Por Guillermo D. Rueda
La ecuación se puede resolver a partir de la siguiente pregunta: ¿Qué entendieron otros países que les permitió crecer y que la Argentina no aplica? Veamos.
Para el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), Lic. David Miazzo, existen cuatro políticas de base que nos pueden ayudar a resolver esta suerte de jeroglífico que se mantiene constante en el tiempo.
“Cero retenciones; cero restricciones; un dólar único y reglas de juego claras”, dijo.
“Proponemos que, al menos en soja, se eliminen los derechos de exportación en todos los productos. Que bajen a cero de manera inmediata y al 21 % en el caso de la oleaginosa”, agregó.
Pero (porque siempre existe un pero) hay aclaraciones.
Gustavo Vitelli (izq.), presidente de FADA; David Miazzo, economista jefe de FADA y Germán Paats, titular de Barbechando.
“Para que esto sea factible es necesario amortiguar el impacto fiscal y mostrar todos las consecuencias positivas que tendría la medida, como la generación de medio millón de puestos de trabajo; es decir, el equivalente a 1 de cada 3 desocupados de la Argentina”, consideró el economista.
En tal sentido, se propuso la implementación de un denominado certificado para pago de impuestos.
Así entonces, y de manera progresiva, en cuatro años, parte de los ingresos por retenciones seguirían ingresando al Estado y el que los paga podría contar con un instrumento que le permita utilizarlo para abonar impuestos en el futuro.
“Se amortigua el impacto fiscal y permite sacarle frenos al crecimiento”, explicó el Lic. Miazzo.
“Hay ejemplos de países, como Brasil y Australia, que hicieron las cosas distintas y han evolucionado en los últimos 20 años”, dijo Germán Paats, presidente de Barbechando.
“Proponer ideas para una Argentina grande es posible y tenemos todas las herramientas para hacerlo, pero es necesario que lo hagamos juntos”, agregó.
“Siempre planteamos que, previo a la discusión política, hay que tener sustento técnico para hacerlo. Por eso tenemos esta inquietud y escuchamos las propuestas de la FADA”, añadió.
“Creo en la eliminación de los derechos de exportación. Hay que hacerlo de una forma sustentable, para que se bajen, no se vuelvan a subir y que la Argentina pueda morigerar los números malos que tenemos”, aseguró Paats.
“Para eso es necesario realizar una mirada integral. Es decir, tiene que crecer toda la economía del conocimiento, del litio, la relacionada con Vaca Muerta y demás”, agregó el formoseño Ricardo Buryaile, diputado nacional y presidente de la Comisión de Agricultura.
“Hay que debatir con números, porque hacerlo con ideologías nos ha ido muy mal”, comentó el senador nacional Alfredo de Angeli, representante de la provincia de Entre Ríos.
“La Fundación hizo un aporte y, del mismo modo, otros harán los suyos. Lo importante es que podamos sacar adelante no sólo al sector agropecuario, sino al país”, amplió el ex dirigente de Federación Agraria Argentina (FAA).
En la presentación se comentó que, a veces, naturalizamos algunas medidas y creemos que es igual en todos lados.
“Otros países agroexportadores como Brasil, Australia, Canadá, Estados Unidos, Uruguay y Paraguay entendieron que hay que incentivar las exportaciones para que el país crezca”, dijo el Lic. Miazzo.
La Argentina está entre los pocos países que cobra derechos de exportación, lo que funciona como un desincentivo, una traba y la presión es muy alta.
“Aporto un ejemplo muy básico para que se entienda: si el Estado, entre todos los impuestos, recauda 100 pesos, las retenciones significan más de $ 10”, comentó.
“Estamos entre los pocos cinco países en los que se da esa relación, junto a Costa de Marfil, Bielorrusia, Kazajstán y las Islas Salomón. En otros cinco significa menos del 10 % y los demás es menos del 1 por ciento o, directamente, no los cobran”, explicó Miazzo.
De acuerdo con la FADA, hay otro dato más sorprendente: en los países donde no se aplican retenciones, se registra un gran crecimiento del PBI.
En la Argentina, el PBI por habitante ha crecido poco: sólo un 56 % en los últimos 30 años.
En cambio, en países que facilitan producir, exportar y que crearon políticas más adecuadas, se incrementó mucho más. Entre ellos, Uruguay creció 324 %; Paraguay 252 %; Canadá 149 % y Ucrania 241 %, entre muchos más”, advirtió Miazzo.
“Es muy importante conseguir reglas de juego claras, porque no hay posibilidad de pensar en una proyección de crecimiento económico si mantenemos la macroeconomía como la actual, con esta gran inestabilidad no hay posibilidad de inversiones”, aseguró el diputado nacional cordobés Hugo Romero.
“Llevamos seis años en donde el poder adquisitivo de los argentinos cae”, agregó el Lic. Miazzo.
“Si somos capaces de generar más producción, más trabajo y más riqueza tendremos mejores salarios. Y no solamente dentro de las cadenas agropecuarias, sino en toda la economía”, sostuvo.
Por su parte, Gustavo Vitelli, presidente de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), señaló que, hoy, hemos perdido terreno de competitividad contra muchos de nuestros vecinos y competidores internacionales.
“Pero nosotros queremos revertir esta situación. Y por eso tratamos de poner nuestro grano de arena para que tengamos mejores políticas públicas y hagamos crecer el país entero”, amplió.
“Soportamos sequías, heladas, piedra y granizo, más la presión tributaria”, sostuvo el directivo.
“De allí que sea necesario bajar estos temas, entre todos, y más allá de lo partidario. Es importante que generemos rentabilidad, porque cuando el campo lo realiza, lo único que hace es seguir produciendo, seguir plantando y seguir buscando valor agregado”, añadió.
Mientras tanto, el diputado mendocino Eber Pérez Plaza destacó la línea de trabajo.
“Lo valioso es cuidar el ámbito del respeto para que esta semilla de hoy el día de mañana dé sus frutos y nos propongamos un proyecto ambicioso pero alcanzable, para que no sea algo tan solo bonito, sino realizable para la Argentina”, aseguró.
La convocatoria fue realizada en un anexo de la Cámara de Diputados de la Nación.
Desde la FADA se ratifica que el prometedor plan permitiría aumentar la producción de granos en un 56 %, lo que traería aparejado un aumento de 30.000 millones de dólares en las exportaciones anuales de granos.
Con cifras, sólo en fletes en los próximos 10 años se prevén gastar 14.000 millones de dólares adicionales, subas en la producción de fitosanitarios y semillas, de maquinaria, de combustible, de neumáticos y repuestos y hasta más poder adquisitivo en los bolsillos de los argentinos.
“Es decir, se dinamiza toda la economía”, comentó.
Para el Lic. Miazzo, hay una idea de que las retenciones sólo afectan al campo: “No es así; se trata de un concepto equivocado que heredamos y es difícil visualizar estos temas en la vida cotidiana”.
También dijo que se puede analizar desde dos grandes aspectos.
“El primero es que va más allá del que trabaja directamente en el agro. Muchos de nuestros empleos están relacionados de manera indirecta y por eso lo que ocurre en el agro nos impacta a todos”, explicó.
“El segundo es porque las retenciones provocan que el país produzca menos y esto significa menos actividad económica, menos exportaciones, menos empleo, menos consumo y, por ende, menos crecimiento para las familias”, expresó.
“Los derechos de exportación son un impuesto no coparticipable. Si dejan de existir, es más dinero que queda en los pueblos y ciudades del interior productivo”, sostuvo.
“Más dinero que se gasta se invierte, y hay más actividad económica y más arraigo. Se apunta a un desarrollo federal”, señaló el Lic. Miazzo.
De qué se trata la propuesta
El proyecto fue presentado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), con el apoyo de Barbechando y FADA Joven en el Congreso de la Nación, en una reunión presidida por el diputado formoseño Ricardo Buryaile, presidente de la Comisión de Agricultura.
Participaron diputados de distintas comisiones como Economías y Desarrollo Regional, Agricultura y Ganadería, Economía, Finanzas, Presupuesto y Hacienda, Comercio, entre otros funcionarios, representantes de instituciones jóvenes y referentes institucionales.
Los puntos salientes son los siguientes:
—Se prevé la cobertura de trabajo directo para uno de cada 3 desocupados.
—Se podrían generar más de medio millón de nuevos empleos (544.000 puestos de trabajo), sólo contando el resultado de aumentar la producción en cadenas de granos (aportaría el 80 %); de carne de vaca y cerdo, más biocombustible, cuyo sector aportaría el 20 %.
—Hay que resaltar que la mayoría de los países no cobran retenciones.
—En sólo 5 países las retenciones representan más del 10 % del total de impuestos que recaudan: la Argentina, Bielorrusia, Costa de Marfil, Kazajstán y las Islas Salomón.
—Sólo otros 5 naciones cobran entre el 1 % y 10 % en retenciones de lo que recaudan: Rusia, Papúa Nueva Guinea, Bahamas, República del Congo y Camerún. El resto de los países no cobran derechos de exportación (o es mínimo).
—Datos clave de referencia sobre el crecimiento PBI per cápita de los últimos 30 años: Argentina, sólo 56 %; Uruguay, 324 %; Paraguay, 252 %; Brasil, 257 %; Estados Unidos, 176 %; Canadá, 149 %; Australia, 225 %; Nueva Zelanda, 314 %; Ucrania, 241 % y Rusia, 294 %.