El cereal aportó solo U$S 74 millones el mes pasado, cuando un año atrás fueron U$S 760 millones. En el primer bimestre, las exportaciones totales del agro se redujeron en casi U$S 2.000 millones. Desde CIARA-CEC advierten: «Estamos muy preocupados».
Entre Productos Primarios (PP) y Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), el campo y la agroindustria exportaron U$S 3.033 millones en febrero, lo que implica una caída del 24% respecto al mismo mes del año pasado. Los PP aportaron U$S 1.216 millones (-33,6%) y las MOA, U$S 1.817 millones (U$S -16,4%).
Es decir que, en apenas dos meses, ya se perdieron casi U$S 2.000 millones con relación al flujo en el inicio del año pasado.
EL DERRUMBE DEL TRIGO
En esta mala performance exportadora, un dato sobresaliente está relacionado con el derrumbe del comercio exterior del trigo, uno de los productos claves para la balanza comercial argentina.
En febrero, se exportaron solo U$S 74 millones de toneladas del cereal, un 90% menos que los U$S 760 millones del mismo mes de 2022.
En la cebada, la caída fue más leve, del 30%: de U$S 121 millones hace un año, a U$S 84 millones.
El rubro “cereales” completo, de acuerdo con el INDEC, tuvo una caída del 49,7% en febrero (de U$S 1.415 en 2022 a U$S 712 millones este año) y del 51,5% en el bimestre (de U$S 2.943 millones a U$S 1.428 millones).
LA INDUSTRIA, EN ALERTA
En este marco, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, alertó por esta situación y el temor a que tenga un impacto significativo en la actividad de las empresas que operan en las zonas portuarias del Gran Rosario y el sur de Buenos Aires.
Idígoras, en un posteo compartido a través de Instagram, resumió la última reunión de Comisión Directiva de CIARA-CEC y sostuvo que “la industria agroexportadora está seriamente afectada y dañada por la pérdida millonaria de toneladas, de producción y de embarques”.
El ejecutivo precisó que los embarques de trigo han caído más de 50%, y los de maíz más de 60%, a lo que se suma una perspectiva de cosecha de soja que sería la mitad de lo que estaba previsto.
“Esto va a tener un impacto significativo: la capacidad ociosa instalada en el principal polo de exportación de Argentina está cerca del 70%. Estamos muy preocupados”, indicó Idígoras.
Al respecto, amplió que en la cadena ya están analizando “diferentes políticas de mitigación de estos efectos”, aunque no señaló cuáles son esas posibilidades que están evaluando.