Río Cuarto. Aprueban el Código Ambiental pero cuestionan los controles

El nuevo marco legal obliga a hacer estudios de impacto ambiental. Pero denuncian fallas en su implementación

Por mayoría, el Concejo Deliberante aprobó ayer el proyecto de Digesto Ambiental en una polémica sesión en la que hubo fuertes cuestionamientos a los mecanismos de control.
En efecto, lo que dividió las aguas entre los concejales durante el debate legislativo fue la instrumentación del sistema de estudios de impacto ambiental por ser solventados por las mismas empresas sospechadas de generar contaminación.
Por eso, se propuso cambiar esa modalidad por otra que tenga en cuenta a las universidades nacionales u otros organismos públicos. Pero la propuesta no prosperó.
En tanto, se aprobó también respaldar al Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) para poner en marcha los estudios de factibilidad para construir la nueva planta cloacal, puesto que gran parte de los efluentes de la ciudad se arrojan al río sin tratamiento alguno.
El Código Ambiental consiste en la recopilación de un centenar de ordenanzas que buscan ponerle freno a las problemáticas ambientales. Prevé además estudios de impacto ambiental como así también auditorías y multas.
El digesto en cuestión contempla normativas vinculadas con la protección del aire, el agua y el suelo, como por ejemplo los residuos peligrosos y los efluentes cloacales.
También abarca distintas problemáticas ambientales tales como las fábricas radicadas en pleno ejido urbano y que ocasionan molestias a los vecinos, las emanaciones gaseosas, los ruidos molestos, las antenas telefónicas y los agroquímicos.
“La norma dice que antes de que se radique una empresa hay que hacer un estudio de impacto ambiental. Por eso, sugerí que esto sea realizado a través de las universidades nacionales o de organismos públicos más allá de quien pague el trabajo”, dijo ayer a PUNTAL el concejal oficialista Miguel Besso.
Y acotó: “Yo no comparto el sistema que tiene la Agencia Córdoba Ambiente que consiste en elegir de una lista una empresa privada para que haga el estudio de impacto ambiental. Porque quien paga el estudio es la misma empresa que se está investigando si contamina o no”.
Besso señaló que “lo que se tiene que buscar es un sistema que permita dar garantías a la comunidad”.

El debate

Un polémico debate se desarrolló ayer en el Concejo en torno de los mecanismos de control del digesto.
-Quiero que se consigne mi voto en contra porque no se ofrecen garantías a la gente-, dijo Besso.
-No grite tanto, concejal. Esto no es una tribuna electoral-, replicó el jefe del bloque opositor, Carlos Gutiérrez.
La discusión adquirió tal temperatura que en un momento dado Besso se levantó y comenzó a gesticular de un lado para el otro, lo que motivó un llamado al orden tras el reclamo de Gutiérrez para que no se sobreactuara.
A la hora del voto, la mayoría aprobó el Código Ambiental. Pero Besso y Beatriz Capmany manifestaron sus discrepancias, al igual que la opositora Norma Rivera.
César Avendaño y Hugo Patroni se ausentaron durante el debate.

– PUNTAL