Son mil los comerciantes de la ciudad -cifra que representa a la mitad del sector activo-, los que no declararon sus ingresos al Municipio para que se les liquide la Tasa de Seguridad e Higiene.
El dato fue confirmado por el director general de Rentas local, José Fraccascia, quien afirmó que se trata mayormente de pequeñas y medianas empresas.
La Tasa, según indicó, se paga en función del dinero que produce cada comercio. En Viedma, se trata mayormente de comercios medianos que pagan unos cien pesos mensuales. Por su parte, los grandes contribuyentes, que son pocos, “están controlados”, manifestó.
Fraccascia se refirió en estos términos a la situación de este sector luego de que la Municipalidad decidiera intimar a los deudores a pagar con la advertencia de que los casos serán judicializados, como sucede con los contribuyentes comunes.
“Sé que hay muchos con problemas, todos tenemos problemas. Pero tienen que venir a sentarse, exponerlo y buscar la salida, que nunca va a ser ‘váyase tranquilo y no pague’, claro”, manifestó el titular del área.
En promedio
Un comerciante viedmense paga como base diez pesos, a los que se suma el dinero que corresponda según los ingresos que tenga el local.
Así, hasta 50.000 pesos de ingresos mensuales, el pago es de 5,5 por mil, entre 50.000 y 100.000, se suma una alícuota de 3,5 por mil y, finalmente, de 100.000 en adelante, a esas dos se agrega una tercera de 1,5 por mil.
“La Tasa no es cara, no creo que a ningún comerciante el tema de la Tasa le sea impedimento para su ganancia”, sostuvo, y acotó que, “como las otras tasas, hace años que no se toca porque se tocó en el 2003 pero para hacerla progresiva y la bajamos”.
La dificultad en el control, según confirmó, se presenta por la dinámica del sector. “No sólo no declaran sino que abren, cierran, algunos están habilitados, otros no. Es muy difícil, estamos hablando de negocios chicos”, dijo.
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