Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la superficie con trigo se ubicaría este año en 6,35 millones de hectáreas; fuerte caída del área en Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que la campaña de trigo 2022/2023 se reducirá en 500.000 hectáreas a nivel país, a 6,35 millones de hectáreas. En tanto, prevé una producción de 19 millones de toneladas, por debajo de las 22,1 millones de toneladas del ciclo anterior.
Esta situación se daría en medio de muy buenos precios para el cereal, potenciados por la invasión de Rusia a Ucrania [ambos países representan casi el 30% del comercio global]. La merma de la superficie se presenta en un escenario con zonas que requieren humedad para la siembra mientras hay expectativas de un crecimiento, en cambio, de la cebada. El trigo es clave no solo para la rotación en los suelos sino como generador de divisas: en lo que va del año, el cereal de la última cosecha ya aportó por ventas al exterior US$3400 millones.
De acuerdo a la entidad, Córdoba dejaría de sembrar unas 250.000 hectáreas en esta campaña, pasando de 1,35 a 1,1 millones de hectáreas. Buenos Aires caería 140.000 hectáreas, de 2,69 a 2,55 millones de hectáreas.
“La baja sería del 5% y, en general, esas hectáreas pasarían a cebada; podrían terminar siendo más. En el bastión triguero, el SO (sudoeste bonaerense), en general, coinciden en decir que la caída triguera es del 5 al 10%, con un aumento de la cebada en torno del 7 a 8%”, apuntó.
Según señala, allí bajaría también la tecnología “por la mala relación insumo/producto”. Se recortaría la aplicación de fósforo “un 15 a 20 % en monoamónico en suelos con Fósforo Bray de más de 10 ppm”. En el caso de la urea, habría un retroceso del 10 al 28%.
En cuanto a Santa Fe, que sembró un récord de trigo el año pasado con 1,32 millones de hectáreas, la superficie se reduciría en 90.000 hectáreas.
En este contexto, además de los mayores costos, y pese a los buenos precios, las condiciones climáticas influirían sobre las decisiones de implantar el cultivo.
“Dónde más se nota la diferencia es en Córdoba, que arranca la siembra de trigo con toda la provincia en niveles de seco y muy seco. Allí, las condiciones son incluso peor que en el 2020, año de desastre para el trigo cordobés: la media provincial fue de tan solo 15 qq/ha. Puede suceder que la campaña tome el rumbo del 2021 y haya eventos de lluvias que mejoren el escenario y, por ende, la intención de siembra”, indicó la Bolsa rosarina.
La siembra de trigo, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), bajaría en 500.000 hectáreas, a 6,35 millones de hectáreas
La siembra de trigo, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), bajaría en 500.000 hectáreas, a 6,35 millones de hectáreas
LA NACION
“Pero con falta de pronósticos de lluvias hasta el 20 de mayo, las actuales condiciones de Niña y la posibilidad de tener un tercer evento no puede descartarse el derrotero que tomó el trigo en el 2020. La primera estimación de intención de siembra de trigo refleja que el productor no quiere dejar de hacer trigo pero que hay limitaciones: la primera es climática y le siguen los problemas de los altos costos y, por consiguiente, la menor fertilización que se plantea hacer”, agregó.
En tanto, en un informe, el Ministerio de Agricultura de la Nación indicó que, según su Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), se prevén condiciones climáticas “alentadoras” para la siembra del cereal.
Previsión oficial
“Los perfiles tienen en general una adecuada recarga de agua en la mayor parte de la provincia de Buenos Aires y la Mesopotamia y se pronostica un comportamiento neutro del clima para los próximos meses. Esto brinda una perspectiva alentadora para la siembra de trigo (campaña 2022/23)”, señaló Agricultura.
Precisó que “si se compara el estado actual de humedad del sistema suelo-vegetación con el del año pasado, al inicio de la campaña anterior la condición de humedad no sólo era menor, sino que, a su vez, era más despareja con excesos y faltantes”.
“El modelo de Balance Hídrico de la ORA -medido a principio de mayo- refleja que, al inicio de ambas campañas, se cuenta con buena disponibilidad hídrica para la siembra. En el 2021 predominaban las reservas adecuadas en la zona central del país, en el noreste de La Pampa y sudeste de Buenos Aires. En tanto que, en el 2022, se observan mejores reservas en toda el área centro y sur de la provincia de Buenos Aires”, remarcó.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario señaló, respecto de las reservas de humedad del suelo, que “el centro, sur y sobre todo en el oeste de Buenos Aires y Entre Ríos arrancan mejor que hace un año”.
“Pero en el resto de Argentina, las condiciones para el trigo en el primer metro del perfil son notoriamente inferiores. El por qué de esto está en abril del año pasado que dejó lluvias muy importantes. Algunos recordarán el bombazo de agua que hubo entre Santa Fe y Córdoba, con acumulados de más de 250 mm: 230 mm en Marcos Juárez, 260 mm en Montes de Oca. Comparando los acumulados mensuales de abril 2021 vs los de 2022 hay diferencias en la región pampeana que van de 50 a 150 mm”, añadió
– LA NACIÓN Campo