Siete de cada diez dólares por las exportaciones agroindustriales marcaron un récord en 2021, o uno de cuatro pesos que recaudó el Estado en tributos.
Cuando la información económica abruma por la escasez de divisas, reflejada en las restricciones cambiarias y el desenfrenado aumento del dólar, la gente se pregunta cómo revertir la situación para que ingrese la moneda norteamericana de manera genuina. La respuesta la tiene el agro y la minería, principales exportadores de bienes que tonifican las arcas del Estado soportando enorme carga fiscal.
La Bolsa de Comercio de Rosario ha dado a conocer el informe del aporte tributario de las cadenas agroindustriales en 2021, cercano a los 2,8 billones de pesos, o uno de cada cuatro pesos recaudado por la AFIP en todas las actividades productivas, con una participación que osciló entre el 21% y el 29% del total mensual recaudado durante el año pasado, coincidente con la estacionalidad de las principales producciones agroindustriales del país.
Solamente la soja aportó al Tesoro nacional 6.721 millones de dólares, el 74% de las cadenas originadas en el campo por el mayor porcentaje de los derechos a la exportación. Luego siguieron el maíz tributando U$S 1.560 millones (17%) y en tercer lugar el trigo con 600 millones y un 7% de participación en el ingreso de divisas.
En general son seis los eslabones que forman las cadenas agroindustriales, es decir el sector primario de siembra, el industrial que procesa las manufacturas de origen, luego el comercial, el del transporte, el pujante sector de maquinaria agrícola, y finalmente los servicios conexos a la actividad rural. En total 7 de cada 10 dólares que entraron el año pasado al país los generó el campo, un nuevo récord del basamento de la economía argentina.
Por su parte las exportaciones mineras alcanzaron en 2021 los 3.230,54 millones de dólares, monto que representa una suba del 23,3% con respecto al año anterior, y con una proyección social admirable, al alcanzar los 31.323 puestos de trabajo promedio anual en ocupación directa y de las numerosas actividades que rodean a esa industria, de la cual San Juan forma parte activa.
Sin embargo, este generoso torrente de dólares frescos por las exportaciones de los principales commodities y del valor agregado que se suman, tienen una absurda resistencia ideológica, manifestada por la izquierda que denigra del potencial del campo donde está la «oligarquía» criolla, y, por otro lado la resistencia antiminera que impide el crecimiento de los sectores más postergados. El último caso, en Chubut, donde los activistas lograron derogar una ley que implicaba el desarrollo de esa provincia empobrecida, lo dice todo
– Diario de Cuyo