A dos años del intento de estatización de la agroexportadora concursada, el Presidente vislumbra un cambio de escenario para que el Estado cuente con una empresa testigo en el sector alimentario.
El presidente Alberto Fernández reconoció este domingo su interés por avanzar en la intervención de la agroexportadora Vicentin tras el “nuevo escenario” que se vislumbra por la decisión de la Corte Suprema santafesina de tomar el expediente y frenar el proceso de concurso preventivo.
Así, casi como si no hubieran pasado dos años casi exactos del primer intento de estatización de la que fuera la sexta agroexportadora de la Argentina, el Gobierno parece embarcarse en una jugada para entrar a regular el mercado de granos y de alimentos del país.
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Signado por la alta inflación, en parte adjudicada a los efectos de la guerra en Ucrania, enfrentado con empresarios “que no desacoplaron lo suficiente” los precios locales de los internacionales, y cuando busca una vez más calmar las aguas en la interna oficialista, el jefe de Estado reflota la necesidad del Estado de contar con herramientas para intervenir en un segmento clave tanto para el ritmo de ingreso de dólares como para “reformulación la estructura alimentaria”, y de precios, en el país.
Con Vicentin, Alberto Fernández reflota su plan para intervenir en el mercado de granos y alimentos
Alberto Fernández remarca la importancia de una “YPF alimentaria”
El 8 de junio de 2020, Alberto Fernández anunció la intervención y el envío al Congreso de un proyecto de expropiación de Vicentin, la cerealera que entró en cesación de pagos en diciembre de 2019 por US$1500 millones y dejó a más de 2600 productores damnificados y bancos públicos, como el Nación (BNA), entre sus acreedores más importantes.
En ese momento, y antes de una marcha atrás forzada -”porque no era conveniente” para el país, según admitió ahora el Presidente- asomó como una jugada para poner pie en el sector que mayor cantidad de dólares reporta para el país y que, a la vez, está más enfrentado con el Gobierno.
El bosquejo de la “Vicentin estatal” apuntaba a lanzar una agroalimentaria de gestión pública que funcione como una empresa testigo que ordene ese mercado y “cambie las lógicas oligopólicas”.
En ese momento, y ahora también, el espejo está en YPF. Fernández lo planteó de la siguiente manera: “El gas en boca de pozo lo estamos pagando US$3,40 por millón de BTU, y en Estados Unidos está a US$6,50. Eso es el resultado, en gran medida, de que esté YPF en manos del Estado. Una empresa testigo que te ordene el mercado no es algo menor”.
Y amplió: “Ahora, nosotros en materia alimenticia tenemos que hacer algo que nos permita de algún modo intervenir para ordenar estas cosas”, dijo el mandatario, quien descartó una reedición de la Junta Nacional de Granos.
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Por qué Alberto Fernández cree que ahora puede avanzar sobre Vicentin
A pesar de que insistir en el camino de los acuerdos de precios con privados sigue firme entre las medidas con las que el Gobierno para intentar contener los precios, y con el fideicomiso del aceite y el trigo rechazado por buena parte de la agroindustria, la inesperada decisión de la Corte santafesina puede derivar en un rescate de Vicentin por parte de sus principales acreedores, entre ellos el Banco Nación.
Ese camino permitiría, según la visión del jefe de Estado, ir hacia una empresa nacional de alimentos, una idea que ya había sobrevolado al inicio de 2022 y reclamada por varios sectores del Frente de Todos.
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Según sus defensores, tener una empresa estatal en el sector alimentario permitiría fijar reglas y sendero de precios internos, a la vez de motorizar exportaciones en momentos en que el Gobierno afirma que los productores retienen soja por unos US$2500 millones.
Hasta su declaración de concurso preventivo de acreedores, Vicentin era la sexta agroexportadora granos, soja y derivados del país, En sus mejores épocas llegó a posicionarse como la cuarta mayor, entre pesos pesados como la china Cofco (estatal) y los gigantes Cargill, ADM y Bunge.
Solo en 2019, la empresa santafesina fue la principal exportadora de aceites y harina de soja y girasol, con más de 7,4 millones de toneladas embarcadas, por arriba de 20% del total vendido al mundo por ese rubro
Por Paula López – TN.com.ar.