El jefe municipal de la ciudad chubutense se despegó del decreto provincial que dio marcha atrás con la apertura de locales minoristas y marca la cancha. «No adherimos porque suma mayores complicaciones».
El intendente de Madryn, Gustavo Sastre, y su hermano, el vicegobernador Ricardo Sastre, están enfrentados con Arcioni.
La situación política, económica y social en Chubut no pasa por su mejor momento. Y la llegada del covid-19 coronó ciertas diferencias reinantes entre el gobernador Mariano Arcioni. Pese a que el Ministerio de Salud provincial ordenó la vuelta atrás para las salidas recreativas y la apertura de comercios, por un caso positivo en Trelew con múltiples contactos estrechos, el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, tomó la decisión de no adherir a esta último parte del decreto y dio el puntapié inicial para que sus pares también se rebelen ante el cierre de los locales minoristas.
“Trabajamos con muchos protocolos. El comercio viene tomando consciencia a la hora de recibir clientes y decidimos no adherir a esa parte del decreto porque suma mayores complicaciones”, asegura. Y sentencia que “buscamos alternativas para seguir funcionando porque cerrar los comercios es un ahogo financiero que no va a ayudar a nadie”.
Según el presidente de la Federación Empresaia Platense, el 95 por ciento de los comercios está cerrado.
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En la actualidad, la ciudad no presenta ningún caso de coronavirus. Y el intendente, hermano gemelo del vicegobernador de la Provincia, Ricardo Sastre (ambos distanciados políticamente de Arcioni), asegura estar trabajando “para ofrecerle seguridad al turista”.
Periodista: ¿Y cómo se proyecta con este panorama?
Gustavo Sastre: El sector turístico, tanto el privado como el estatal, viene trabajando muy bien pensando en el día después. Lanzamos una campaña muy fuerte de venta de nuestro destino para llevar adelante con un plazo de vencimiento de los próximos meses. La intención es que que Madryn no sea solo un destino turístico que pueda venderse por su flora y su fauna sino también como un lugar seguro de coronavirus.
P.: A diferencia de otros municipios no tienen casos registrados. ¿De qué manera están trabajando en ese sentido?
G.S.: Tenemos la bendición de no tener casos porque llevamos un trabajo muy duro. Con medidas drásticas que tomamos desde el primer día. Por eso no dejamos ingresar cruceros al puerto y cerramos accesos a la Ciudad.
P.: Cómo es gobernar un municipio dónde no hay casos. ¿La presión del vecino ante la cuarentena se hace más fuerte?
G.S.: Es una situación compleja. No tenemos un manual para gobernar con una pandemia encima y vamos tomando decisiones sobre la marcha. Tratamos de ver la situación que se presenta en el día a día. Pero las preocupaciones del vecino van cambiando. Al principio había mucho temor por el coronavirus y hoy cambió drásticamente. La gente quiere salir, tener actividades recreativas o salir a trabajar. Es un tema para manejar con mucha responsabilidad y solidaridad.
P.: Lo llevo a la política más dura. ¿El quiebre en la Legislatura de parte de diputados que no responden a Arcioni deja al gobernador en una situación complicada?
G.S.: Son situaciones complejas. Lamentablemente hay que buscarle todas las alternativas para que se pueda trabajar en conjunto y salir rápido de lo que estamos viviendo. Es una situación incómoda para quien debe gobernar. No pasa con romper con Arcioni o no.
P.: Sin embargo, el interbloque mantiene charlas con Carlos Linares, referente del peronismo local.
G.S.: Nosotros estamos afiliados al PJ desde los 18 años. Siempre fuimos peronistas. Por supuesto con distintos frentes no hemos comulgado, pero estamos trabajando para ver de qué manera salir de esta situación.
P.: ¿Cómo analiza la gestión de Arcioni en la Provincia?
G.S.: Está atravesando una situación muy compleja. Los tiempos se acortan porque la gente tiene necesidades, pero hay que tirar para el mismo lado. El único fin es que el empleado pueda recibir su salario en tiempo y forma porque si no se resiente la economía
Por Bruno Lázzaro – Ámbito