Litio, otra oportunidad para no desaprovechar en la Argentina

Un salto tecnológico podría provocar que el mineral deje de tener la importancia actual para la transición energética.

Oscar Vázquez, docente de la Maestría en Gestión Ambiental del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), analizó el escenario actual de la industria del litio y sus posibilidades de desarrollo en el país, en una entrevista con +e.

“Argentina ha podido concretar una buena cantidad de proyectos vinculados al mineral. Sin embargo, si el país no se dedica a exportar y a manufacturar sus productos, cuando suceda un nuevo salto tecnológico va a dejar pasar la oportunidad que tiene con la electromovilidad ”, sostuvo.

El método de extracción del “oro blanco” en la Argentina se encuentra en los diferentes salares integrados dentro del “Triángulo del Litio”, la zona geográfica ubicada en América del Sur, en el límite de Argentina, Bolivia y Chile, donde se concentra más del 80% de las reservas mundiales de este mineral. El foco mundial de producción está centrado en el noroeste argentino, en el Desierto de Atacama de Chile y en el Salar de Uyuni de Bolivia.

Entre los años 2014 y 2015, el país produjo entre 500 y 600 toneladas de litio, mientras que para el 2019, se logró una producción de alrededor de 50 mil toneladas. “Para este año se está superando aún más ese número. La demanda mundial de litio está en 150 mil toneladas al año, donde nuestra nación extrae y exporta un tercio de la elaboración global. Entonces, este panorama constituye una oportunidad para las provincias, quienes son las que tienen el dominio del subsuelo y las que perciben las regalías de la extracción en términos mineros”, expresó el especialista.

Bajo estas definiciones, Vázquez afirmó que “sería bueno que los departamentos provinciales comenzaran a recibir una mayor parte de las regalías que ingresan gracias a este tipo de actividades”, tras considerar que el impacto que generan estos desarrollos no son compensados correctamente y cuentan con una mala distribución de las ganancias.

“La minería del litio exporta al país un poco más del 50%, son dólares genuinos y crecimiento de la mano de obra local”.

Respecto al proyecto de ley de Electromovilidad impulsado desde el Gobierno nacional, el experto advirtió: “Si la normativa está mal redactada e impide que la industria intermedia se desarrolle, los esfuerzos que se realizaron van a pasar al olvido”.

“Hay que exigir que las cosas se hagan. En muchos lugares del mundo las cosas se hacen bien y no se cuestionan. Sin embargo, en Argentina se cuestiona hasta el último detalle en cualquier actividad, sin fijarse en todos los problemas que se generan alrededor y que nadie mira”, añadió.

“La tarea de la industria minera es la de extraer el carbonato de litio, pero dentro del plan de la Electromovilidad, hay otras industrias que se deben acoplar al proceso completo que la normativa propone. Esto implica tratar de ofrecer al mercado diferentes productos para que sean usados, por ejemplo, la fabricación de las baterías”, destacó.

“En medio de esto, se ubica la construcción de las celdas, que podría constituir un gran paso para la actividad si los costos de producción fueran inferiores a los que el mundo paga por una celda de batería hoy, y no podemos tratar de imponer una batería al triple del valor y no muy bien probada. Entonces, por eso es tan importante desarrollar la industria del litio”, declaró.

Asimismo, manifestó: “La dirección que debe adoptar el país es la de incluirse en ese tren, en ese proceso de la electromovilidad que debe avanzar y no debe quedarse únicamente en la extracción. A partir de ahí, inician otras operaciones que comienzan a tener injerencia, tales como el desarrollo de tecnología, las inversiones y la reducción de costos para que el producto sea atractivo y pueda ser vendido al mundo”.

“No debemos desaprovechar la oportunidad que tenemos con la electromovilidad. Hay que hacerlo ahora, porque el tiempo pasa y los saltos tecnológicos son cada vez más frecuentes, y algún día va a desaparecer la necesidad de desarrollar el litio porque va a aparecer una demanda nueva”, finalizó.

> ¿Cómo está compuesto el triángulo del litio?
“Triángulo del Litio” es una zona geográfica en el límite de Argentina, Bolivia y Chile donde se concentra más del 80% de las reservas mundiales de este mineral.

En Bolivia, el propio Estado busca explotar el Salar de Uyuni, considerado como el más grande del mundo. Debido a su posición, la cuenca hidrográfica concentra todo el mineral en un solo salar.

En cambio, Argentina, cuenta con una mayor distribución del metal por diversos salares localizados entre las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. Los mayores yacimientos son el Salar del Hombre Muerto y el Salar de Antofalla.

Del otro lado de la cordillera, en Chile, el desierto de Atacama cuenta con una menor cantidad de salares y su tamaño no logra superar al de Uyuni, pero su posición es estratégica.

“Con el advenimiento de las baterías, la forma de extracción del litio de la roca se volvió comercialmente alta, aunque la ganancia continúa siendo marginal con los valores actuales. Pese a esto, países como Australia cuentan con la capacidad y la conciencia ecológica para que el negocio sea rentable”, explicó Oscar Vázquez, del ITBA

Por Martina Mongelluzzo – La Mañana