Exgobernador entre 2011 y 2015, encabeza una coalición multipartidaria que aventajó a Jorge “Gato” Fernández, el candidato oficialista
SAN LUIS.- Claudio Poggi cumplirá sesenta años en octubre y quiere festejarlos otra vez como gobernador electo de la provincia. Ocupó ese cargo entre 2011 y 2015, y está orgulloso de aquella gestión, pero esta vez el diputado nacional va a lograrlo como cabeza de una coalición opositora a la prolongada gestión de Alberto Rodríguez Saá, que impulsó como candidato a Jorge “Gato” Fernández.
Nacido en Córdoba y llegado a sus veinte años a San Luis, atraído por la promoción industrial que otorgaba beneficios empresariales desde el gobierno provincial, el joven contador comenzó entonces una meteórica carrera en el seno del gobierno puntano, en el que ocuparía distintos cargos, siempre cerca de Adolfo Rodríguez Saá.
Representante provincial ante el Consejo Federal de Inversiones (CFI), subsecretario de Hacienda y más tarde ministro de Economía, Poggi fue parte del efímero gobierno nacional de Rodríguez Saá en 2001, para luego llegar a Buenos Aires. Fue diputado nacional entre 2003 y 2009, con licencias para ocupar cargos de ministro en los gobiernos de Alberto Rodríguez Saá, quien en 2011 aceptó la sugerencia de Adolfo para que Poggi sea el candidato a gobernador.
Pensado por Alberto Rodríguez Saá como un “delfín” al que podía manejar a voluntad, Poggi comenzó a tomar distancia del hoy gobernador, que criticó su gestión de manera activa e intentó torpedear muchas de sus iniciativas. En ese clima de extrema tensión, Rodríguez Saá decidió volver a postularse en 2015, “antes de que Poggi nos jubile a todos”, tal cual dejó trascender el gobernador por aquellos años.
Poggi comenzó entonces un largo y sinuoso camino para volver al poder, esta vez lejos de la familia gobernante en la provincia. En 2015 fue electo otra vez diputado nacional (sacó más votos que Rodríguez Saá en su retorno al poder) y dos años después enfrentó a los hermanos por una banca en el Senado, ganando las Paso y perdiendo en la general, en una increíble y sospechada remontada de los Rodríguez Saá. En 2019, ya como senador nacional, intentó llegar a la gobernación pero terminó segundo del hoy gobernador, y hace dos años, en 2021, volvió a competir por una banca en diputados, logrando un triunfo ajustado que volvió a posicionarlo como el opositor con más chances de triunfo.
Para esta elección, y siempre contando con sus tres o cuatro colaboradores de confianza, Poggi anudó acuerdos electorales con Juntos por el Cambio, los libertarios, partidos de izquierda y a la vez con el expresidente Rodríguez Saá, deseoso de colaborar en la batalla final contra su hermano, que le alambró su pretendido retorno al PJ el año pasado.
“Es una oportunidad histórica, ahora vamos todos juntos”, repite Poggi, a quien sus aliados le reconocen tenacidad, olfato político y ambición, puestos al servicio de su retorno al poder. Aliado del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, quien lo apoyó en un buen tramo del camino, Poggi prefirió no recibir a ningún referente nacional de Juntos por el Cambio en la previa, aunque con el resultado puesto sumó a los festejos a Larreta, Gerardo Morales, Martín Lousteau y Margarita .