Un análisis comparativo muestra que el problema no es la materia prima y afirma que si se sigue insistiendo con aumentar retenciones el país puede perder 2.000 millones de dólares.
El Gobierno Nacional instaló el argumento del desacople de los precios locales de los internacionales como excusa para implementar intervenciones en los mercados de carnes y granos, como la cuotificación y los derechos de exportación. Pero diversas fuentes se encargaron de demostrar que las medidas tienen escaso efecto en la realidad.
En el caso del trigo, cuyo valor internacional está en los niveles más elevados en muchos años por efecto de la guerra en Ucrania, el Gobierno insiste en que «las retenciones son el instrumento más adecuado» para lograr el mentado desacople. Pero el trigo representa solo el 13 por ciento del valor final del pan, y en la composición del precio hay factores de mayor peso afectados por la inflación general que afecta a toda la economía.
En este sentido, el productor y ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Néstor Roulet difundió un análisis en el que muestra que en Argentina el precio del trigo tiene una incidencia en el valor final del pan que es menor que la que tiene en Brasil, Uruguay y Chile, y que el pan en esos países es sensiblemente más barato que en Argentina, con la paradoja de que Chile y Brasil son grandes importadores de esa materia prima.
“Mientras en Brasil el kilo de pan cuesta 3,67 veces más de lo que pagan a un productor por un kilo de trigo, en Uruguay 4,21 y en Chile 4,36, en Argentina el precio del pan es 6,75 veces más de lo que le pagan por un kilo de trigo al productor”, afirma Roulet, y agrega: «El problema del precio del pan en nuestro país no es por el valor de la materia prima, sino por el agregado de valor en los eslabones posteriores de la cadena».
En su análisis el productor destaca el caso de Chile, cuyo consumo de pan es el mayor de Sudamérica con 86 kilos por año por persona y que tiene que importar el 50 por ciento del trigo que consume.
«¿Cómo puede ser que el valor del trigo en Chile es un 30 % más caro y al pan se venden un 15 % más barato que en Argentina?», se pregunta.
E insiste: «El problema de la Argentina no es el valor de la materia prima, sino el alto costo argentino que tienen los eslabones posteriores de la cadena, de la enorme presión impositiva y en algunos casos de ineficiencia productiva».
Según Roulet, si en Argentina hubiese la misma relación de los valores Trigo:Pan que Brasil, el pan en Argentina tendría un precio de 162 $/Kg contra los 300 $/Kg que se cobra en la actualidad, prácticamente la mitad.
«El Gobierno está mintiendo (y creo que lo saben) al afirmar que las retenciones desacoplan los precios internacionales del mercado interno. Como desafío la oposición tiene que aceptar discutir el tema en el Congreso, pero con la condición que no sea tan solo con el objetivo (que hoy tiene el Gobierno) de aumentarlas, sino planteando que con la eliminación de este tributo distorsivo el país aumentaría la producción de trigo, tendría mayores ingresos de divisas y la seguridad que por este excedente productivo no se vería afectada la recaudación impositiva», remarcó el ex vice de CRA.
Luego alertó: «Si se sigue insistiendo en un aumento de las retenciones, dejaremos de sembrar con total seguridad un millón de hectáreas (esto potenciado por los mayores costos de producción y por la sequía que impulsa a los productores a no arriesgar con tanta incertidumbre), lo que equivaldría producir 4 millones de toneladas (Sería todo exportable) lo que dejaría una pérdida de ingresos de U$S 2.000 millones para el país»
– Clarín Rural