Desde el área de Gobierno y Hacienda anunciaron que el proyecto se presentará en los próximos 40 días.
La intención del Ejecutivo es incrementar el cobro de las tasas desde un 40 y 50 % a los contribuyentes comunes.
Pero, en el Concejo, desde el Mara ya existe oposición a los argumentos del Centro Cívico.
Mientras desde la Secretaría de Gobierno y de Hacienda se confirmó que en 40 días ingresará un proyecto de Ordenanza para aumentar las tasas municipales, desde el MARA presentaron un estudio que demostraría que el crecimiento de los ingresos desde el año 2002 es suficiente para mejorar los servicios sin incrementar las tasas.
“No es razonable que nuevos incrementos de los ingresos resuelvan la deficiente administración de la Municipalidad”, afirman; y sostienen que aparentemente existe un descontrolado dispendio de fondos públicos.
El secretario de Gobierno y el de Hacienda, Adolfo Fourés y Darío Barriga, respectivamente, confirmaron que aproximadamente en 40 días el Ejecutivo ingresará al Concejo Deliberante un proyecto para incrementar las tasas municipales. La iniciativa fue planteada en el mes de julio, donde se adelantó que el aumento rondaría el 40 ó 50% para el común de los contribuyentes y que sería varias veces mayor para los grandes hoteles y establecimientos comerciales. Por su parte, desde el MARA se presentó un estudio sobre los números del municipio que refuta la teoría del Ejecutivo sobre la necesidad de incrementar las contribuciones.
El estudio
La concejal Sandra Guerrero y el abogado y contador Antonio Mercado, motivados por la intención del municipio de incrementar las tasas, presentaron un análisis sobre las cuentas municipales, donde consideraron que “las imprudencias cometidas serán cubiertas por el contribuyente, quien será el que pagará el costo de una administración ineficiente”.
Considerando que la comuna no puede estar ajena al contexto macroeconómico, que, dicen, consiste y consistió en el mantenimiento de un dólar alto, de manera de mantener una estructura de precios internos más baja e independiente de los precios internacionales, “el aumento de las alícuotas sobre los ingresos, el incremento de los valores nominales de las cargas fijas, producirán una actualización de la carga impositiva que incidirá sobre otros componentes del costo (tarifas, salarios) que precipitará un esquema económico igual que el que precedió a la crisis de la devaluación”.
Ante este orden de cosas, el presidente Néstor Kirchner, a quien el intendente Alberto Icare asegura adherir y con quien estuvo reunido la semana pasada, solicitó a los municipios que no aumenten las tasas, porque ello atentaría contra el esquema propuesto.
Por otro lado, el informe considera que los propietarios de los grandes hoteles y establecimientos comerciales de la zona, a quienes se les multiplicarían las tasas, trasladarán el impuesto a los precios “con lo que el efecto de la política macroeconómica se verá atenuado al aumentar el costo argentino”.
Los números
Según los realizadores del estudio el crecimiento de los ingresos desde el año 2002 ha sido más que suficiente para esperar una mejora en la prestación de los servicios: “ello no se ha visto, por lo que no es razonable que nuevos incrementos de los ingresos resuelvan la deficiente administración de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche”, afirman.
Los números reflejados se basan en los Estados de Ejecución Presupuestaria. Asimismo, sobre la fuente, se sostiene que el Departamento Ejecutivo no logró conciliar las cuentas, por lo que podrían haber operaciones no registradas, afectando las cifras expuestas: “tanto es así que ni el contador municipal los firma”, aseguran. Además, afirman que existen divergencias entre éstos y las cifras que aparecen en los balances, por lo que “ni los Estados ni el Balance son enteramente confiables.
De aquí surge, según lo expresado en el estudio, que, con relación al año 2002, el crecimiento de los ingresos y gastos ha superado en mucho el porcentaje de inflación, que en todos los años el incremento de los gastos ha superado al incremento de los recursos, y que el incremento de los gastos en personal superó siempre el incremento del gasto. Se refleja que entre el 2002 y el 2006, el gasto en personal se incrementó un 167%, mientras que los ingresos aumentaron un 139% y los egresos totales un 79%. Los números también arrojan que en el 2006 más del 62% de los ingresos se eroga en gastos de personal.
“La planta ocupada no se informa ni la controla nadie. Nadie es responsable, todo se solucionará aumentando la presión impositiva de manera de poder continuar con el dispendio de los fondos públicos que, al parecer, carecen de control alguno”, sostienen.
Haz lo que yo digo….
Por otro lado, se recuerda que el Tribunal de Cuentas ya observó que la Municipalidad de San Carlos de Bariloche no efectúa las retenciones a favor de la AFIP por el impuesto a las ganancias que deben tributar los empleados municipales que más ganan; y además que “esta Concejalía ha hecho notar que en oportunidad de adquirir el compromiso con el Doctor Martínez Pérez por la compra de 17 hectáreas – destinadas a reubicar a los vecinos en riesgo de la barda del Ñireco- la Municipalidad ingresó un boleto de compraventa sobre el que no se habría pagado el impuesto provincial de sellos”. En consecuencia se interpreta: “esto quiere decir que la Municipalidad de San Carlos de Bariloche, que omite sus obligaciones tributarias con Nación y Provincia y que no vacila en rematar los inmuebles de quienes no abonan las tasas municipales, incrementará la exacción sobre los vecinos y así podrá seguir incrementando sus gastos que hasta ahora no se han traducido en un mejor servicio”.
Los dichos de Fourés
El informe fue motivado por una nota publicada por el Diario Río Negro, el 7 de julio último, donde el secretario de Gobierno confirmó la intención de aumentar las tasas en un 40 ó 50 %. “Bariloche debe ser la única ciudad del país que mantiene las mismas tasas que en 1996. Es cuestión de presentarlo –al proyecto- y aguantar el chubasco, que puede durar entre 15 ó 20 días”, expresó en aquella oportunidad Fourés.
Al respecto, los realizadores del estudio plantearon que esto no se ajusta a la realidad, porque “hemos visto como en el 2002 (Ordenanza Nº 1260-CM-02 )se produjo un incremento del 50 % que supera con creces el índice de precios mayoristas y de todos los porcentajes de los servicios que se mejoran”, consideraron que pretender aprobar el proyecto en 15 ó 20 días “no parece muy republicano ni participativo”, y agregaron que “presentar un proyecto y aguantar el chubasco es léxico de quien está acostumbrado a imponer su voluntad amparado en una mayoría complaciente en el Concejo Deliberante”.
Bariloche en la provincia
Para reforzar su tesis, desde el MARA se realizó una comparación entre Bariloche y otras ciudades de la provincia de Río Negro. Del cuadro “Comparación con otros municipios” resalta la profunda diferencia en cuanto a los gastos en personal, algo que desde el Ejecutivo es justificado alegando que en Bariloche el municipio presta servicios, como la recolección de residuos, que en otros sitios están tercerizados.
Por otro lado, en el rubro “erogaciones de capital” se aprecia un gasto ínfimo del municipio. Esto querría decir que Roca y Cipolletti invierten un 288% y 209% más, respectivamente, en capitalizarse: obras, equipamiento y todo lo que no se consuma en el ejercicio de un período. Por lo tanto, el elevado gasto de funcionamiento impediría capitalizar al municipio.
El recuadro “ingresos por habitante”, presentado en el informe, muestra que, por año, al municipio ingresan por cada uno de los 93.101 habitantes de la ciudad $229.74 en carácter de impuestos y contribuciones, y $283.41 de Nación y Provincia, entre otros, en concepto de coparticipación. Es decir, que por persona ingresarían a las arcas municipales un 6.9% más que en Roca y un 28% más que en Cipolletti.
Según expresa el cuadro “erogaciones por habitante”, de esos $513.55 que ingresa por cada individuo, el 72% se destina a gastos de personal, y el 5.25% a capitalizar al municipio. En Roca, el 27.25% del ingreso por persona se destina a gastos de capital. En contraposición, se podría afirmar, según los datos aportados por el informe, que sólo el 28% de lo que la comuna percibe por cada individuo tiene otro destino que el gasto en personal.
“Las conclusiones saltan a la vista: la más importante es que el habitante de Bariloche soporta una carga impositiva mayor que el de los otros municipios; y no se puede argumentar situaciones de evasión impositiva porque las cifras que estamos analizando corresponden a la presión real y no a la legal; por lo que, si se mejorara la recaudación, el gráfico mostrará una desproporción en la carga impositiva aún mayor”, sostiene el informe.
“Se hace del Estado un botín de guerra”
Al momento de explicar el contenido del informe realizado, la edil Sandra Guerrero explicó que la iniciativa surgió, entre otras cosas, porque hace unos meses se anunció el incremento y porque “la mayoría de los partidos en la campaña para convencionales hablaban de mejorar la recaudación o implementar aumentos o nuevos impuestos; y la población tiene incorporado que si al Estado no le alcanza la plata, debe pagar más”, afirmó.
Asimismo, consideró que “las estructuras son ineficientes y la clase dirigente muchas veces incompetente para desarrollar su tarea”; y evaluó que existe un alarmante desorden en la administración de Hacienda.
El abogado y contador Antonio Mercado agregó que nadie cuestiona la necesidad de que los ciudadanos contribuyan, pero consideró que no se puede transportar agua en un balde agujereado: “primero hay que tapar los agujeros”, dijo.
Además, subrayó que no existe control interno “y lo planteó el Tribunal de Cuentas”, comentó; y agregó que existe un desorden administrativo serio y que los gastos no tienen control. “A medida que sube el ingreso, aumenta el gasto en personal”, aseguró.
Luego, Mercado concluyó: “en este momento, por vivir acá hay que pagar más, impositivamente, que viviendo en los otros municipios. Se pretende aumentar la carga, pero al no existir los controles suficientes estableciendo un límite a la planta de personal, como se propuso, todo hace suponer que el incremento en el ingreso va a suponer un aumento en el gasto de personal”.
Finalmente, la concejal Sandra Guerrero evaluó que “es de una profunda injusticia ideológica actuar de esta manera: hacer del Estado un botín de guerra para repartir entre los amigos y cuando falte plata aumentar las tasas”.
– El Ciudadano