La inminente agenda electoral pone un stand by incómodo para el sector minero que aguarda la puesta en práctica de medidas prometidas, como un esquema de progresividad para las retenciones. El Covid-19 suma más incertidumbre.
Cada dos años, en la Argentina hay elecciones y la disputa partidaria, en esta ocasión por los cargos legislativos, ralentiza la concreción de proyectos mineros que además de un panorama económico favorable, reclaman al menos un escenario de estabilidad política.
En algunos casos específicos como el de la provincia de Chubut, más reciente y cercano, es más directa la implicancia del contexto ya que la agenda electoral postergó el debate legislativo sobre la zonificación minera, que podría permitir la minería -actualmente prohibida por una ley local en todo el territorio provincial- en el área de la Meseta Central donde se encuentra el Proyecto Navidad, propiedad de Pan American Silver Argentina desde 2010.
En cada año electoral algunas decisiones sufren postergaciones inevitables
Pero a nivel general, el impacto de la atmósfera previa a los comicios está más extendido, incluso en provincias en donde la minería está consolidada como actividad productiva generadora de trabajo e ingresos por regalías e impuestos.
Este año se renuevan en el Congreso de la Nación 127 bancas de diputados y 24 de senadores. Asimismo, las provincias elegirán a sus representantes a nivel distrito. No obstante, en términos político-partidarios, son mucho más variadas las lecturas que se pueden hacer según cómo se den los resultados.
En función de eso, este esquema limita en gran medida a las definiciones de políticas de largo plazo, que son las más reclamadas por los sectores productivos históricamente, entre ellos el minero sobretodo, por tratarse de inversiones de alto riesgo y de recupero a muy largo plazo.
En esta oportunidad, se agrega un condimento adverso: el Covid-19 y el freno forzado para todas las actividades económicas, en mayor o menor medida, durante el año 2020, que tiene aún grandes secuelas en el 2021, y que obligó a recalcular hasta la más mínima proyección que se pudiese haber anticipado.
En paralelo, este año también hay elecciones de autoridades en el seno de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). El proceso comenzó con la definición de una comisión integrada por unas 20 empresas socias, que van a dirimir en un marco de consenso una lista de unidad para conformar la próxima comisión directiva a partir de setiembre.
Si bien se plantea una continuidad institucional, el recambio pesa en la postergación de las definiciones que requiere el sector.
Desafíos y definiciones
En general, las proyecciones mineras ya veían difuso el horizonte por la inestabilidad económica -marcada por un alto índice de inflación, restricciones cambiarias y un contexto macroeconómico desfavorable-, que instaló desafíos imposibles en muchos casos, incluso antes de que la pandemia atraviese todas las variables.
Así y todo, la inminente agenda electoral pone un stand by incómodo para muchas empresas del sector que aguardan la puesta en práctica de algunas de las medidas prometidas desde la Secretaría de Minería de la Nación, como por ejemplo un esquema de progresividad para las retenciones.
En el inicio de su gestión, el Gobierno Nacional buscó dar una señal al sector con la Ley 27.541 de Solidaridad al establecer que los derechos de exportación se iban a fijar en un 8% en vez del 12%.
No obstante, la medida tiene vencimiento, además de que la disposición se vio maltrecha porque luego se demoró su implementación 10 meses -en efecto, hasta octubre de 2020 las mineras siguieron pagando el 12%-.
Esa ley que fue ideada en un marco de emergencia -muy diferente al actual porque no tuvo en cuenta lo que vendría que era la gestión de una cuarentena que resultó extensa-, tiene vigencia hasta diciembre, es decir que podría haber cambios para las retenciones a partir de esa fecha.
La falta de definición en este sentido es uno de los tantos reclamos del sector. Proyectos que podrían haberse iniciado no arrancaron todavía por este nivel de incertidumbre sobre el futuro de las retenciones. Eso por un lado, por otro está claro que a los que más afecta es a los proyectos que están en plena producción, que no factibilizaron ni con el 12%, ni con el 8%.
Las retenciones es uno de “los 4 obstáculos que frenan las inversiones” en minería. Así las definió el secretario a cargo del área a nivel nacional, Alberto Hensel. Los otros tres son, según sus palabras, el acceso al mercado de cambios, la estabilidad fiscal y la devolución del IVA.
Alberto Hensel reconoció que son “cuatro los obstáculos que frenan las inversiones mineras” en el país
En cuanto al mercado de cambios, desde la secretaría, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo se destaca como respuesta el decreto presidencial 234 que flexibiliza el cepo al dólar para atraer a las inversiones y concede la libre disponibilidad de un 20% de las divisas que se generen con las exportaciones.
Flexibilizar el cepo al dólar y disponibilidad de divisas son medidas claras de promoción
De alguna manera responde en parte a un proyecto de ley que desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) se propuso ante la autoridad minera nacional a fines de 2020, aunque no alcanza para dar una respuesta a los requerimientos planteados.
De hecho, desde la entidad empresaria se había propuesto una normativa para permitir que quienes tengan en carpeta proyectos grandes, que implican para su puesta en marcha una inversión de envergadura, tengan como atractivo el libre acceso -no planteaba porcentajes, sino que se quitara todo tipo de restricción- al Mercado Único de Libre Cambio (MULC, según las siglas).
Así las cosas, la medida -en rigor, la primera acción de promoción para la actividad que dispone un Gobierno nacional desde que se promulgó la ley de inversiones mineras en 1993- se plasmó con una previsión de 15 años y en ese sentido fue valorada como una señal de estabilidad, aunque también pareció indicar que el cepo al dólar llegó para quedarse, al menos por un puñado más de mandatos presidenciales.
Por lo demás, no hay indicios de definiciones al menos antes del 14 de noviembre, la fecha plasmada para la segunda y última instancia de las elecciones que comienzan, este 12 de septiembre, con la realización de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)
Por Sabrina Pont – LA OPINIÓN AUSTRAL