EN LA MIRA. El complejo oleaginoso fue convocado por el Gobierno nacional para anticipar el ingreso de divisas.EN LA MIRA. El complejo oleaginoso fue convocado por el Gobierno nacional para anticipar el ingreso de divisasLos agroexportadores son, ahora, los apuntados para traer dólares. Pero en el sector advierten que sin grano para procesar, será difícil poder contribuir.
De las pocas certezas que hoy tiene el Gobierno nacional en materia económica, una de ellas es que el agro le puede aportar los dólares que necesita para engrosar sus reservas.
El problema es que no acierta con el mecanismo para lograrlo.
El 26 de julio, el Banco Central lanzó el “dólar soja”, un tipo de cambio mix que combina la posibilidad para el productor de adquirir divisas de libre disponibilidad por 30% de los fondos obtenidos por la venta de granos con destino a la exportación y convertir el restante 70% en un depósito de libre disponibilidad, con un interés en función de la evolución del tipo de cambio oficial.
El mecanismo, vigente hasta el 31 de agosto, no generó motivación entre los tenedores del grano para realizar ventas, más allá de sus necesidades y obligaciones puntuales.
Cosecha de granos.
El “dólar agro”: por qué en Córdoba le auguran un escaso impacto a la medida
Con la salida de Silvina Batakis y el arribo de Sergio Massa al Ministerio de Economía, cambió el sujeto a quien pedirle los dólares. Ya no es más el productor, sino que ahora son los agroexportadores los que deberían, a partir de un acuerdo con el Gobierno, anticipar el ingreso de divisas.
Sin embargo, la necesidad del Gobierno de conseguir los dólares sigue sin resolverse, al menos por ahora.
Es que los agroexportadores le hicieron llegar a las autoridades de Economía que para poder anticipar dólares, primero tienen que poder adquirir granos para poner en marcha la rueda comercial.
Sin mercadería para procesar y luego exportar, el anticipo de dólares solicitados por el Gobierno parece inviable.
NO ES EL MEJOR MOMENTO PARA PEDIR
Sucede que la coyuntura que atraviesan los agroexportadores, en especial los ligados a la elaboración de subproductos de la soja y que son los que más divisas generan, no es la mejor.
Entre enero y julio, la mayor parte del período la industria procesadora de soja operó con resultados negativos en un rango de entre 20 y 30 dólares por tonelada, según los datos de un monitor sectorial.
A eso se suma el bajo ritmo de ventas de soja, en relación con años anteriores. Entre mayo de 2020 y junio del año pasado, la comercialización de la oleaginosa había llegado a 40,3 millones de toneladas.
En esta cosecha, hasta el 20 de julio, los productores habían colocado en el mercado 32,9 millones de toneladas. El cálculo refleja una caída en volumen de ventas de 7,4 millones.
Esta menor oferta de soja para procesar, para un sector que tiene una capacidad instalada de crushing de más de 60 millones de toneladas, impactó en su nivel de actividad.
Juan José Bahillo – Ministro de la Producción ER
Bahillo habló de previsibilidad y del “dólar agro”
Además de trabajar con un margen negativo, el complejo redujo la capacidad de utilización de molienda de soja al 66%, y en consecuencia aumentó la capacidad ociosa, que ahora trepó al 34%.
En junio, la molienda del grano llegó a 3,9 millones de toneladas, una caída de 238 mil toneladas (equivalente al 5,75%) respecto de las 4,1 millones de toneladas procesadas durante mayo.
Es que la menor cosecha del grano, por impacto de la sequía, y mayores ventas de trigo y maíz, convirtieron a la soja en un producto escaso para las aceiteras.
“Podemos considerar que la molienda de soja va camino a repetir el patrón del ritmo de procesamiento mensual registrado durante la cosecha 2020/2021. Con la diferencia de que en esta campaña, el volumen de molienda acumulado en el primer semestre del año ya se ubica 2,02 millones de toneladas por debajo de la molienda del año anterior”, observan desde la industria aceitera, donde anticipan que la falta de oferta de soja disponible podría adelantar las paradas técnicas en las plantas de procesamiento. Esta situación, advierten, impactaría en el ingreso de divisas en el último cuatrimestre del año.
En el 30° Congreso Nacional de Aapresid, que se realizó entre miércoles y viernes en Rosario, productores y ejecutivos de empresas coincidían en que el agro no tiene necesidades adicionales de desprenderse de su resguardo de valor: los granos. Con una economía tranquera adentro saneada y sin obligaciones de pago a corto plazo, la estrategia que prima es no desprenderse de ellos
Alejandro Rollán – La Voz del Interior