Santa Cruz despliega un potencial energético enorme y multifacético

La producción hidrocarburífera y la generación eólica ya son un hecho. Sin embargo, el potencial santacruceño es mucho más amplio. A los proyectos de energía hidroeléctrica y carboeléctrica, sigue latente el desarrollo del hidrógeno y la energía mareomotriz.

La multiplicidad de desarrollos energéticos que se pueden desarrollar en Santa Cruz, la pone en un lugar privilegiado como potencial productora de energía del país.

Una filmina realizada por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, junto a la Fundación Vida Silvestre (ver página central), busca revelar la matriz energética de la Argentina. En ella se muestra, provincia por provincia, la distribución de los diversos recursos energéticos que posee el país y su potencialidad de explotación.

Desde los tradicionales hidrocarburos con su desarrollo convencional y no convencional, como la presencia de los vientos, la radiación solar, el potencial mareomotriz, el recurso hidroeléctrico y también el desarrollo nuclear.

A la hora de observar a Santa Cruz nos encontramos que la producción hidrocarburífera resalta, lógicamente, por encima de las demás. Y aunque allí no está reflejada la diversidad completa de los potenciales santacruceños, sí permite observar que, salvo la solar, el resto de las energías son factibles en la provincia.

Desde la cuenca Austral el potencial gasífero es relevante.
Desde la cuenca Austral el potencial gasífero es relevante.
La reactivación de las obras del complejo hidroeléctrico sobre el río Santa Cruz, la puesta en marcha de distintos parques eólicos van delineando el potencial que la provincia tendrá a futuro en el mercado de las energías renovables o “limpias”.

Pero también la producción de hidrógeno o la energía mareomotriz, cuyos estudios están muy avanzados, dan cuenta de ese camino. Sin contar la proximidad de comenzar con la producción de energía carboeléctrica, a partir de la finalización de la termousina de Río Turbio. Cómo está Santa Cruz en cada uno de los casos:

Hidrocarburos
La producción hidrocarburífera es la más añeja en el territorio y, sin dudas, la más importante. Santa Cruz es la tercera mayor productora de petróleo del país. Se ubica detrás de Neuquén y de Chubut, con quien comparte cuenca. En el primer semestre del 2021, su media de producción fue de unos 12.300 metros cúbicos diarios (m3/d), según los últimos datos publicados por la Secretaría de Energía de Nación.

Su producción, de tipo convencional, se desarrolla en campos maduros y viene descendiendo desde hace más de una década. De hecho en el cuatrienio 2012/2015 la producción diaria era de 18.400 m3/d. En los siguientes cuatro años, el promedio fue de 15.000 m3/d.

Desde entonces la caída de la producción es casi de un 20%. El descenso se concentra, fundamentalmente, en los yacimientos de la cuenca del Golfo San Jorge, en la Zona Norte de Santa Cruz. En parte por los costos de producción (lifting cost) al igual que los de operación (Opex) son más altos por la madurez de las áreas. Otro punto en contra ha sido la fuerte conflictividad que signó la zona en la última década, provocando un retroceso en los niveles de inversión.

En estos últimos años, no fue el conflicto lo que sobresalió. Las políticas de promoción para el desarrollo del no convencional tuvieron una consecuencia no buscada: la producción tradicional quedó un escalón más abajo. Sin contar la pandemia que, durante el 2020, hizo lo suyo.

La provincia tiene dos parques eólicos en funcionamiento y un tercero próximo a operar
La ley de Promoción de las Inversiones Hidrocarburíferas, aún en ciernes, es muy esperada por el sector convencional. Se prevé un capítulo especial con incentivos específicos que equilibre el atractivo que presenta el desarrollo del shale.

No convencional
Pero Santa Cruz tiene intactas sus chances de hacer florecer en su territorio el desarrollo del no convencional. En la cuenca del Golfo San Jorge, la posibilidad de la formación D-129 es real, aunque su potencial decreció de lo que supuso la Secretaría de Energía (SEN) en 2011 que estimó un volumen de 246 TCF (sólo gas), al informe del Energy Information Administration (EIA), que le adjudicó 34,8 TCF y 0,5 BBO (gas y petróleo), sus chances de un desarrollo convencional son estudiadas por las diversas operadoras que actúan sobre la roca.

El carbón será puesto al servicio de la energía en la Central Térmica.
Pero sin dudas, el atractivo más grande está en la cuenca Austral y en particular en la formación Palermo Aike. Tiene el potencial de una gran roca madre productiva. A la inversa de lo que pasó con la D-129, las estimaciones de la SEN en 2011 de 91 TCF fueron superadas por las del EIA, que le adjudicó potenciales volúmenes de reservas de 129,5 TCF y 6,6 BBO.

También, a diferencia de la D-129, en cuenca Austral el desarrollo no convencional comenzó a dar pasos concretos en los últimos años y en particular este año donde CGC proyectó una campaña exploratoria incluyendo la perforación de 7 pozos.

Gas
Más allá de las reservas gasíferas contenidas en el shale y el thigt gas, de la Cuenca Austral surge la mayor producción de gas de la provincia.

Pese a que en los últimos años, sobre todo en el sur de Santa Cruz, la producción gasífera se recuperó paulatinamente, a fines del 2020, las cuencas San Jorge y y Austral muestran un nivel de reservas comprobadas de gas 4.4% y 11.4% menor en relación a las existentes en el año 2009, respectivamente. Al igual que en el caso del petróleo, la disminución se observó en la mayoría de las cuencas convencionales de gas del país. En gran parte por una escasa exploración que derivó en una declinación metódica de la producción de gas natural convencional.

Algo que en el último trimestre del 2020, con la entrada en vigencia del Plan Gas.Ar. se busca revertir. En este primer semestre del año, Santa Cruz produjo 9.837,59 Mm3/día. El 70% en la cuenca Austral y lo restante en San Jorge.

El viento es un sello patagónico, y Santa Cruz hace gala de él. Como recurso energético, la provincia ya cuenta con dos parques eólicos en pleno funcionamiento y un tercero próximo a ingresar en producción.

En un mes más se espera la puesta en marcha del parque Cañadón León, cercano a Caleta Olivia. El mismo inyectará 99 megas dentro del Programa Renovar para el mercado eléctrico mayorista y 21 megas para el programa MATER (grandes usuarios).

Esto se sumará a lo que ya genera el parque Bicentenario. Es el más importante en la zona. Cuenta con 28 aerogeneradores capaces de producir 3,6 MW cada uno, correspondiente a la potencia adjudicada (100, 8 MW) a través del Programa Nacional RenovAr y 7 aerogeneradores del programa nacional MATER de 3,6 MW cada uno (21,6 MW). Lo que da como resultado una potencia instalada de aproximadamente 122 MW que son inyectados a la matriz energética nacional, lo que equivale a alrededor de 120 mil hogares del país.

129,5 TCF es el volumen de gas estimado en la formación de Palermo Aike
En marzo de este año entró en operación Los Hércules. Con una producción de aproximadamente 400 GWh al año, es el parque eólico más grande que Total Eren opera en América Latina. Se estima que el proyecto cubre el consumo energético de 110 mil hogares.

Proyectos en ciernes
La apuesta más importante en materia de generación de energía y sobre todo renovable, es sin dudas el complejo hidroeléctrico sobre el río Santa Cruz.

Más allá de los avatares que debió y sigue teniendo que enfrentar, la obra sigue en marcha. Luego de la readecuación del proyecto original, la potencia instalada de ambas presas será de 1310 MW, constituyendo una de las más importante del país.

Los estuarios del Río Gallegos, Deseado, Coyle y Santa Cruz, muestran su potencial hidrocinético.
No sólo en materia de generación sino también en la reducción de los gases invernaderos. Los estudios dan cuenta de que si la generación media anual (5171 GW/h) que tendrá el complejo, fuese generada a través de centrales térmicas convencionales, emitiría anualmente 2,5 megatoneladas de CO2 (gases de efecto invernadero). Sólo con las represas, Argentina cumpliría con la propuesta de reducción hecha por el país en el Acuerdo de París. Al mismo tiempo se podría ahorrar el consumo interno de unos 2,6 millones de m3 de gas natural equivalente diarios.

El otro proyecto que el Gobierno espera poner, finalmente en marcha, es la Termousina Eléctrica de Río Turbio. Al primer módulo sólo le resta un 20% para ser finalizado y quedó paralizado durante la gestión anterior. Puesto en marcha, generará 120 MW, cubriendo el equivalente a la demanda energética de casi toda Santa Cruz. Quedando pendiente el segundo módulo por una capacidad de generación similar al primero.

Pero lo más importante, es que le da sustentabilidad al yacimiento carbonífero, ya que demandará la totalidad de la producción posible de YCRT, al menos en sus inicios.

Hidrógeno
Pico Truncado, llamada la capital del hidrógeno, fue pionera en instalar una planta experimental. La posibilidad de generar combustible a partir del elemento, fue probada con éxito hace más de una década. La iniciativa dio sus primeros pasos para pasar de experimental a industrial. Pero quedó trunco en el camino.

La provincia, junto al Consejo Federal de Inversiones, culmina por estos días el estudio de prefactibilidad, para relanzar el proyecto bajo el marco del Plan de Desarrollo Productivo Verde, por el cual el Gobierno Nacional invertirá $ 10 mil millones en tecnologías limpias, en particular fomentando la industria del hidrógeno verde y la fabricación de autos eléctricos para avanzar en la disminución de las emisiones de CO2.

Potencial mareomotriz e hidrocinético
La posibilidad de generar capacidad instalada a partir de la energía mareomotríz es hoy la más postergada. Desde el año 2001 se han realizado estudios que demuestran su factibilidad. Tanto la Bahía de Puerto San Julián, como en Cabo Vírgenes. También se analizó el estuario del río Deseado, el del Gallegos y el del Santa Cruz para ver su potencialidad hidrocinética.

De acuerdo a los estudios difundidos, las estimaciones muestran la posibilidad de generar energía hidrocinética por una potencia de 900 MW en el estuario del río Gallegos, de 159 MW en el del río Coyle y de 180 MW en el estuario del río Deseado.

Pero, sin dudas, la más interesante es la que presenta el estuario del río Santa Cruz, donde los especialistas creen que se podría generar hasta 2420 MW de potencia. Aunque este estudio es anterior a la construcción de las Represas.

Seis tipos distintos de potencialidad energética. Todos con proyecciones superlativas. Es la base que Santa Cruz tiene para demostrar que está llamada a ser el polo energético del país

Por Irene Stur – LA OPINIÓN AUSTRAL