Antiguas explotaciones mineras

Los espectaculares ajuares metálicos que se encontraron junto a las momias de Lullaillaco nos da una aproximación del conocimiento que poseían los pueblos originarios de nuestra región sobre técnicas metalúrgicas. Obviamente, para que existiera la metalúrgica primero debía existir un minado.

Existen registros de laboreos mineros sobre la Faja Andina anteriores a la época colonial, pero es menor en relación a lo que aún se espera descubrir. Algunos fueron continuados por los jesuitas de manera artesanal y primitiva para aquellos tiempos y otros terminaron siendo yacimientos de una notable envergadura.

Para quienes tuvieron la dicha de recorrer las serranías del oeste de Salta, en especial la zona de Sierra de Santa Victoria, que resguarda en su faldeo oriental al pueblo homónimo, sabe de lo que estamos hablando. La magnificencia de los paisajes antes y después del Abra del Cóndor esconden algunos secretos mineros. Es el caso de la mina La Niquelina.

La escasa documentación que existe sobre La Niquelina no evidencia actividad o laboreos primitivos precoloniales. Sin embargo, la cantidad de proyectos de estas características es innumerable, por lo que no sería descabellado pensar que los pioneros de esta explotación no fueron los del siglo XX.

Está ubicada en el paraje denominado Rodeo de Tuctuca, al cual se accede a través del Abra del Cóndor, partiendo desde la localidad de La Quiaca. La información más certera de este proyecto minero data de la década del 60, de un trabajo realizado por el doctor en Geología Juan Carlos Fernández Lima. Partiendo de la geología del sector, podemos decir que dominan dos tipos de rocas, las areniscas y lutitas de edad cambro ordovícicas. En estas, la mineralización en forma de guías y venas (espesor máximo de 2 centímetros) atraviesa las lutitas o se halla impregnando la arenisca. De composición mayormente niquelina, también se encuentra annabergita y galena. De características hidrotermales, posiblemente mesotermal, no se pudo determinar la existencia de la roca madre del yacimiento, debido al desconocimiento de la existencia de rocas ígneas en las proximidades. ¿Nuestros antepasados en la búsqueda del conocimiento, podrían haber vislumbrado la importancia del níquel para la humanidad? Hoy está presente en una simple olla de acero inoxidable o una moneda hasta complejos instrumentales quirúrgicos.

Las condiciones de yacimiento necesarias por parte de La Niquelina (leyes, accesibilidad, etc.) no eran las suficientes para aquel entonces, lo que llevó a una pérdida de interés y posterior abandono del proyecto

POR PAOLO SACCONE – El Tribuno de Salta – fuente: Infobae