Los consultores Teo Zorraquin y Alejandro Meneses apuntan al clima y a una reducción de costos en algunos insumos como claves para pensar que “se va a sembrar todo lo posible”. Infocampo
¿Se va a volver a sembrar?
Esa es una de las preguntas que se hacen Teo Zorraquin y Alejandro Meneses, los socios que dirigen la consultora de compañías agropecuarias que lleva sus apellidos, en sus “Apuntes para Empresas” mensual.
Y la primera aproximación que hacen a una respuesta es positiva: “Si bien es algo temprano para decirlo, nuestra impresión es que en la campaña 23/24, si los pronósticos de año Neutro a Niño se confirman, se va a sembrar todo lo posible”, remarcan.
Acto seguido, agregan: “Las razones que explican esta mirada son que estamos viendo una reducción en dólares de costos de producción (insumos y fertilizantes a la baja), y que los precios (con altibajos) siguen competitivos”.
También mencionan que “nadie que arrienda le gusta perder un campo que ya tiene, porque los que tienen tierra propia seguramente están mejor financieramente”.
¿Otro factor? Las elecciones. “Se reaviva la posibilidad de una disminución a anulación de la brecha cambiaria y un ajuste en el tipo de cambio”, mencionan al respecto.
Por último, señalan otro aspecto insoslayable: “En nuestro país, la agricultura es uno de los pocos negocios que han sostenido competitividad a lo largo de los años”.
¿Y LOS ALQUILERES?
De todos modos, los consultores no olvidan un contexto “muy poco estimulante” debido a los problemas de la macroeconomía.
En este marco, un tema esencial para proyectar la siembra 2023/24 es empezar a predecir qué sucederá con los precios de los arrendamientos.
“Todavía es temprano para decirlo, pero a priori vemos valores similares en quintales de soja (u otro producto) a los pagados este año, pero en abril/mayo el panorama estará más claro. Y ahí sabremos mejor el nivel de incumplimiento en el pago de la última cuota de arrendamiento”, proyectaron.