Formarán un centro vecinal con la premisa de potenciar el valor arquitectónico y cultural del corazón de esta ciudad vallista.
Nebreda, en la esquina donde funcionó la vieja hostería y que hoy es un centro del Conicet.
La concepción de espacios adecuados es la premisa. Pero también es fundamental la conciencia urbana.
Todo va de la mano de un centro vecinal que nunca se conformó por diferentes motivos y que ahora es menester que se constituya para organizar a 400 vecinos, distribuidos entre comerciantes, residentes e instituciones.
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El conglomerado comprende la parte comercial de Rosario de Lerma y los antiguos residentes, que generación tras generación se adaptan a los avatares del crecimiento de la población. «De forma participativa queremos construir una institución abierta que trabaje en las necesidades de los vecinos y de esta manera mejorar el contexto en el que cotidianamente convivimos», dijo Pablo Nebreda, uno de los vecinos que inculca la idea de agruparse y trabajar para que el aumento de la población no deteriore el viejo casco céntrico de la ciudad.
El lanzamiento y la convocatoria del centro vecinal zona centro será dentro de poco tiempo e informado oportunamente. Promete la participación de numerosos vecinos de esta parte histórica de Rosario de Lerma, que tiene un inconfundible aire colonial, caracterizado en la calle Hipólito Yrigoyen y 9 de Julio por sus veredas altas para evitar las inundaciones.
«Creemos que es necesario recuperar nuestra historia y reconocer el trabajo de muchos vecinos que dejaron su huella, como así también jerarquizar el casco histórico de nuestro barrio y destacar los valores y tradiciones de nuestros vecinos» agregó Nebreda .
El centro de todo
En el centro urbano de esta ciudad funcionaron las principales dependencias de la ciudad desde sus inicios como comunidad. Muchos edificios hoy no existen y otros no tienen el mantenimiento adecuado. La conocida avenida Cecilio Rodríguez, donde se desarrolla el corso rosarino y el entierro provincial del carnaval. Este espacio integrado a la vecindad nunca fue cuidado, ni siquiera integrado al vecino residente.
«Pasan los carnavales y la vereda y las frentes de las casas son testigo de la falta de respeto por el otro y la propiedad privada. Se podría integrar la idea de un evento junto a los residentes, evitando atropellos y perjudicando al resto de los frentistas».
El trabajo será arduo para conciliar ideas que apuntalen el futuro plan urbanístico que contemple la inclusión y accesibilidad del espacio público. La cultura, la educación, el deporte, la salud y la seguridad son temáticas que también se tienen que ir pensado al abordar el trabajo en forma articulada con las instituciones públicas y privadas que forman parte del barrio centro.
Desde las veredas, los nomencladores y el frente de la iglesia Nuestra Señora del Rosario necesitan un plan de conservación donde intervengan vecinos y autoridades. «Rosario tiene mucho para dar. Su acervo cultural, su tradición y su gente. Tenemos historia y esta parte de la ciudad es fundamental en la elaboración de este proyecto», contó a El Tribuno Nebreda.
También pasa por la preservación de los espacios públicos con acciones desde los vecinos. «Levantar las heces de sus mascotas en las veredas sería tan responsable en un cambio de conducta que beneficia a todos. Es esto lo que pretendemos. Recuperar la parte centro de la ciudad. Su cultura y su identidad, y convivir respetando al otro»
Jaime Barrera – El Tribuno