«Me gustaría ser diputado nacional por Santa Cruz», señaló a la prensa el Secretario General de AOMA seccional Santa Cruz Javier Castro.
De esta forma sacudió a la clase política de su provincia que se preparaba para conformar nominaciones en las elecciones de medio término.
Javier Castro, que de no ser por los vericuetos de la política hoy ostentaría ser el intendente de San Julián, confirmó su intención de ser candidato a ocupar una banca en la Cámara Baja del Congreso de la Nación. De concretarse este anhelo, se convertiría en el primer trabajador del sector que acceda a un escaño tras la llegada a nuestro país de la denominada “Nueva Minería”.
Para acceder a su postulación, en el Frente de Todos de la provincia de Santa Cruz, deberán consensuar o medirse en internas con diferentes sectores que pretenden ocupar ese espacio electoral.
No obstante, en diferentes medios de prensa, se citó que ya existirían apoyos concretos de gremios provinciales que se refirieron en buenos términos al lanzamiento de Castro, siendo esta señal, un claro apoyo para que el referente de los mineros provinciales fortalezca su nominación.
Castro, que por su exposición pública posee adherentes y detractores, supo aglutinar bajo su conducción a uno de los gremios más homogéneos y de mayor crecimiento en los últimos veinte años. Si bien desde la industria los empresarios no han emitido opinión al respecto, saben leer que el lanzamiento de Castro posee claros acompañamientos de la clase dirigente provincial y nacional. Allí lo sustentan el super ministro Leonardo Álvarez, el ex senador y vicegobernador Pablo González, hoy titular de YPF y Aníbal Fernández. A los nombrados se le debe sumar la simpatía explícita y tácita de la gobernadora Alicia Kirchner.
Todos saben, especialmente Javier Castro, que las batallas hay que ganarlas en el llano, y que poco inciden, a la hora de las urnas, los apoyos de personalidades. No obstante el dirigente sindical sabe asimilar enseñanzas y bajo ningún concepto permitirá que su protagonismo se vea polvoreado de las situaciones o descuidos que supo ocurrirle en el 2019 cuando quiso ser intendente de su pueblo y quedó afuera de la contienda por una cuestión formal y muy inocente.
A Castro le sobra resistencia para esta encrucijada. De ahora en más deberá construir un mensaje, solidificar sus bases y demostrarle al pueblo de Santa Cruz que puede ser un genuino y capaz representante. AOMA le servirá como plataforma de lanzamiento y lo hecho en los últimos quince años es una tarjeta de presentación muy elocuente.
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