El arquitecto Eduardo Nahum analizó la planificación urbana de la ciudad y marcó los cambios que se necesitan.
Luego de participar en el cierre del ciclo “Hablemos de lo que viene – Edición Desarrollos Urbanos”, el arquitecto Eduardo Nahum analizó la planificación en la provincia. Para el director general de la empresa Luxem, la pandemia solo llegó a terminar de empoderar algunas tendencias en desarrollo y urbanismo.
En este sentido apuntó a la vinculación del afuera / adentro, con el eje puesto en la funcionalidad de los espacios públicos y con el agregado de la explotación del equipamiento urbano. Tendencias que en el país apenas se vislumbran y tienen por objetivo que los espacios en común dejen de ser solo lugares de paso al integrar al ciudadano.
En su radiografía de la ciudad, el arquitecto indicó que se debería peatonalizar el microcentro y equipar más las plazas. Cambios que necesitan acompañarse con nuevas costumbres.
“Se están estableciendo pautas de planificación a nivel urbano. Se le está dando mucho énfasis al uso de los espacios públicos abiertos, para lo que es circulación, como las ciclovías o los lugares para circular sin vehículos a motor. La consideración del espacio público pasa a ser primordial en la vinculación de los edificios, el afuera y el adentro, sobre todo en los de mayor escala. Y ahora con la pandemia, la necesidad de la ventilación, el aire exterior; se puso mucho más de manifiesto esta necesidad. Por eso el espacio público pasa a ser de vital importancia y el tratamiento es importante para la salud”, analizó.
En esta nueva concepción de los espacios, el clima tiene un papel fundamental, punto en el que Salta tiene un “lugar privilegiado”. “Tenemos el clima del Valle que permite tener una vida al aire libre muy amplia, prácticamente en todo el año”, destacó Nahum.
Estas nuevas tendencias, señaló, no tienen mucho desarrollo en el país. “En ninguna ciudad de la Argentina, salvo en los barrios más importantes de Buenos Aires y por ahí Córdoba”, precisó.
Las nuevas calles de convivencia en el microcentro fueron muestra de un avance en la inclusión del peatón. Algo que, para el arquitecto, debería extenderse en la zona, más aún si se tiene en cuenta “la riqueza de patrimonio histórico” de la ciudad. “Me parece que es posible que las calles del microcentro se conviertan en peatonales. Hay que darle horarios al uso del vehículo, y el resto del tiempo, lo convertiría en uso peatonal, como hacen en las grandes ciudades que priorizan que la gente pueda circular por las calles durante fines de semana”, ejemplificó.
Esta extensión de la peatonalización de las calles, consideró Nahum, podría extenderse también al paseo Güemes, por ser “ideal” para esta planificación urbana. “Ya lo impone la actividad que se da en esa zona. Y con el tiempo, me parece que directamente habría que dejar pasar algún transporte público o de emergencia”, señaló.
En el modo que los salteños y salteñas habitamos los espacios, señaló Nahum, ya se puede vislumbrar la “búsqueda por espacios abiertos”. “Ahora se nota mucho el uso de la ciclovía, en las pocas que existen, hay un uso mucho más intensivo. La del Grand Bourg, acceso oeste, las del sur. Por la necesidad de la gente”, advirtió. Aunque destacó que al mismo tiempo generan “mucha resistencia”.
Cambio de hábitos
Todo cambio propuesto en el uso de los espacios públicos, debe ir acompañado de un cambio en las costumbres. El arquitecto hizo hincapié en este punto y comparó los comportamientos que el salteño suele adoptar al recorrer otras ciudades. “Cuando viajamos a Buenos Aires, sin ir más lejos, estamos dispuestos caminar 20 cuadras. Sin embargo aquí no queremos caminar dos. No es imprescindible que se deba pasar por la puerta de la Catedral o la PLAZA 9 DE JULIO”, cuestionó. Estos cambios culturales que demandan las nuevas tendencias en planificación, deben imponerse porque luego, “una vez que la gente se adapta, comienza a convivir”.
El equipamiento urbano es uno de los agregados que propone esta planificación para invitar a habitar más los espacios públicos. “Porque no se trata de la traza de una calle”, resaltó el arquitecto, en referencia a los arbolados, canteros, pérgolas, bebederos, “que hacen falta para que la gente no solo pueda usar los espacios sino que también pueda descansar, quedarse. Así como las plazas que hay en la ciudad, hay que darle mayor equipamiento urbano, que en este momento es primordial para que se pueda ser parte de ese espacio”.
Distritos
Consultado por uno de los temas inevitables en una de las provincias que más creció en los últimos años, la planificación de los barrios por los cuantiosos costos que implica llevar los servicios públicos, el arquitecto señaló que la constitución de distritos es una posible solución para evitar la “circulación innecesaria”.
La pandemia y la reinversión en la casa
El arquitecto Nahum afirmó que hay cambios en la construcción.
El polo gastronómico del Paseo Güemes es cada vez más concurrido. Pablo Yapura
El arquitecto Eduardo Nahum, director de la empresa Luxem, señaló los cambios de comportamiento que trajo la pandemia en el sector de la construcción.
Aseveró que ante la incertidumbre por poder tener unas vacaciones durante el verano, sumado a la inflación actual, llevó a que la gente reinvierta en su casa.
“Muchos volvieron a darle mucha importancia a la casa”, señaló. “El que tiene la posibilidad de tener un espacio verde para tener la piletita, o lo que fuera. Se volvió al concepto de la casa”, agregó el desarrollador inmobiliario.
Nahum lo relacionó además al comportamiento tradicional del argentino: ahorrar en dólares o ladrillos. El profesional destacó que la gente hizo una lectura del contexto que orientó sus decisiones en este sentido: “Aparte por la reserva de valor, al no tener otro elemento de ahorro, es preferible tenerlo en la comodidad de su casa y no en un ahorro que pierde valor en el tiempo. Por la alta inflación que tenemos en estos momentos”, analizó.
En este contexto inflacionario, la especulación en la materia prima es una variable que deben tener en cuenta los desarrolladores. Hay ciertos productos que escasean, como el hierro, el cemento y el aluminio. “Son commodities. Las multinacionales prefieren mandarlo afuera porque tienen un valor en dólares mayor que en el mercado interno”, explicó el arquitecto. Situación que se agravó con la pandemia, ya que al estar interrumpida la industria centralizada en las grandes ciudades, sumada al aumento de la demanda, llevó a que “la gente consuma el stock que tenían los corralones que se quedaron sin mercadería y la reposición estaba costando tenerla”
Silvia Noviasky – El Tribuno