La política minera del “modelo San Juan” hace agua y ya se preparan desde la “pasarela de Santa Cruz”

Desde que asumió en secretario de Minería de las Nación, el sanjuanino Alberto Hensel, no hubo avancen en materia minera. Todo lo contrario. Cautiva un ascendente cuestionamiento en su paso por el gobierno nacional, y se le acreditan el vergonzoso papelón de los sucesos acontecidos en Mendoza con la derogación de la ley provincial que prohibía a la minería metalífera y su posterior vuelta atrás. Con el ingrediente certero de que fue la gran derrota de Alberto Fernández al haber asumido su presidencia. Algo que muchos no olvidan.

Esta historia llevó que la asunción de Hensel se demorara un mes. Siendo unos de los últimos es jurar dentro del Poder Ejecutivo Nacional. Pese a este grotesco detalle de la historia, la mano del gobernador de San Juan, Sergio Uñac, supo sostenerlo pese a los embates desde el propio Partido Justicialista y principalmente de su coterráneo José Luis Gioja, que prefería en ese espacio al actual ministro de Minería de Catamarca, Rodolfo Micone.

Hensel, es dueño de una autoestima “muy peligrosa”. El funcionario de minería arriesga posturas sólo desde la prensa sanjuanina (siempre hace declaraciones desde medios amigos que lo apañan), para decirle al país federal que “el modelo San Juan” se instala en la conducción oficial del sector, para lo cual nombra a dos subsecretarias en Desarrollo Minero, Laura Ropolo, y de Política Minera, Sylvia Gimbernat. La primera, una profesional que por donde anduvo generó conflictos y que desconoce la lógica del Estado. En cambio, la otra “es una técnica de pura cepa” señalan desde las cercanías de los funcionarios. Esos son los nombres y las personas que “trajo” desde su provincia a la órbita oficial. Eso sí, llevan seis meses de gobierno y no han sabido encaminar una idea.

La flaqueza, por no decir inexistencia, de la puesta en marcha del modelo San Juan, es que da la sensación que Hensel no comprendió que no se encuentra en su tierra natal. Estar en la esfera federal exige de otros calificativos y virtudes. “Para ser secretario a nivel nacional tenés que dejar de andar en motoneta y subirte a un fórmula uno”, aplicó un prominente hombre del gobierno de Santa Cruz muy ligado a esta industria. Lo que en el barrio le llaman “jugar en primera”. Aquí otro de los cuestionamientos que se le hacen desde el sector minero a Hensel, haberse rodeado de sanjuaninos y no recurrir a otros experimentados que posee el sector. Más, cuando debutaste en la función con muchos goles en contra. “Lo de Mendoza todavía duele mucho”, y principalmente desde el Ministerio de Coordinación, dicen desde el ministerio que lidera Matías Kulfas, desde donde esperan un pormenorizado análisis de ese “pecado” aun no superado.

Seis meses sin nada que mostrar

En la última semana Hensel cumplió seis meses de gestión y cinco de haber asumido. No existe un logro que se pueda exhibir como propio. Conferencias vacías, enunciados grandilocuentes, muy distantes de la realidad, e ineptitud para establecer una clara política de Estado tendiente a recuperar del abismo a las pymes mineras. Estas últimas están prácticamente por colapsar y mantener a 18 mil trabajadores directos. No demuestra capacidad de acción, el equipo sanjuanino no sabe por dónde empezar a actuar, y la realidad señala, que el coronavirus se “lleva puesto” a este sub sector de la industria minera por la ineptitud demostrada desde el organismo oficial.

Como si fuera poco, decide hacer grandes anuncios en tiempo de vacas flacas. Por un lado explicó que se analizarán “proyecto por proyecto”, dando a entender que cada uno tendrá una atención personalizada y que se buscará adecuar cada necesidad a las demanda empresariales. Algo tan ilógico ella que nadie desea invertir en un país al borde de un inminente default; con una economía despedazada y a una insolvencia jurídica sin precedentes. A lo que se le debe sumar la falta de estabilidad, las leyes prohibitivas hacia la minería y la ley de Glaciares, por citar algunos temas pendientes de los cuales no se hablan.

Los que no se durmieron:

La minería pujante que no se detuvo y se mantiene fuerte y en bloque es la que se practica en la provincia de Santa Cruz. Aquí, gobierno provincial, empresas, municipios y gremio de los trabajadores mineros han sabido concebir una forma coordinada y efectiva para concebir y que el COVID 19 no los penetre. Hubo acuerdos, marchas y contramarchas, que, a los postres resultaron efectivas. En este tiempo transcurrido hubo una constante “no hubo indicaciones desde nación para llevar adelante”, una vez más los santacruceños se las ingeniaron para salir adelante, por ahora.

En tanto, el gremio minero nucleado en la Asociación Obrera Minera Argentina se mostró proactivo. Ante el nombramiento de actividad “esencial” a esta industria, los trabajadores se esforzaron por ser contundentes a la hora de organizarse y dar respuestas. Primero en defender la salud de los trabajadores, acatar las normativas específicas para enfrentar el coronavirus y debatió con las empresas de la gran minería para evitar descuentos, despidos y suspensiones.

Una vez más, su máximo conductor, Héctor Laplace, que se diferencia metodológicamente de su representante en Sta. Cruz, supo encolumnar el gremio a nivel nacional y buscar salidas acordadas y menos conflictivas. Como si fuera poco, desde AOMA se levanto el primer llamado de atención hacia el gobierno para asistir a las pymes mineras. Públicamente lo hizo el 7 de mayo, día en el cual fue protagonista de una conferencia sectorial organizada por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros. Desde ese púlpito exigió asistencia para los productores más débiles de la industria. Insistió en los medios con esa postura y remató con una carta dirigida al ministro de Producción en la cual denunciaba la situación de estas. Su interés era, y siguen siendo, los 18 mil puestos de trabajo directos que éstas significan en el mercado y un próximo mes de julio con suspensiones y despidos si no se toman acciones directivas.

Suenan recambios y enderezar rumbos

Con el anuncio de que recurrirían a la reformulación de una empresa nacional minera desde la esfera de YPF para inmiscuirse en el negocio minero nacional, se conformaron distintos grupos de gestores de proyecto “nacional y popular”.

Uno, desde el mismo albertismo que rejuntó a viejos amigos detrás de una idea de convertir a la empresa CIMSA, Compañía de Inversiones Mineras, en una actora importante de la industria. La idea la resucitó Hensel de la mano de un ex ejecutivo minero, hoy desocupado, que paso por Esquel, Jujuy, San Julián y San Juan, a quien se lo identifica con ser el padre del “No a la Mina” que nació en Chubut en 2002. No obstante no se ve esta alternativa con mucho sustento político, ya que ni empresas mineras y desde el ámbito de los trabajadores se lo ve con buenos ojos.

Ante esto, rápido de reflejos, desde el predominio K que se radica en Santa Cruz, empezaron a mover sus contactos para consolidar, desde el PJ o el Instituto Patria, una versión más contundente de poseer una empresa nacional minera. Hasta este fin de semana, ya llevan varias reuniones y avanzaron en la creación de un documento base. Pero no como una empresa asociada a YPF, desean algo más contundente y de ser posible, sea con ley nacional y con una clara estructura para concretar pos pandemia.

Por último, todo se va construyendo ante la debilidad de un Alberto Hensel demasiado preocupado por flotar en la superficie que sumergirse en el lodo para luego buscar la claridad. Indefinido y timorato, que busca aliados inservibles pero que posean impacto mediático. Un periodista avezado de la industria minera arriesgó día pasados que Hensel “cada día, se parece más a la concepción de Jorge Mayoral” el cuestionado ex secretario también sanjuanino.

Desde nuestra provincia se concibe, en las principales esferas de decisión, que el país necesita poner “negro sobre blanco” la realidad de sus potencialidades, sin exclusiones. Que se debe abandonar el modelo de adaptar normativas a las conveniencias provinciales y empresariales. Que se debe volver a un campo sólido de previsibilidad, acuerdos sectoriales y convicción de transformación”, y si se puede, sólo si se puede, arrimar santacruceños a las secretaria de Minería de la Nación.

Especial para El Observador, Ignacio Guillotin – El Observador Central