A través de un comunicado, las entidades que integran la denominada Mesa de la Producción de Córdoba manifestaron que la actual coyuntura que se atraviesa en el sector energético, dominada por la escasez y el desabastecimiento de combustibles para afrontar la cosecha granaria y los meses de clima frío, es producto de la imprevisión.
Aunque sin nombrarlo de manera directa (el documento adjudica la responsabilidad a “las autoridades”), la línea del mensaje es un claro reproche al Gobierno Nacional, ámbito de aplicación y responsable de la política energética en el país.
“Hace semanas que desde los distintos ámbitos de la producción advertimos sobre los problemas de falta de combustibles y restricciones en el gas natural. Hoy, lo que eran riesgos latentes ya comenzaron a sentirse con todo su peso, resintiendo la producción en distintos puntos de las cadenas primarias y secundarias”, expresa el comunicado.
Poniendo el foco en las complicaciones que se generan en la recolección de los granos y en la actividad de las industrias, desde la Mesa adelantan que en breve se comenzarán a sentir los efectos de la crisis no solo en las cadenas de abastecimiento, sino también en los precios de los productos en góndola.
“Nada de esto es nuevo para las autoridades, que fueron advertidas oportunamente de los efectos y consecuencias. Y a pesar de haberlo realizado en tiempo y forma, aún no han reconocido la seriedad de la situación, su impacto en todo el sistema productivo y en el consumidor final”, se detalla. Y agrega: “Los problemas que hoy ya experimentamos -y que muy probablemente se agudizarán- son producto de una gran falta de previsión. No sólo no se tomaron decisiones racionales a tiempo si no que tampoco se avizoran estrategias de contención o mitigación en adelante”.
El comunicado
Escasez de energía y desabastecimiento, resultado de la imprevisión
Hace semanas que desde los distintos ámbitos de la producción advertimos sobre los problemas de falta de combustibles y restricciones en el gas natural. Hoy, lo que eran riesgos latentes ya comenzaron a sentirse con todo su peso, resintiendo la producción en distintos puntos de las cadenas primarias y secundarias.
El primer efecto es en la cosecha de cereales y oleaginosas y ahora también en distintas industrias. En breve se comenzarán a sentir los efectos en las cadenas de abastecimiento y, por supuesto, en los precios finales de los productos. Es que la escasez, la falta de insumos y la necesidad de usar otras fuentes de energía sustitutas son más onerosas, impactando en el producto final.
Nada de esto es nuevo para las autoridades, que fueron advertidas oportunamente de los efectos y consecuencias. Y a pesar de haberlo realizado en tiempo y forma, aún no han reconocido la seriedad de la situación, su impacto en todo el sistema productivo y en el consumidor final.
Los problemas que hoy ya experimentamos -y que muy probablemente se agudizarán- son producto de una gran falta de previsión. No sólo no se tomaron decisiones racionales a tiempo si no que tampoco se avizoran estrategias de contención o mitigación en adelante.
Durante las próximas semanas (o meses) deberemos transitar un escenario con escasez y dificultades, con impacto en el abastecimiento de productos y precios, consecuencia de las tensiones económicas acumuladas, entre otras por la falta de actualización tarifaria y la intervención del Estado, factores que desalientan las inversiones en el sector energético.
Adhieren por la Mesa de la Producción de Córdoba
Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCba)
Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC)
Cámara de Comercio de Córdoba (CCC)
Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (CaCEC)
Cámara de la Construcción – Delegación Córdoba (Camarco)
Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez)
Confederación Intercooperativa Agropecuaria Córdoba (Coninagro)
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)
Federación Agraria Argentina – Distrito Córdoba (FAA)
Federación Comercial de Córdoba (Fedecom)
Sociedad Rural Argentina – Distrito Nº 4 (SRA)
Unión Industrial de Córdoba (UIC)
– Agroverdad