“En Japón los puertos también se ocuparon de la comunidad”

El embajador japonés visitó el puerto local y dijo que «seguridad jurídica, estabilidad y previsibilidad» son claves para exportar.

Así como la estación marítima de Bahía Blanca viene instrumentando un proceso destinado a posibilitar que su desarrollo también se traduzca en una mejor calidad de vida para la comunidad aledaña, los puertos de Japón también experimentaron una situación similar.

El tema fue motivo de análisis días atrás durante la visita que realizara Takahiro Nakamae, embajador de ese país asiático en la Argentina, al Consorcio de Gestión.

A continuación se reproducen los tramos principales del diálogo mantenido por el diplomático con La Nueva, donde se abordaron cuestiones vinculadas al comercio exterior entre ambos países.

–Además de las inversiones de Nissan y Toyota o de los proyectos de energía eólica en Santa Cruz, ¿hay otros sectores o compañías japonesas interesadas en invertir en la Argentina?

–El sector automotriz japonés esta en buena forma actualmente, a pesar de las dificultades económicas de estos años y viene anunciando una inversión adicional de 280 millones de dólares. Está muy bien con la exportación de sus productos y una empresa química, Sumitomo Chemical, recientemente anunció la compra de una empresa argentina de insecticidas (Nufarm). Además, nuevas áreas como hidrogeno o litio, está despertando cada vez mayor atención.

“En cuanto al hidrógeno, ambos gobiernos firmaron un memorándum de cooperación para analizar cómo elaborar un diseño de suministro de modo sustentable. Sobre la base de este acuerdo hemos organizado algunos seminarios y foros”.

–¿Y en cuanto al litio?

–Un empresa subsidiaria de Toyota, Toyota Tsusho, invierte en la exploración de litio en Jujuy, con apoyo financiero y la garantía de crédito del gobierno japonés.

–¿Se avanzó con los tratados de promoción y protección de inversiones y para evitar la doble imposición impositiva?

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–De parte japonesa la Dieta los aprobó y estamos a la espera de que suceda lo mismo en el Congreso argentino. Tengo entendido que por varias razones está en espera. Ojalá se aprueben estos acuerdos lo antes posible”.

–Analizando los embarques hechos desde el puerto de Bahía Blanca hacia Japón en los últimos 10 años se advierten fluctuaciones importantes. Este año viene muy bien, con más de 160 mil toneladas de maíz exportadas, pero en 2020 no hubo embarques. ¿Piensa que este rol exportador se incrementará con el tiempo, sobre todo porque Japón es un país que importa más del 60 % de lo que comen los japoneses?

–El monto del comercio bilateral suma apenas mil millones de dólares, y también tiene razón en que este año el comportamiento es mejor, pero por otra parte significa que hay fluctuaciones. Japón importa de Argentina algunos alimentos muy importantes como camarones, maíz y otros materiales industriales como aluminio y litio.

–¿Y qué se necesita para que ese comercio se incremente?

–Argentina es un país muy rico en recursos naturales y la zona de Buenos Aires tiene un mercado de 20 millones de habitantes, con una porción muy grande de clase media, que debería ser para las empresas japonesas un mercado muy atractivo, pero para que Japón aproveche el mercado argentino, lo importante es la seguridad jurídica, la estabilidad de la economía, mayor previsibilidad.

También es cierto que mi país es un gran importador de alimentos, pero tiene una población en disminución, casi medio millón menos cada año, y es un mercado grande pero muy saturado, competitivo y exigente, que requiere de mucho esfuerzo y esperamos que podamos compartir mayor desregulación del mercado argentino para poder avanzar.

¿Qué imagen se lleva del puerto de Bahía Blanca?

–Gracias a la invitación del presidente del Consorcio, Federico Susbielles, tuve la oportunidad de conocer cómo funciona este puerto, cuál es la estructura de administración, sus desafíos y aprendí mucho sobre cómo trata de ser una contribución al bienestar de la comunidad a través de sus inversiones. Ahí conocí que tiene desafíos de compatibilidad entre el desarrollo económico y el bienestar de la comunidad.

“Esto es algo en lo que nosotros también tenemos experiencia y tuvimos un fructífero intercambio de experiencias y conocimientos, tratando de explorar si en el futuro hay posibilidad de cooperación en tal sentido.

–No pocos argentinos tienen una visión pesimista del país y no ven el futuro con esperanza, pese a ser este una nación país con bastantes recursos naturales y humanos. Usted, como ciudadano de un país que depende del intercambio con el mundo para subsistir, justamente por la falta de recursos naturales, ¿qué les diría?

–Es cierto cuando menciona que Argentina tiene varios desafíos: la situación económica no es fácil por su deuda externa o la inflación. Se habla mucho de estas dificultades, no estamos en posición de imponer ni de dar una sugerencia públicamente, pero se habla de la importancia de la estabilidad del mercado de bonos y una política fiscal sustentable, dirigiéndose a un crecimiento económico sustentable, esto es algo que pensamos como necesario.

En este contexto sería importante la promoción de exportaciones. Algunos sectores están muy activos en la inversión, pero también es cierto que algunas empresas tuvieron que irse de Argentina, por eso para que el sector japonés pueda contribuir a la economía argentina esperamos estabilidad jurídica a largo plazo y un ambiente favorable de negocios, para eso es muy importante el diálogo

Adrián Luciani – Fotos Emmanuel Briane – La Nueva. – La Nueva Provincia