En el marco de la jornada Agrotendencias, el presidente de CIARA-CEC, Gustavo Idígoras, manifestó su desacuerdo con las actuales políticas que buscan impulsar la liquidación de divisas. Los productores, preocupados por la posible falta de insumos.
En el marco de la jornada Agrotendencias, organizada por la Federación de Acopiadores de Granos, uno de los paneles analizó las perspectivas del negocio triguero, desde la producción hasta la comercialización en los molinos y el impacto de las políticas oficiales en el complejo agroexportador.
En líneas generales, preocupa la falta de agua para impulsar la siembra fina de la campaña 2023/24 y el gran interrogante sobre los precios del grano.
Por su parte, el complejo exportador expresó su rechazo a las intervenciones en el negocio granario -a partir del dólar soja”- y ratificaron que el trigo que se comercializará a partir de 2024 no deberá sufrir ningún tipo de intervención oficial.
Los exportadores, representados por Gustavo Idígoras -titular de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales- se refirieron en duros términos a las políticas oficiales para impulsar la liquidación de divisas.
BASTA DE INTERVENCIONES
“Es el peor año en términos de márgenes, cuando vemos números reales, la exportación no ganó un solo día márgenes positivos en 2023 y no va a ganar un solo día en todo el año”, analizó.
En plena carrera electoral, Idígoras dejó un mensaje de cara al próximo año: “Quien asuma debe eliminar todos los fideicomisos que tenemos y los volúmenes de equilibrio“, sostuvo.
En los últimos días- tal como adelantó Infocampo– la industria aceitera renovó el fideicomiso para abastecer al mercado interno de aceite mezcla y de girasol, pero expresó su desacuerdo con esta medida.
“Nunca mas tiene que existir un dólar soja que desequilibre todo el mercado ni debe haber limites al financiamiento”, puntualizó.
Para el representante de los exportadores, es indispensable aplicar cuatro medidas en forma urgente:
- No impedir el financiamiento
- Terminar con las trabas a las importaciones de insumos
- Eliminar todos los fideicomisos
- Finalizar con medias distorsivas como el dólar soja o el dólar agro
Según Idígoras, los productores no son sujetos de financiamiento bancario porque los mecanismos están vedados. “El Banco Central nos prohíbe que financiemos a los productores, tenemos que resolver todos estos problemas”, sostuvo.
Además, agregó que “el sudeste asiático es un mercado con mucho potencial pero quizás, cuando queramos volver, tengamos una gran competencia en calidad y cantidad”.
PRODUCTORES Y MOLINEROS
En representación de la Mesa de Enlace, el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, expresó que esta época del año es clave, porque los productores definen sus planes de siembra.
“Estamos con gran incertidumbre climática, más allá de la previsión de Niño, porque muchos productores no tienen agua para sembrar”, señaló el directivo.
Y agregó: “ Los precios son otro factor de duda, nos preocupa disponer de los insumos como fertilizantes porque depende de las autorizaciones del Gobierno”.
Laucirica analizó el escenario de precios posibles para el cereal. “Los 235 pesos para el trigo no son un mal precio, pero si lo comparamos con los 310 del año pasado, parece poco. De todas formas, los márgenes parecen ser buenos”, resumió.
El presidente de los acopiadores, Fernando Rivara, puso sobre la mesa un tema sensible, como el caso de la autorización de la tecnología HB4. “Estamos preocupados por la liberación del trigo transgénico, los exportadores salieron a advertir que no lo admite ninguno de sus clientes”, remarcó.
En este punto, el directivo sostuvo que la cadena de valor triguera necesita unificar su discurso, para que las autoridades entiendan que esta tecnología debe ser aprobada por los compradores, no por la política.
Sobre este tema, advirtió: “Se está poniendo al trigo argentino en un altísimo riesgo por culpa del paraguas protector de un Gobierno a una empresa en particular, la cadena está por encima de una empresa”.
Por el lado de los molineros harineros, describieron un escenario complejo. “La coyuntura es complicada para la molinería, no somos amigos del intervencionismo y de hecho, estamos comprando el trigo más caro del mundo, con muchas complejidades“, resumió Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM).
El directivo afirmó que por parte del Gobierno espera que combata la evasión y que “no tenga como única política para la agroindustria la extracción”.
En el cierre de este espacio, José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales y del Consejo Agroindustrial Argentino, remarcó que “lamentablemente, a veces, los Gobiernos van en contra del desarrollo agroindustrial” y agregó que “somos el único sector que mantenemos la palabra. Tenemos que estar orgullosos porque toda la cadena está regida por principios éticos. Después estamos en un negocio donde cada uno tira para su lado”.
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