste, uno por Pellegrini y otro por Eva Perón, y un tramo noroeste por el actual trazado del ferrocarril, con tramos en los cuales los coches circularán en altura, otros en superficie y zonas donde estarán soterrados.

Maqueta de uno de los tantos proyectos de metro que se presentaron en la ciudad.

Maqueta de uno de los tantos proyectos de metro que se presentaron en la ciudad.

Una oportunidad

«A mi, estas ideas me seducen», consideró el urbanista Ricardo Kingsland, puesto a analizar los pros y contras de la construcción de un metro en Rosario. El urbanista, autor del plan director del municipio entre 1996 y 2004 y miembro del Ente de Coordinación Metropolitana (Ecom), recordó que la ciudad tiene algunos antecedentes sobre la posibilidad de implantar un metro o un subterráneo. «Desde la gestión de Hermes Binner para acá hubo varios proyectos. Cuando María Eugenia Bielsa fue vicegobernadora y durante la gobernación de Antonio Bonfatti se trabajaron algunas propuestas de tranvías metropolitanos interesantes», dijo.

Incluso el plan director de la ciudad preveía el funcionamiento de un ramal norte sur, uniendo la ciudad de San Lorenzo con la plaza Sarmiento y desde allí hasta Villa Gobernador Gálvez.

«Si bien no conozco el proyecto actual, ni sus características técnicas, el metro es un medio de transporte interesante en muchas ciudades europeas y latinoamericanas, desde Barcelona hasta Medellín«, sostuvo y consideró que podría generar «un cambio en el funcionamiento total de la ciudad», organizando mejor el transporte público, generando un proceso virtuoso de descentralización de la ciudad y generando verdaderos centros urbanos alrededor de las estaciones del metro.

Aún así, aclaró, «no sé si hoy la ciudad está en condiciones de hacer un subterráneo». Entre otras cosas, explicó, «se trata de una obra muy importante, con muchas implicaciones no sólo en términos de inversión, sino también ambientales. Pero creo que sin duda haría más eficientes los viajes y más seguros. También tendríamos un medio de transporte más amable con el ambiente ya que los vehículos no utilizan combustibles fósiles y lo que resulta muy interesante también la capacidad de articular el metro con las demás medios de transporte, como los colectivos urbanos e interurbanos y los taxis», explicó.

Como el ferrobus

Mariano Antenore integra la Asociación Rosarina Amigos del Riel y la Unidad Especial de Gestión Ferroviaria del gobierno provincial. También repasa varias iniciativas que existieron en la ciudad para dotar al sistema de transporte de servicios metropolitanos. Uno de ellos duró apenas dos meses, entre noviembre y diciembre de 1989, y fue un servicio experimental de un solo coche que, con el nombre de ferrobus, hacia un servicio de ronda oeste-sur.

El servicio unía Cabin 9 (en el límite con Pérez) con la estación de Villa Gobernador Gálvez, como parte de un convenio entre Ferrocarriles Argentinos y la provincia. «Fue una experiencia breve pero fructífera, antes de las privatizaciones», consideró Antenore, quien consideró que «un recorrido de estas características sería viable».

«Hemos tenido muchos anuncios, el tema es que ahora sea algo concreto», puntualizó y puso como ejemplo el sistema de metros de Santiago de Chile, donde las nuevas líneas se hacen con tramos en diferentes niveles: subterráneas en el centro, o por estructuras de hormigón, sin interferir con el tránsito, en las periferias.

Fundamentalmente, consideró, el nuevo servicio brindaría mayor rapidez de desplazamiento y mayor seguridad en el tránsito, ya que el servicio no interfiere con otros vehículos. «Podrían hacerse los mismos recorridos en un tiempo menor. Hoy la velocidad comercial de un colectivo está en el orden de los 14 kilómetros por hora, con un metro estaría en el orden de los 35 kilómetros por hora, una diferencia sustancial», apuntó.

Además, sostuvo, podría plantear una solución al tema del transporte sostenida en el tiempo. «Son soluciones pensadas para los próximos 10 o 20 años, pero tenemos que empezar a trabajar ahora para no perder otros 25 años. Por eso es importante avanzar con el proyecto ejecutivo y buscar recursos para financiar las obras porque las políticas de transporte tienen que sostenerse en el tiempo», advirtió

La Capital

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