El servicio GEA de la Bolsa de Rosario advirtió sobre el acelerado deterioro de los cultivos de maíz y soja. Confianza por las lluvias
La soja de primera fue alcanzada por el brutal impacto de altas temperaturas y falta de agua.
La falta de lluvias y la acelerada evapotranspiración están dejando sin agua los perfiles de suelo en la zona productora agrícola. La sequía afecta al 73% de la región núcleo y los cultivos de maíz y soja muestran un rápido deterioro. La extrema ola de calor seguirá hasta el domingo, a partir de cuando “las precipitaciones podrían ser de fuertes a muy fuertes”. Así lo señaló la Guía Estratégica para el Agro (GEA) en su último reporte.
La GEA, el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, señaló que las temperaturas récord, superiores a los 40ºC y la alta tasa de radiación solar, potenciaron las pérdidas de humedad por evapotranspiración, que se aproximan a los 60 milímetros en lo que va del mes. Así, en la región núcleo, la atmósfera se llevó prácticamente el 50% del agua que normalmente reciben los perfiles por precipitaciones durante el mes de enero, pero sin recibir un solo milímetro en compensación.
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El resultado es que la sequía ya domina en el 73% de la región y sólo podría ser superada con lluvias de 100 a 140 mm. “El régimen pluvial de la actual campaña tiene grandes probabilidades de comportarse como en la 2017/18”, señaló el doctor en Ciencias Atmosféricas, José Luis Aiello.
La Niña
En ambos momentos, el índice ONI (el indicador que grafica la anomalía de la temperatura superficial del mar) mostraba un mayor enfriamiento durante diciembre. Condición que, acoplada con la circulación atmosférica promueve un alto impacto negativo en el comportamiento de las precipitaciones en Argentina. “La buena noticia es que la Niña 2021/22 puede haber dejado atrás su enfriamiento máximo y por consiguiente, la zona núcleo podría recuperar precipitaciones dentro de la media más pronto que en la 2017/18”, señalaron desde la Bolsa.
En este contexto, los maíces tempranos dan batalla pero los daños no se detienen: la condición regular mala, en sólo siete días, pasó de 27% a un 51%. Los buenos son ahora el 35% y queda un 14% aún en la condición muy buena. Algo muy llamativo es que ante el agua que se acaba en los perfiles, los cuadros de la región muestran un rápido deterioro. “Se vinieron abajo”, dicen en El Trébol. Y agregan: “Los cultivos desmejoraron mucho la última semana”.
También la soja de primera fue alcanzada por el brutal impacto de altas temperaturas y falta de agua. En la semana pasada, los lotes regulares eran el 10% del total del área sembrada; después de las temperaturas extremas son el 30%. Y ahora también hay un 5% en malas condiciones. “El panorama es muy preocupante, en Cañada Rosquín estiman una pérdida de rinde del 20%”, indican desde la GEA. Y advierten que “difícilmente puedan recuperar la carga de frutos después de una lluvia. Estamos frente a una perdida productiva y económica muy importante”.
El mercado es más optimista. Los precios de la soja cerraron a la baja en el mercado de Chicago, porque los operadores confían en “los pronósticos de lluvias para los tres Estados del sur de Brasil en las próximas dos semanas” y en “el tiempo húmedo que también se augura sobre buena parte de las zonas agrícolas de la Argentina y de Paraguay”, precisó la corredora Granar
– La Capital