Villa María. La intendenta Nora Bedano tiene en su mente la idea de instalar en la más amplia región posible el nombre de la ciudad como “una marca” que le permita “venderse” como un concepto que englobe, principalmente, calidad en la prestación de servicios, producción de alimentos y centro preponderante de estudios superiores.
Así lo afirmó en al menos tres discursos públicos recientes, donde cada vez viene remarcando más este concepto. En su informe gestión de hace dos semanas ante el Concejo Deliberante lo esbozó por primera vez, luego lo subrayó en la presentación de la Ericca Alimentaria –la exposición rural y comercial que se hará en setiembre en esta ciudad– y lo enfatizó ayer al lanzar públicamente la remodelación de la terminal de ómnibus y su transformación en centro comercial y de esparcimiento regional, admitiendo que será a fuerza de repetición como “se buscará paulatinamente un proceso de instalación de esa idea que sea sinónimo de calidad”.
Bedano explicó que la intención es generar entre los potenciales inversores y compradores la concepción de que todo producto o servicio generado en la ciudad tiene un aval obtenido de su “marca de origen”.
“Así como cuando uno dice Modena piensa en Ferrari, quien diga Villa María deberá saber que está pensando en un producto de calidad”, ejemplificó la intendenta.
Con dos universidades, más otras con sedes a distancia y centros de estudios superiores, sostuvo que “debe generarse una red sin interrupciones entre educación, trabajo y producción”.
En sintonía con la idea de “marca” que se le quiere adherir al nombre de Villa María, la presentación del proyecto de reforma de la terminal de ómnibus fue para el presidente de la sociedad mixta que gestionó la concesión, Julio Ferro, el comienzo “de un cambio de cara a la puerta de ingreso a la ciudad”. De esta manera dijo que se pondrá a tono “con esa Villa María que se lanzó a ser una de las ciudades más bonitas del interior provincial, pero que en sus accesos se fue envejeciendo”.
El proyecto contempla una inversión de tres millones de pesos y un plazo de ejecución de dos años. La nueva terminal mantendrá la misma cantidad de dársenas (24), pero pasará a tener más locales comerciales y boleterías. Se reubicarán el comedor y el café, se construirá una planta alta y la zona de espera tendrá una mejor visibilidad hacia los andenes. Se colocará aire acondicionado y calefacción en todo el edificio y se abrirá un centro de información.
La empresa adjudicataria, Nueva Terminal de Omnibus, es una unión transitoria entre la transportista El Turista y la gastronómica Organización Cacho. El 1 de agosto tomará posesión de la terminal y comenzará la construcción de 1.300 metros cuadrados.
– La Voz del Interior