Las retenciones de un mes, casi mil veces más que el Fondo de Emergencia de un año

El Estado es socio del campo sólo «en las buenas», mientras la sequía y las heladas auguran pérdidas históricas.
Por la sequía y las heladas, la cosecha de trigo se reducirá a 15 millones de toneladas y muchos productores perderán entre 300 y 867 dólares por hectárea.

El campo aportó, en un mes, retenciones por un valor casi mil veces superior a todo el presupuesto nacional anual destinado a la Emergencia Agropecuaria.

Sólo por el “dólar soja” implementado en septiembre, se recaudaron $443.000 millones. Es poco menos que los $500 millones previstos para cubrir los daños propios de una actividad a la intemperie. Ese monto no se actualiza desde hace una década, y resulta insignificante para paliar la tremenda sequía de este año.

Las estimaciones de cosecha siguen cayendo en picada, por el doble efecto de la falta de humedad y las inesperadas heladas. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó este jueves que la producción nacional de trigo caerá a 15,2 millones de toneladas. El año pasado, con similar superficie, se alcanzó el récord de 22,4 millones de toneladas.

“Amarillamiento de espigas, interrupción del llenado de grano y pérdidas de área cosechable”, reportó la BCBA, con un 56 % de lotes en condición hídrica regular/sequia.

La peor cara del “desastre” está en Córdoba, con una merma de rendimiento del 63% promedio, pero la “catástrofe” –según los adjetivos que utilizan productores y asesores técnicos- se expande por territorio santafesino y bonaerense. Ya castigó al norte del país y empieza a cundir el pánico en la zona atlántica, que hasta ahora se veía como salvación…

Para muchos productores de la zona núcleo habrá pérdidas de entre US$300 y US$867 por hectárea, según calculó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que bajó el volumen nacional estimado a 15 millones de toneladas. “Será la peor campaña de los últimos doce años y por lejos”, reflejaron, porque el registro de rendimiento más bajo era de 27 quintales por hectárea (en la 2012/13) y hoy ya se estiman 18: casi 10 quintales menos. Y advirtieron que “lamentablemente, hay grandes posibilidades de que este rinde siga recortándose en el corto plazo”.

Desde Federación Agraria (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) solicitaron al Gobierno que se suspenda el pago del anticipo del impuesto a las Ganancias, como una forma de paliar la situación.

FAA pidió debatir un seguro multirriesgo y abordajes específicos para tanto daño. «Los productores seguimos esperando soluciones. Ya no fotos, ni promesas. El tiempo se agotó», advirtió la entidad conducida por Carlos Achetoni. Y criticaron: «No queremos ni podemos seguir luchando solos contra la naturaleza, para que luego la política siga pagando su fiesta eterna con los magros resultados de nuestra producción y nuestro enorme esfuerzo.

El comunicado firmado por Nicolás Pino expuso que «se pierden rendimientos de los cultivos ya implantados, se atrasan las fechas de siembra de la campaña gruesa, se rediseñan las estrategias ganaderas tanto para carne como para leche y el panorama de las producciones regionales no es nada alentador”.

En el mismo sentido, la SRA reflejó que “no alcanza con una Ley de Emergencia, se necesitan herramientas modernas para combatir estos flagelos que nos permitan, a quienes debemos invertir, paliar estos contratiempos”.

Ambas entidades de la Mesa de Enlace coincidieron en que no perciben que “los gobiernos, tanto el nacional como los provinciales, estén ocupándose del tema “con la importancia que merece esta crítica situación”

Mauricio Bártoli – Clarín Rural