El Congreso A Todo Trigo fue el escenario donde el sector productivo cuestionó las iniciativas del Ejecutivo
Las expectativas por la campaña de trigo 2022/23 son menores al año anterior; con este ánimo se llegaba al Congreso A Todo Trigo en Mar del Plata. Sin embargo, los cruces más importantes tuvieron como protagonistas al fideicomiso y el trigo HB4.
Las nuevas aprobaciones para comercializar esta variedad genéticamente modificada no cayeron bien en el congreso. Los actores presentes hicieron fila para pegarle al Gobierno por este tema. Del otro lado, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, defendió a capa y espada esta decisión.
Otro tema donde el Gobierno recibió reclamos fue el fideicomiso de trigo para desacoplar, principalmente, el precio del pan y los fideos. Ante este tema, Domínguez miró para otro lado y señaló que es un tema que le corresponde al secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.
De esta manera, el Gobierno tiene abierto dos frentes de batalla.
Trigo HB4
En lo que respecta a este cereal, los productores, acopiadores, molineros y exportadores mostraron reparos. Sin embargo, el ministro sostiene su postura; en su entorno señalan que esta aprobación es futuro.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), Gustavo Idígoras, se mostró contrario a esta posición. “Está poniendo a todos en un riesgo comercial muy grande y no está teniendo en cuenta los riesgos comerciales que pueda tener la Argentina”, sostuvo a Agrofy News en referencia a la decisión de Domínguez.
El referente de los exportadores redobló la apuesta y apuntó: “Ya registramos 8 millones de toneladas de trigo libre de OGM (Organismo Genéticamente Modificado) para la campaña 2022/23, por lo que tenemos un riesgo comercial enorme. Lo vamos a evaluar judicialmente”.
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El presidente de la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, Fernando Rivara, fue duro con este punto y remarcó que nadie garantiza que el trigo que venden no está contaminado. Además, dejó deslizar una relación particular con la empresa Bioceres, que es la creadora de este trigo HB4.
“Le decimos a este Gobierno tan amigo, pero tan amigo, de Bioceres y lo que le hemos dicho a la empresa es que los clientes no quieren este trigo”, apuntó Rivara. En este sentido, volvió a insistir con la contaminación.
Por su parte, Idígoras no compartió esta mirada: “No veo una relación puntual del Gobierno con Bioceres. Lo que no veo es una condición objetiva de cambio por la cual el ministro decidió firmar la resolución”.
Los productores tampoco están convencidos de esta aprobación. En este sentido, el vicepresidente de Coninagro, Elbio Laucirica, comentó a este medio: “Lo vemos con preocupación”.
Además, destacó que este material puede ser muy bueno, pero si no se puede vender no sirve. “Esto genera incertidumbre y nos pone unos contra otros”, remarcó Laucirica, que volvió a insistir con incertidumbre en este contexto.
El sector de la molinería también puso sus reparos. El presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, resaltó a este medio que el trigo HB4 preocupa porque es un cambio de escenario de 180 grados. “Tenemos muchas empresas internacionales que son clientes de la molinería y en sus protocolos de calidad establecen que tiene que ser libre de OGM”, agregó.
Cifarelli representa al 100 por ciento de las empresas que producen y exportan harina, por este motivo, destacó que aumentarán los controles para evitar una contaminación. “No estamos en condiciones de perder un solo peso o un solo kilo de venta, ni la molinería ni la exportación”, remarcó.
Desde Bioceres y el Gobierno son optimistas con las aprobaciones que realizaron países como Australia y Brasil. Desde la empresa que está a cargo de este desarrollo afirmaron que una contaminación es casi imposible.
Fideicomiso
La herramienta que puso en marcha el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, para luchar en la guerra contra la inflación no cayó bien en la cadena del trigo. Los primeros en quejarse fueron los molinos.
En este sentido, Cifarelli comentó que en el fideicomiso el peso económico cae sobre los molinos. “Ya lo sufrimos, y muchas empresas estuvieron a punto de desaparecer cuando estuvieron las compensaciones”, argumentó en referencia la herramienta que existió durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Además, agregó que preocupa la inseguridad jurídica del cobro. “No es una herramienta que vaya a ser exitosa, pero seguramente algunos molinos asistirán”, insistió.
Cabe destacar que actualmente hay dos fideicomisos en vigencia. El que involucra a exportadores y molinos; y otro, donde el Estado administra el fondo que recauda por dos puntos de retenciones para la exportación de aceite y harina de soja.
Ninguno de los dos es bienvenido para los exportadores. De hecho, Idígoras señaló que iniciaron acciones judiciales por la suba de los derechos de exportación que financian el fideicomiso.
Al mismo tiempo, en el fideicomiso privado presentaron ante un escribano un documento de disconformidad en cada contrato con los molinos. “El exportador que no participa en el fideicomiso queda excluido, por decisión estatal, para operar. Lo torna de carácter obligatorio y casi autoritario”, apuntó el presidente de CIARA.
Por su parte, los productores también se refirieron a esta iniciativa del Gobierno. “Rechazo total al fideicomiso de trigo. Toda intervención en los mercados es mala”, destacó Elbio Laucirica de Coninagro.
Además, enfatizó que este tipo de herramientas se terminan pagando mal, tarde o nunca. “No son eficientes y no resuelven el problema”, reafirmó.
El fideicomiso de trigo y el cereal HB4 son los principales frentes de batallas que tiene abierto el Gobierno. A Todo Trigo fue el caldo de cultivo de críticas y avanzadas judiciales contra el Ejecutivo. Por ahora, Feletti y Domínguez siguen sosteniendo la sartén por el mango
Por Rodrigo Bonazzola – Agrofy News