Es una iniciativa que ya aprobó Capital y que ha despertado una fuerte reacción contraria en las cámaras que agrupan a los comercios céntricos. Denuncian que “es un nuevo impuesto”.
Las cámaras que agrupan a los comercios del centro y el sector empresarial cuestionaron con dureza la ordenanza de Capital que apunta a cobrar por las publicidades que los negocios exhiben en el exterior e interior de sus locales. Desde el Municipio defendieron el proyecto porque estiman que generará mayor recaudación.
La queja mayor se debe a que consideran que este gravamen a las publicidades es un nuevo impuesto, por lo que saldrán desde hoy a entregar panfletos en los negocios cuestionando la decisión de la intendencia de Capital y de los concejales que aprobaron la ordenanza. Si no hay marcha atrás, iniciarán acciones legales y la semana que viene habría medidas de fuerza que incluyen desde apagones en los comercios hasta cierres de una hora.
La ordenanza, según explicó el presidente del Concejo Deliberante, Jorge Molina, establece que se cobrará a las empresas que exhiben la publicidad y no a los comerciantes. Además, que el llamado a licitación de una empresa no es para la cobranza sino sólo para la detección ya que la cobranza estará a cargo del Municipio. “El proyecto dice que es para contratar servicio de detección y relevamiento de los derechos municipales por inspección y control de publicidad y propaganda”, resaltó.
La ordenanza fue aprobada por todos los concejales radicales y dos justicialistas. En contra votaron Juan Membrives, del ARI; y Antonio Ramírez, del justicialismo. Pablo Priore, del PD, estuvo ausente en la sesión por viaje.
El edil Molina defendió la ordenanza con un ejemplo: “Si adentro del negocio hay una publicidad de Coca Cola se le cobrará a Coca Cola, lo mismo con las tarjetas de crédito. No se le cobrará al negocio”, dijo.
Para los comerciantes esto no será así. Explicaron que “las grandes empresas se defienden diciendo que no autorizaron la ubicación de tal cartel, por lo que le terminarán cobrando a los comercios”.
Después de una reunión de más de una hora, la Unión Comercial e Industrial(UCIM), la Federación Económica de Mendoza(FEM), la Cámara de Empresas, Comercio, Industria, Turismo y Servicios(Cecitys), la Cámara de Indumentaria, la de Ópticas, la de Turismo de la provincia de Mendoza, la Asociación Amigos Avenida San Martín, la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Afines, la Fundación Centro y la Cámara Empresaria de Repuestos de Automotor y Afines (Ceraya) decidieron redactar una nota en total repudio a la iniciativa comunal.
Adolfo Trípodi, de la FEM, dijo que “lo que quiere hacer el Municipio es un disparate porque es un nuevo impuesto. Nos quieren cobrar más impuestos cuando en realidad no nos brindan los servicios básicos porque las calles están todas rotas y la ciudad está sucia”.
Según la información que tienen los comerciantes, un calco de una tarjeta de crédito les costará $80 anuales. “Esto hay que multiplicarlo por la cantidad de tarjetas que tenemos y nos va a salir una barbaridad ya que a eso hay que sumarle las publicidades de adentro. Si tenemos una zapatería debería pagar por cada marca que se muestra en la vidriera”, dijeron desde la Cámara de la Indumentaria.
“Este nuevo impuesto va a terminar en el consumidor final ya que si nos van a cobrar más, de alguna manera hay que pagarlo, por lo que esto afecta a todos los mendocinos ya que el 80% de los negocios están en Capital”, dijo José Poquet (UCIM).
Marcelo Morales, titular del Cecitys, sostuvo que “con esto no podemos brindar el servicio de informar al cliente porque nos van a cobrar por todo. Además, señaló que “entendemos que sería retroactivo al 2001 por lo que el monto a pagar será exagerado. Presentamos notas para que los concejales nos consultaran y nunca lo hicieron. Esperamos que ahora con estas medidas nos den la posibilidad de una charla”.
– Diario Uno